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Tránslate / Traducción

Deja que Dios sea parte de tu vida cotidiana

 En nuestra vida diaria, encontramos consuelo en la certeza de que Dios está siempre con nosotros, dispuesto a guiarnos y mejorar nuestro día. Cuando ponemos nuestras vidas ante él, permitimos que su gracia transforme las dificultades en oportunidades de crecimiento.

Cuando nos despertamos, es fundamental recordar que cada nuevo día es un regalo de Dios lleno de potencial para que experimentemos su amorosa presencia. Al confiarle nuestras preocupaciones, podemos encontrar alivio en sus promesas, ya que él nos asegura que nunca nos dejará desamparados.

No temas, porque yo estoy contigo. No tengas miedo, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, y también te ayudaré. También te sustentaré con la diestra de mi justicia. (Isaías 41:10)

Cuando oramos, hablamos directamente con Dios. Al hablarle de nuestros deseos, momentos felices y mostrarle nuestra gratitud, creamos una oportunidad para que Dios nos ayude en nuestra vida diaria. Él nos guía con sabiduría, ayudándonos a tomar buenas decisiones y dándonos paz, incluso cuando las cosas son inciertas.

Además, al reflexionar en su palabra, encontramos inspiración y consuelo. Las enseñanzas bíblicas ofrecen principios que, cuando se aplican, transforman nuestras actitudes, contribuyendo a tener un día más significativo y equilibrado.

Cuando invocamos la presencia de Dios, hacemos espacio para su derramamiento. Dios no solo nos ayuda a superar los desafíos, sino que también nos ayuda a ver las bendiciones presentes en cada momento. ¡Que, al buscar a Dios, experimentemos su paz y gracia a lo largo de nuestro día!

Pasa tiempo con Dios todos los días

Reserva un tiempo cada día para hablar con Dios. Esta sencilla práctica fortalece la conexión directa con él.

Reflexiona sobre principios bíblicos y ora por sabiduría. Pídele a Dios discernimiento.

Ora buscando tranquilidad, reconociendo que la dirección de Dios es fundamental para tu vida diaria.

Para orar:

Señor, guíame en cada paso, ilumina mis decisiones y llena mi corazón de gratitud. Concédeme fortaleza en las dificultades y paz en las incertidumbres. Que tu presencia transforme mi día, reflejando tu gracia y amor. Amén.

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Regocijaos en el Señor

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¿Qué debo hacer cuando no logro entender?

Lo secreto le pertenece al Señor nuestro Dios, pero lo revelado nos pertenece a nosotros y a nuestros hijos para siempre, para que obedezcamos todas las palabras de esta ley. (Deuteronomio 29:29) Moisés llegaba al final de su vida. Él estaba consciente de que moriría poco después sin lograr entrar a la "Tierra Prometida". En sus últimas palabras para el pueblo de Israel, él afirmó que existen cosas encubiertas para nosotros. Son cosas que no entenderemos jamás en esta vida, pues huyen a nuestra comprensión humana. Hay tres actitudes que nos pueden ayudar a lidiar con lo que no logramos entender: Confianza - Aun cuando no entendamos lo que sucede, podemos confiar en el Señor, pues sabemos que él conoce lo que es mejor para nosotros. Obediencia - No necesitamos entender para obedecer. La confianza nos lleva a obedecer aunque no entendamos todo. Humildad - Obedecer sin comprender, también exige humildad. La humildad nos ayudará a aceptar aquello que no entendemos. Confía y obede...

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