Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

El Señor ha hecho grandes cosas por nosotros


Sí, el Señor ha hecho grandes cosas por nosotros, y eso nos llena de alegría. - Salmo 126:3

A veces estamos tristes con la sensación de que nada progresa en nuestra vida. Vemos las situaciones y todo parece estancado. Pero si miramos bien, podemos ver y reconocer todas las cosas que el Señor ya ha hecho.

Una buena manera de apartar la tristeza y alegrarnos es reconocer todo lo que Dios ya ha hecho por nosotros. Además de ayudarnos a ser sinceros con nosotros mismos, nos lleva a reconocer lo que Dios ha hecho en nuestras vidas y nos acerca a los brazos del Padre. De la misma forma en que a nosotros nos gusta que nos reconozcan cuando hacemos algo, Dios también espera que reconozcamos sus hechos y lo que él hace por nosotros.

Mientras más agradecemos, menos reclamamos. Y mientras más nos alegramos en el Señor, más nos fortalecemos.

Hagamos este ejercicio de gratitud y gocémonos en lo que el Señor hace.

Alégrate en el Señor y fíjate en lo que ha hecho:

Recuerda todo lo que el Señor ha hecho en tu vida. Recuerda todas las cosas o situaciones de las que Dios te ha librado.

Antes de pedir cualquier cosa, da gracias a Dios. Nuestra confianza en Dios crece cuando reconocemos lo que él ya ha hecho.

Cultiva un corazón agradecido. Cuando aprendemos a agradecer a Dios, aprendemos a agradecer a las personas.


Para orar:

Señor Jesús, hoy quiero agradecerte por todas las cosas que has hecho en mi vida. ¡Cuántas bendiciones, cuánta liberación! Sin tu favor no estaría donde estoy. Confío en ti y sé que cuando tú obras nadie lo puede impedir. ¡Cuántas cosas has hecho por mí! Por esto hoy estoy alegre. Gracias, Padre amado. Amén.

Comentarios

NOVEDADES

Regocijaos en el Señor

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! (Filipenses 4:4) Jesús es el motivo de mi sonrisa, porque en su presencia encuentro la verdadera alegría. No es una alegría pasajera que depende de las circunstancias, sino una paz duradera que trasciende las dificultades. En medio de las dificultades de la vida, puedo confiar en que él está a mi lado, tomándome de la mano y guiándome por el camino seguro. La sonrisa que Jesús pone en mi rostro es un reflejo de su amor inconmensurable. Cuando miro la cruz, recuerdo el sacrificio que él hizo por mí y mi corazón se llena de gratitud. Él me amó primero, incluso cuando todavía estaba perdido. Este amor incondicional me sostiene y me da fuerzas para afrontar cada nuevo día con esperanza. Las promesas de Jesús son fuentes de alegría. Él nos prometió vida abundante y en su palabra encuentro consuelo y dirección. Cuando estoy cansado, encuentro descanso en sus brazos. Cuando estoy triste, él es mi alegría. Cuando soy débil, él es mi f...

¿Qué debo hacer cuando no logro entender?

Lo secreto le pertenece al Señor nuestro Dios, pero lo revelado nos pertenece a nosotros y a nuestros hijos para siempre, para que obedezcamos todas las palabras de esta ley. (Deuteronomio 29:29) Moisés llegaba al final de su vida. Él estaba consciente de que moriría poco después sin lograr entrar a la "Tierra Prometida". En sus últimas palabras para el pueblo de Israel, él afirmó que existen cosas encubiertas para nosotros. Son cosas que no entenderemos jamás en esta vida, pues huyen a nuestra comprensión humana. Hay tres actitudes que nos pueden ayudar a lidiar con lo que no logramos entender: Confianza - Aun cuando no entendamos lo que sucede, podemos confiar en el Señor, pues sabemos que él conoce lo que es mejor para nosotros. Obediencia - No necesitamos entender para obedecer. La confianza nos lleva a obedecer aunque no entendamos todo. Humildad - Obedecer sin comprender, también exige humildad. La humildad nos ayudará a aceptar aquello que no entendemos. Confía y obede...

Conectado con Dios

En el mundo acelerado en el que vivimos, es fácil quedar atrapado en las redes sociales, los juegos, la música y todas las distracciones que nos ofrece la vida moderna.  Pero como cristianos, es esencial que recordemos este versículo: Clama a mí y te responderé; te daré a conocer cosas grandes e inaccesibles que tú no sabes. (Jeremías 33:3) La tecnología nos permite estar conectados con el mundo, pero a veces nos olvidamos de conectarnos con Dios. Él siempre está dispuesto a escuchar nuestras oraciones, responder nuestras preguntas y revelarnos maravillas que van más allá del entendimiento humano. La oración es nuestra conexión directa con Dios. Conectarnos con Dios no significa abandonar nuestra vida cotidiana, sino que lo incluimos en todos los aspectos de la misma. Al comenzar el día con oración, dar gracias por sus bendiciones, buscar su guía en tiempos de duda y compartir su mensaje de amor y esperanza con los demás, estamos verdaderamente conectados con Dios. A medida que bus...