Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Ser conocido en el cielo

Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. - Juan 10:27

Muchos tienen el gran sueño de conocer personas famosas. 

Estrellas mediáticas, artistas, cantantes, jugadores de fútbol, líderes y otros como ellos, están al principio de las listas de muchos fans alrededor del mundo. 

Pero algo que es mucho más notorio que conocer una celebridad es ser conocido personalmente por alguien muy importante. 

Saber que alguien de alto prestigio nos conoce nos confiere cierta relevancia y satisfacción.

¿Qué decimos entonces del hecho de que somos conocidos por el Dios de toda la tierra y del cielo?

¡Qué maravilloso! 

Descubrir que el Señor Jesucristo nos conoce, el Dios supremo y soberano, Rey de reyes que gobierna todo el universo y sustenta toda la creación, aquel que nos ha traído confianza y seguridad en él... 

Qué gran alegría conocer y ser conocidos por nuestro Dios. 

Que ese conocimiento tan lleno de gracia nos motive a oír su voz y a seguirle por siempre...

Vive como un buen hijo conocido por Dios:

Ora y agradece a Dios porque sabes que él te conoce y te cuida.

Sé genuino en tu relación con Dios. 

Él sabe cuando somos íntegros o hipócritas. 

Si sabes que no has sido sincero, arrepiéntete de verdad y confiésalo a Jesús.

Busca agradar más a Dios que a los hombres con tus actitudes y palabras. 

Que todo lo que hagas sea para la gloria del Señor.

Descansa en el Señor y confía en él. 

Recuerda que él te conoce y desea tener una relación personal contigo.

Busca oír a Dios a través de su Palabra. 

Dedícate a conocer más a aquel que te conoce por completo.

Comparte con otros sobre tu fe en Dios, cómo él nos salvó, nos conoce y nos ama.


Para orar:

Señor Dios, gracias porque aun siendo Dios tan grande, tú me conoces y cuidas de mí con amor. 

Gracias por hacerme tu hijo y oveja de tu rebaño. 

Ayúdame a vivir para agradarte, escuchando tu voz y siguiéndote siempre. 

Que otras personas que no han llegado a este conocimiento también sean alcanzadas por ti. En el nombre de Jesús, amén.


Comentarios

NOVEDADES

Regocijaos en el Señor

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! (Filipenses 4:4) Jesús es el motivo de mi sonrisa, porque en su presencia encuentro la verdadera alegría. No es una alegría pasajera que depende de las circunstancias, sino una paz duradera que trasciende las dificultades. En medio de las dificultades de la vida, puedo confiar en que él está a mi lado, tomándome de la mano y guiándome por el camino seguro. La sonrisa que Jesús pone en mi rostro es un reflejo de su amor inconmensurable. Cuando miro la cruz, recuerdo el sacrificio que él hizo por mí y mi corazón se llena de gratitud. Él me amó primero, incluso cuando todavía estaba perdido. Este amor incondicional me sostiene y me da fuerzas para afrontar cada nuevo día con esperanza. Las promesas de Jesús son fuentes de alegría. Él nos prometió vida abundante y en su palabra encuentro consuelo y dirección. Cuando estoy cansado, encuentro descanso en sus brazos. Cuando estoy triste, él es mi alegría. Cuando soy débil, él es mi f...

¿Qué debo hacer cuando no logro entender?

Lo secreto le pertenece al Señor nuestro Dios, pero lo revelado nos pertenece a nosotros y a nuestros hijos para siempre, para que obedezcamos todas las palabras de esta ley. (Deuteronomio 29:29) Moisés llegaba al final de su vida. Él estaba consciente de que moriría poco después sin lograr entrar a la "Tierra Prometida". En sus últimas palabras para el pueblo de Israel, él afirmó que existen cosas encubiertas para nosotros. Son cosas que no entenderemos jamás en esta vida, pues huyen a nuestra comprensión humana. Hay tres actitudes que nos pueden ayudar a lidiar con lo que no logramos entender: Confianza - Aun cuando no entendamos lo que sucede, podemos confiar en el Señor, pues sabemos que él conoce lo que es mejor para nosotros. Obediencia - No necesitamos entender para obedecer. La confianza nos lleva a obedecer aunque no entendamos todo. Humildad - Obedecer sin comprender, también exige humildad. La humildad nos ayudará a aceptar aquello que no entendemos. Confía y obede...

Conectado con Dios

En el mundo acelerado en el que vivimos, es fácil quedar atrapado en las redes sociales, los juegos, la música y todas las distracciones que nos ofrece la vida moderna.  Pero como cristianos, es esencial que recordemos este versículo: Clama a mí y te responderé; te daré a conocer cosas grandes e inaccesibles que tú no sabes. (Jeremías 33:3) La tecnología nos permite estar conectados con el mundo, pero a veces nos olvidamos de conectarnos con Dios. Él siempre está dispuesto a escuchar nuestras oraciones, responder nuestras preguntas y revelarnos maravillas que van más allá del entendimiento humano. La oración es nuestra conexión directa con Dios. Conectarnos con Dios no significa abandonar nuestra vida cotidiana, sino que lo incluimos en todos los aspectos de la misma. Al comenzar el día con oración, dar gracias por sus bendiciones, buscar su guía en tiempos de duda y compartir su mensaje de amor y esperanza con los demás, estamos verdaderamente conectados con Dios. A medida que bus...