Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Las bendiciones vienen en diferentes formas y tamaños.


 
Aportacion de: Ben Ayala
Durante varias semanas después de que mi esposa tuvo una crisis medica horas despues de dar a luz a nuestras lindas gemelas, solíamos juntos dar gracias a Dios por haberle permitido a ella y a las gemelas seguir con vida. 
 
Mucho tiempo  más tarde, aún siguen preguntándome cómo me siento, y mi respuesta, hoy, aun estando separados, es muy simple:      «Bendecido. Me siento bendecido, muy bendecido».
~~~~~
~~~
~
No obstante, las bendiciones vienen en diferentes formas y tamaños. 
 
Aun cuando estamos haciendo todo lo que pensamos que Dios espera de nosotros, tal vez sigamos experimentando sufrimientos
 
A veces, nos sorprende que el Señor no responda como esperamos o que su tiempo no sea el que nosotros creemos oportuno.
~~~
Esto lo vemos en la vida de José. 
 
Desde una perspectiva humana, podríamos pensar que Dios se había olvidado de él, ya que, por más de una década, José experimentó sufrimientos. 
 
Lo arrojaron a un pozo, lo vendieron como esclavo, lo acusaron falsamente, lo encarcelaron de manera injusta. 
 
No obstante, al final, la fidelidad de Dios hacia él se manifestó ante todos al ponerlo como gobernante de Egipto y salvar a muchos de la hambruna (Génesis 37–46). Clive Staples Lewis (conocido como: C. S. Lewis) escribió: «Cuando perdemos una bendición, otra suele ser dada en su lugar de la manera más inesperada».

Dios siempre tuvo su mano de bendición sobre José, como lo hace con todos los que confían en Él. «¡Cuán grande es tu bondad…!» (Salmo 31:19).
 
"Señor, ayúdanos a aprender y a apreciar que tienes todo lo que necesitamos… y muchísimo más."
 
La verdadera felicidad consiste en saber que Dios es bueno.
~~~
Hermano Ben Ayala
 

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

¡Exalta al Señor con tus alabanzas!

Alaben al SEÑOR, porque es bueno: ¡Porque para siempre es su misericordia! (Salmo 136:1) En la lucha o en la alegría, nuestro llamado es el mismo: exaltar al Señor con nuestras alabanzas. La alabanza es más que una canción. Es una expresión viva de nuestra fe, una declaración de que Dios es soberano, sin importar las circunstancias. Cuando alabamos a Dios, algo poderoso sucede en nosotros. El desánimo se desvanece, las dudas se disipan y la presencia de Dios se hace más real. La alabanza nos recuerda quién es Dios: fiel, justo, amoroso, poderoso. Él es digno de todo nuestro reconocimiento, no solo cuando todo va bien, sino también cuando enfrentamos el valle de sombra de muerte. Exaltar al Señor con toda alabanza es un acto de entrega y confianza. Es decir con el corazón: «Señor, te adoro no por lo que haces, sino por quién eres». En medio del dolor, alaba. En un buen día, alaba. En cada etapa de tu vida, alza la voz y glorifica a aquel que nunca falla. La alabanza transforma el entorn...