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Tránslate / Traducción

¿Qué pasa en tu corazón?


Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él emana la vida. (Proverbios 4:23)
En la vida es fácil perderse en las corrientes de preocupaciones, desafíos y ansiedades que nos rodean. Pero, en medio de todo esto, el Señor nos llama a reflexionar sobre lo que realmente está arraigado en nuestro corazón.

¿Qué ha estado ocupando espacio en nuestros corazones? ¿Son preocupaciones temporales, ambiciones vacías o incluso angustias que nos impiden avanzar? ¿O permitimos que la fe, la esperanza y el amor genuino se instalen en nuestro ser?

Es necesario buscar constantemente la presencia de Dios. Debemos permitir que su Palabra sea la luz que ilumine nuestros caminos, que su amor sea el fundamento de nuestras vidas y que su gracia nos fortalezca ante la adversidad.

Cuando nos dedicamos a cultivar un corazón puro y orientado a Dios, descubrimos una fuente inagotable de paz y motivación. Entreguemos al Señor todo lo que nos perturba y permitamos que su presencia transforme nuestros corazones, convirtiéndonos en instrumentos de su amor y misericordia en este mundo.

Que con cada latido del corazón sintamos la presencia amorosa de Dios, guiándonos y fortaleciéndonos en nuestro camino de fe. Vivamos cada día con gratitud, confianza y esperanza, sabiendo que Dios está con nosotros en todo momento, cuidándonos y capacitándonos para vivir una vida plena en su amor.

Llena tu corazón de Dios
Medita en la Palabra de Dios para nutrir espiritualmente y fortalecer tu corazón.
Practica la gratitud, reemplazando las preocupaciones por momentos de alabanza a Dios.
Busca el perdón, liberando heridas y permitiendo que el amor de Dios renueve tu corazón y tus relaciones.

Para orar:
Señor, purifícame, renuévame y guíame según tu voluntad. Lléname con tu amor para que yo pueda amar como tú amas. Concédeme fuerzas para enfrentar los desafíos y fe para confiar en ti en todo momento. Amén.

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NOVEDADES

¿Que significa Esfuerzate y se valiente, no temas ni desmayes?

Respuesta: Muchas veces a lo largo de nuestras vidas, cuando estamos mas cerca de la bendición que Dios tiene para nosotros, somos victimas del desanimo y olvidamos que Dios prometió no desampararnos nunca.  A propósito, las únicas personas que se desaniman son aquellas que luchan por algo grande.  El desanimo rara vez toca al corazón de la gente sin visión y sin metas, siendo el arma del enemigo para aquellos que saben lo que quieren. “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes.  Porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” Josué 1:7 Dios ha prometido estar contigo todos los dias de tu vida. En el libro de Josue, cuando el pueblo de Israel se preparaba para la conquista de Canaan, y entrar en la tierra prometida,  Dios le promete a Josuè que nunca lo desamparará y requiere de él de dos virtudes indispensables, el esfuerzo y la valentía.  Dios no ha cambiado hoy y requiere que sus hijos nos mantengamos en pie ...

Soy nueva criatura, lo viejo ya pasó

Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo! (2 Corintios 5:17) Son muchas las personas que conocen este versículo. Piensa en esto, ¿eres una nueva criatura? Eso significa abandonar las prácticas antiguas a través de la renovación de Cristo en nuestra vida.  Ser nueva creación en Cristo nos hace estar abiertos a anunciar las buenas nuevas del Evangelio. Si has aceptado a Jesús como tu único Salvador, ya eres una nueva criatura.  Pero para mantener esa renovación en tu vida debes buscar a Dios de todo corazón. Siempre que buscamos a Dios, él se nos revela y recibimos algo nuevo para nuestra vida. Una nueva criatura. Evita las viejas prácticas, renueva tu mente. Piensa con la mente de Cristo, imítale a él.  Habla con tus colegas sobre cómo Cristo te cambió y te hizo una nueva criatura. Comparte tu experiencia. Deja atrás lo que pasó, perdona y pide perdón. Anda un nue...

Cuidado con los juicios

No juzguen a nadie, para que nadie los juzgue a ustedes. Porque tal como juzguen se les juzgará, y con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes. - Mateo 7:1-2 ¿Cuál es la medida con la que juzgas los errores de los demás? ¿Es la misma que usas contigo mismo? Jesús avisó que muchas veces nos fijamos en la mota que está en el ojo de otra persona, pero no nos damos cuenta de que tenemos una viga entera en nuestro propio ojo. Debemos aprender a distinguir entre lo que es cierto y lo que no lo es. Antes de fijarnos en los demás necesitamos examinar nuestro propio corazón. ¿Será que nos estamos condenando a nosotros mismos cuando señalamos el error de otro? Si es así, necesitamos cambiar y dejar nuestros errores antes de ayudar a otra persona a cambiar. Evita los juicios hipócritas: Reconoce tus pecados delante de Dios y pide perdón Pide ayuda a Jesús para cambiar de vida y dejar el pecado En vez de condenar a otros, muestra perdón y misericordia Dios es el gran juez y tiene todo...