Padre de los huérfanos y defensor de las viudas es Dios en Su santa morada. Dios prepara un hogar para los solitarios. (Salmo 68:5-6a)
Puede que esta sea tu condición hoy: te faltan la presencia o las referencias familiares más importantes de tu vida... Puede que hayas sufrido la pérdida de tu padre, de tu madre, o de ambos, y que hoy seas huérfano ... O quizás eres viuda o viudo ... O te sientes solo porque has perdido un hijo, un amigo o un compañero y te sientes abandonado. Puede ser que, aunque no hayas experimentado ninguna de esas situaciones de pérdida, te sientas solo, como alguien que aun rodeado por una gran multitud de personas, siente gran soledad. Sin nadie en quien poder confiar de verdad.
Cualquiera que sea tu historia o tu situación, hay esperanza para ti. Dios es el amigo fiel y verdadero de todos los que se sienten solos. Él es Padre para los que no tienen padres, defiende el derecho de las viudas y hace que el solitario viva en familia. Confía en este Dios que cuida de todos los que se sienten débiles, abandonados y solitarios. Estando con Jesús no volverás a sentirte solo jamás.
Abandonando hoy la soledad:
Cree que Dios está siempre presente. Confía aun cuando no lo puedas sentir, porque Jesús prometió estar siempre a tu lado. ¡Puedes confiar en él!
Ora cada vez que te sientas solo, ¡clama a Jesucristo! Cuéntale todo lo que te está sucediendo.
Además de Dios, que nunca te abandona, puedes contar también con otras personas. Mira a tu alrededor y verás cómo Dios añade personas especiales a tu vida.
No dejes de congregarte. No cedas a la tendencia natural de aislarte y busca tu familia en la fe, reúnete en una iglesia, conversa y pide oración a otros hermanos en Cristo.
Lee la Biblia, escucha y canta alabanzas. Llena tu corazón todos los días con la Palabra y con la alegría de Dios.
Para orar:
Padre amado, gracias porque cuidas de todos aquellos que se sienten solos. Gracias porque te interesas por nuestra condición, atiendes nuestras oraciones y llenas el vacío de nuestros corazones con tu gran amor. Ayúdame a sentir que contigo no estaré nunca solo y que puedes aumentar mis amigos y añadir una gran familia en ti. Te agradezco porque eres mi mejor y más grande amigo. En el nombre de Jesús, amén.
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