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Tránslate / Traducción

La multiforme gracia de Dios


Cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya recibido, administrando fielmente la gracia de Dios en sus diversas formas. (1 Pedro 4:10)

La obra de Dios es cuidadosa y creativa. Si miramos a nuestro alrededor veremos que él obró y obra de formas variadas para el bienestar de todos. El cielo luminoso con las estrellas, las flores, los aromas, los frutos y los sabores... La luz y el calor del sol mañana tras mañana. Todos recibimos diariamente dádivas gratuitas fruto del gran amor de Dios.

Además de la vida, Dios nos ha dado muchas cosas buenas. El mejor regalo que Dios nos dio fue su Hijo Jesús y en él tenemos todas las otras bendiciones. En Jesús podemos servir con nuestros dones y compartir la gracia del Señor de diversas formas. Podemos sonreír, ser amables, dar, perdonar, ayudar, cuidar, proteger, amar... ¿Cómo puedes servir hoy a alguien?

Sé un agente de la múltiple gracia de Dios
Reflexiona un poco sobre tu vida y las bendiciones recibidas. ¡Da gracias a Dios por eso!
Ora y pon a la disposición de otros lo que tienes que puede ayudarlos a ser más felices.

Dar algo gratuitamente es parte esencial del estilo de vida cristiano. Abre tu corazón, tu sonrisa, los armarios. Dona comida o ropa que no necesitas, da algo precioso a alguien.

Tal vez piensas que no tienes nada material (o financiero) para dar, pero Dios te ha dado otros recursos. Usa tus dones personales para ayudar a alguien necesitado.

¡Mantente atento! Hay muchas personas cerca de ti que pueden recibir algo de Dios a través de tu vida.
Ora por alguien. Interésate de verdad en la felicidad de otra persona.

Para orar:
Señor mi Dios, gracias por darme más de lo que es suficiente para vivir. Ayúdame a estar atento a las personas que pasan por mi vida y despiértame para ser un canal de tu gracia también para ellas. Que yo pueda alegrarme en dar y en poder ser instrumento de tu favor. Enséñame a seguir los pasos de Jesús que actuó con gracia y misericordia, entregando todo por amor y obediencia a ti. Amén. 

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NOVEDADES

Regocijaos en el Señor

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! (Filipenses 4:4) Jesús es el motivo de mi sonrisa, porque en su presencia encuentro la verdadera alegría. No es una alegría pasajera que depende de las circunstancias, sino una paz duradera que trasciende las dificultades. En medio de las dificultades de la vida, puedo confiar en que él está a mi lado, tomándome de la mano y guiándome por el camino seguro. La sonrisa que Jesús pone en mi rostro es un reflejo de su amor inconmensurable. Cuando miro la cruz, recuerdo el sacrificio que él hizo por mí y mi corazón se llena de gratitud. Él me amó primero, incluso cuando todavía estaba perdido. Este amor incondicional me sostiene y me da fuerzas para afrontar cada nuevo día con esperanza. Las promesas de Jesús son fuentes de alegría. Él nos prometió vida abundante y en su palabra encuentro consuelo y dirección. Cuando estoy cansado, encuentro descanso en sus brazos. Cuando estoy triste, él es mi alegría. Cuando soy débil, él es mi f...

¿Qué debo hacer cuando no logro entender?

Lo secreto le pertenece al Señor nuestro Dios, pero lo revelado nos pertenece a nosotros y a nuestros hijos para siempre, para que obedezcamos todas las palabras de esta ley. (Deuteronomio 29:29) Moisés llegaba al final de su vida. Él estaba consciente de que moriría poco después sin lograr entrar a la "Tierra Prometida". En sus últimas palabras para el pueblo de Israel, él afirmó que existen cosas encubiertas para nosotros. Son cosas que no entenderemos jamás en esta vida, pues huyen a nuestra comprensión humana. Hay tres actitudes que nos pueden ayudar a lidiar con lo que no logramos entender: Confianza - Aun cuando no entendamos lo que sucede, podemos confiar en el Señor, pues sabemos que él conoce lo que es mejor para nosotros. Obediencia - No necesitamos entender para obedecer. La confianza nos lleva a obedecer aunque no entendamos todo. Humildad - Obedecer sin comprender, también exige humildad. La humildad nos ayudará a aceptar aquello que no entendemos. Confía y obede...

Conectado con Dios

En el mundo acelerado en el que vivimos, es fácil quedar atrapado en las redes sociales, los juegos, la música y todas las distracciones que nos ofrece la vida moderna.  Pero como cristianos, es esencial que recordemos este versículo: Clama a mí y te responderé; te daré a conocer cosas grandes e inaccesibles que tú no sabes. (Jeremías 33:3) La tecnología nos permite estar conectados con el mundo, pero a veces nos olvidamos de conectarnos con Dios. Él siempre está dispuesto a escuchar nuestras oraciones, responder nuestras preguntas y revelarnos maravillas que van más allá del entendimiento humano. La oración es nuestra conexión directa con Dios. Conectarnos con Dios no significa abandonar nuestra vida cotidiana, sino que lo incluimos en todos los aspectos de la misma. Al comenzar el día con oración, dar gracias por sus bendiciones, buscar su guía en tiempos de duda y compartir su mensaje de amor y esperanza con los demás, estamos verdaderamente conectados con Dios. A medida que bus...