Cuando el ángel del Señor se le apareció a Gedeón, le dijo: ¡El Señor está contigo, guerrero valiente!
(Jueces 6:12)
Los israelitas vivían bajo el yugo de los madianitas y esa opresión traía miedo.
El miedo es un sentimiento paralizador: si no lo enfrentamos no avanzamos.
Cuando Gedeón recibió el llamado del Señor todavía tenía un sentimiento de baja estima, consecuencia de todo el tiempo que habían vivido en sumisión.
Gedeón le pidió una señal a Dios y Dios así lo hizo.
Después de entender que se trataba de un llamado del propio Señor de los Ejércitos, a Gedeón lo tomó un sentimiento de valor y pasó a actuar realmente como siervo del Dios Altísimo.
A través del llamado de Gedeón podemos entender que hasta «el menor de su casa» puede ser un poderoso guerrero en las manos de Dios.
Es él quien capacita a sus siervos. Basta con creer en su Palabra y atender su llamado.
Dios está contigo
Si Dios te llamó, él te capacitará.
No dejes que el miedo te impida obedecer el llamado de Dios.
Para que Dios pueda capacitarte necesitas dar el primer paso. ¡Cree!
Para orar:
Señor Dios, quiero avanzar en tus promesas.
Sé que no soy capaz solo con mis fuerzas, así que capacítame de acuerdo con tu Palabra.
En el nombre de Jesús, amén.
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