Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Jesús nos hace libres


Así que, si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres. (Juan 8:36)

La agenda apretada, esa rutina ajetreada del día a día, no nos deja darnos cuenta de cuán presos estamos. Pero la verdadera prisión no es la que nos limita el espacio, los horarios, los compromisos o los afanes diarios. Hay cadenas mucho más fuertes que pueden estar aprisionando el alma, la mente y el carácter de las personas, cautivándolas y atrapándolas.

¿Alguna vez has intentado abandonar un mal hábito o vicio (mentira, robo, egoísmo, adulterio, drogas, etc.) y no lograste hacerlo solo? ¿Te has sentido condicionado a hacer cosas que no te gustaría hacer y por eso te has sentido avergonzado?

La Biblia nos dice que todo ser humano es prisionero del pecado. Por más que intente deshacerse solo de esas ataduras, no lo conseguirá. Solamente Jesucristo puede romper las cadenas que nos atan cuando nos volvemos a él arrepentidos y con fe para seguirlo.

Así que, cuando él nos liberta, esto es un hecho: ¡nunca más seremos esclavos del pecado! Cuando decides conocer más a Jesús, recibes una nueva vida y encuentras la verdadera libertad en Cristo.


Lo que puedes hacer hoy para ser libre en Cristo:

Si reconoces un hábito como pecado, arrepiéntete, confiésalo y abandona esa práctica.

Ora pidiendo al Señor que te ayude a no vivir practicando el pecado.

Busca conocer más a Jesús a través de la sagrada Biblia. Él es quien te puede libertar de todo mal.

Conversa con hermanos más maduros en la fe, comparte sobre tu dificultad y pide oración.

Para orar:

Señor Jesús, quiero ser libre de todo mal que me aprisiona. Ayúdame a vencer las cadenas del pecado para que yo pueda experimentar una nueva vida en ti y pueda recibir la verdadera libertad. En el nombre de Jesús, amén.

Comentarios

NOVEDADES

¿Que significa Esfuerzate y se valiente, no temas ni desmayes?

Respuesta: Muchas veces a lo largo de nuestras vidas, cuando estamos mas cerca de la bendición que Dios tiene para nosotros, somos victimas del desanimo y olvidamos que Dios prometió no desampararnos nunca.  A propósito, las únicas personas que se desaniman son aquellas que luchan por algo grande.  El desanimo rara vez toca al corazón de la gente sin visión y sin metas, siendo el arma del enemigo para aquellos que saben lo que quieren. “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes.  Porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” Josué 1:7 Dios ha prometido estar contigo todos los dias de tu vida. En el libro de Josue, cuando el pueblo de Israel se preparaba para la conquista de Canaan, y entrar en la tierra prometida,  Dios le promete a Josuè que nunca lo desamparará y requiere de él de dos virtudes indispensables, el esfuerzo y la valentía.  Dios no ha cambiado hoy y requiere que sus hijos nos mantengamos en pie ...

Soy nueva criatura, lo viejo ya pasó

Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo! (2 Corintios 5:17) Son muchas las personas que conocen este versículo. Piensa en esto, ¿eres una nueva criatura? Eso significa abandonar las prácticas antiguas a través de la renovación de Cristo en nuestra vida.  Ser nueva creación en Cristo nos hace estar abiertos a anunciar las buenas nuevas del Evangelio. Si has aceptado a Jesús como tu único Salvador, ya eres una nueva criatura.  Pero para mantener esa renovación en tu vida debes buscar a Dios de todo corazón. Siempre que buscamos a Dios, él se nos revela y recibimos algo nuevo para nuestra vida. Una nueva criatura. Evita las viejas prácticas, renueva tu mente. Piensa con la mente de Cristo, imítale a él.  Habla con tus colegas sobre cómo Cristo te cambió y te hizo una nueva criatura. Comparte tu experiencia. Deja atrás lo que pasó, perdona y pide perdón. Anda un nue...

Cuidado con los juicios

No juzguen a nadie, para que nadie los juzgue a ustedes. Porque tal como juzguen se les juzgará, y con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes. - Mateo 7:1-2 ¿Cuál es la medida con la que juzgas los errores de los demás? ¿Es la misma que usas contigo mismo? Jesús avisó que muchas veces nos fijamos en la mota que está en el ojo de otra persona, pero no nos damos cuenta de que tenemos una viga entera en nuestro propio ojo. Debemos aprender a distinguir entre lo que es cierto y lo que no lo es. Antes de fijarnos en los demás necesitamos examinar nuestro propio corazón. ¿Será que nos estamos condenando a nosotros mismos cuando señalamos el error de otro? Si es así, necesitamos cambiar y dejar nuestros errores antes de ayudar a otra persona a cambiar. Evita los juicios hipócritas: Reconoce tus pecados delante de Dios y pide perdón Pide ayuda a Jesús para cambiar de vida y dejar el pecado En vez de condenar a otros, muestra perdón y misericordia Dios es el gran juez y tiene todo...