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Tránslate / Traducción

El día en que el Rey nació

¿Dónde está el que ha nacido rey de los judíos? —preguntaron—. Vimos levantarse su estrella y hemos venido a adorarlo. (Mateo 2:2)

Tan pronto el niño Jesús nació, unos magos del oriente - al ver una estrella -, se percataron de su presencia. Ellos sabían que algo extraordinario acababa de suceder. Por eso, decidieron ir a la persona más poderosa de aquella región, el rey Herodes, para preguntarle sobre el nuevo Rey que había nacido. Herodes se enojó y planeó matar al niño porque lo consideraba una amenaza a su reinado.

Esa fue solo la primera vez en la que Jesús fue visto como una amenaza para los reyes terrenales. En un momento de su ministerio, le hicieron una prueba a Jesús para ver lo que decía sobre el pago de impuestos al césar (Mateo 22:17-22). En otra ocasión, intentaron nombrarlo Rey a la fuerza, pero él logró huir (Juan 6:14-15). Cuando fue crucificado, colocaron sobre su cabeza un escrito que decía, «Este es Jesús, el Rey de los judíos» (Mateo 27:37) como un tipo de burla.

Lo que ellos no sabían era que él, en realidad, era el Rey de los judíos, aunque no era el tipo de rey que toma el poder por la fuerza, conspirando o engañando. Jesús es Rey y él consiguió su trono por medio de la humildad. Cuando resucitó, Dios puso todo debajo de sus pies.

Sométete al Rey

Reconoce que Jesús es el Rey de tu vida, él domina y debe ser Señor sobre cada área.

Sé su súbdito leal, está dispuesto a cumplir sus mandamientos en amor.

Extiende el Reino de Dios entre las personas, hazlo conocer e invita a otros a unirse.

Para orar:

Señor Jesús, me arrodillo delante de ti como mi Rey. Tú conquistaste mi vida en la cruz, pues moriste mi muerte y pagaste el precio por mí. Te pido que me perdones cuando fallo, pues todavía soy pecador. Pero vendrá el día en que volverás del cielo y nos encontraremos, ¡mi Rey volverá! ¡Aguardo y anhelo ese día! En el nombre de Jesús, amén.

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NOVEDADES

Busca a Dios y revístete de poder

Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. (Mateo 6:33) Muchas veces pasamos por momentos difíciles y nos sentimos débiles, sin fuerzas para continuar. El mundo que nos rodea puede estar lleno de desafíos, pero la Biblia nos enseña que cuando buscamos a Dios, encontramos fuerza, paz y dirección para nuestras vidas. Buscar a Dios significa ponerlo a él primero, confiar en él y buscar su presencia todos los días. Cuando oramos, leemos la Biblia y adoramos a Dios, nos conectamos con él y recibimos su poder. Este poder nos fortalece para afrontar cualquier dificultad y nos da valentía para luchar las batallas diarias. La cobertura del poder de Dios ocurre cuando permitimos que el Espíritu Santo actúe en nuestras vidas. Él nos da sabiduría, nos guía y nos ayuda a vivir según la voluntad de Dios. A menudo resolvemos las cosas por nuestra cuenta y nos sentimos cansados. Pero cuando entregamos todo a Dios, él nos renueva y nos da fuerzas para...

¡Estás rodeado!

Tu protección me envuelve por completo; me cubres con la palma de tu mano. (Salmo 139:5) Porque tú, Señor, bendices a los justos; cual escudo los rodeas con tu buena voluntad. (Salmo 5:12) Es común escuchar esa frase en las películas de acción durante los enfrentamientos y persecuciones policíacas.  David también vivió varias situaciones peligrosas, sitiado y teniendo que luchar o huir de enemigos mortales.  Pero, contrario a lo que vemos en esos escenarios de amenaza, peligro y tensión, la Biblia nos habla de un cerco diferente: Dios rodea con bondad y protección a los que confían. En estos salmos David declara que Dios es el escudo que rodea a sus justos. A pesar de todo el riesgo y la aflicción que puedan enfrentar, la presencia del Señor mantiene el corazón en paz y seguridad.  Así también nosotros podemos confiar que Dios nos rodea por todos los lados. Como con un abrazo protector, el Señor nos ayuda y nos envuelve constantemente con su amor fiel. 🤲 ¡Un momento! Ant...

Valoriza las pequeñas cosas

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