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Tránslate / Traducción

¡Levántate con valor!

Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio.

(2 Timoteo 1:7)

Más que un sentimiento, la cobardía es un espíritu que condiciona y limita tu mente y tu motivación. 

Como si fuera un organismo vivo, crece y se fortalece a la medida en la que tú alimentas el miedo, la incredulidad y la indiferencia. 

En el versículo de hoy vemos que Dios nos dio un espíritu de poder, de amor y de moderación. 

¡Agárrate a esa gracia concedida por el Espíritu Santo que habita en ti y levántate!

Los problemas de la vida nos dan muchas razones para permanecer postrados y apáticos delante de las circunstancias. 

Pero en lugar de hacer eso, debemos postrarnos delante de Dios y clamar a él con fervor y osadía. No te acobardes delante de las amenazas gigantes que surjan ya que eso te llevará a sentir opresión, tristeza y sufrimiento innecesario. 

Pídele a Dios que te concede fuerzas para hacer frente a la vida. ¡Vive con valor por la fe en Cristo Jesús!


Deja la cobardía y recibe el valor de parte de Dios

Mantén firme tu fe, la esperanza y el amor por el Señor Jesucristo. 

Él es mayor que tus dificultades.

Ora con confianza. Pídele a Dios que trabaje en tu vida y que te llene de valor y de fe para poder hacer frente a cada día.

No permitas que las dificultades de la vida limiten tu confianza en Dios. 

¡Actúa por fe! 

Pero antes de actuar, pide siempre la dirección del Señor.

Lee la Biblia diariamente. Recibirás valor en la Palabra de Dios para permanecer firme en medio de las crisis.

Confía en Dios y apóyate en su Palabra. 

Él te ama y te ayuda en todas las situaciones y circunstancias.


Para orar:

Señor mi Dios, ¡yo creo en ti! A pesar de las aflicciones que he enfrentado, yo sé que tú mantienes el control de todas las cosas. 

Tú eres el Dios soberano. 

No temeré al mal porque sé que tú estás conmigo. 

Muchas gracias por tu Espíritu Santo que opera en mí. 

Tú eres bueno y me concedes valor, poder, amor y equilibrio para enfrentar todos los problemas de esta vida. 

Yo te agradezco en el nombre de Jesús, amén.


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