Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Hasta aquí nos cuidó el Señor

Después Samuel tomó una piedra, la colocó entre Mizpa y Sen, y la llamó Ebenezer, «El Señor no ha dejado de ayudarnos». (1 Samuel 7:12)

Dios demostró su gracia dando la victoria a su pueblo. Él perdonó a Israel que andaba lejos de sus caminos, cuando el pueblo se volvió hacia él arrepentido. 

Dios oyó su clamor y sus oraciones y los salvó de los enemigos filisteos, dándoles una grande victoria en la batalla. De la misma forma, él pelea nuestras guerras.

Samuel levantó una piedra y la llamó EBENEZER - que significa en hebreo "piedra de ayuda". 

Lo hizo para reconocer y agradecer el favor y la bondad del Señor. Él es la Piedra principal que fundamenta su pueblo. 

Él cuida de todos los que se refugian en él. El Señor nos sustenta en la fuerza de su poder y cuida de ti por amor. Por eso, tú también puedes decir hoy Ebenezer. 

¡El Señor nos ha cuidado!

Agradece al Soberano por toda la ayuda

La gratitud, la fe y la esperanza son marcas importantes en la vida de los cristianos. Da gracias a Dios por todas sus bendiciones.

Definir tiempos que marquen la diferencia o tener en cuenta tiempos memoriales (particulares o públicos) para recordar la bondad del Señor para contigo y para con tu familia.

Ora y da gracias al Señor. Echa sobre él toda la ansiedad porque él tiene cuidado de ti.


Para orar:

Señor, te doy gracias porque me has sustentado hasta aquí. ¡Tú eres mi roca! Gracias por interesarte por mí y por ayudarme en el camino día tras día. 

Tu mano me fortalece y me conduce. No me dejes seguir solo, Dios. Aunque vengan dificultades, yo creo que tu presencia me guiará cuidándome cada día. En el nombre de Jesús te doy las gracias, amén.

Comentarios

NOVEDADES

LA UNIDAD DE EL CRISTIANO: Estudio Bíblico

¿CON QUÉ AUTORDAD? “Mas no ruego sólo por estos, sino también por los que han de creer en mi por la palabra de ellos, para que todos sean uno. Como tu, oh Padre, estas en mi y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tu me enviaste” ( Hechos 17:20-21 , LBLA). INTRODUCCIÓN Este pasaje del evangelio según Juan capitulo 17:20-21 muestra claramente cuál es la voluntad de Dios en cuanto a la clase de unidad que Dios desea de los creyentes. Animo a todos los lectores a que presten mucha atención a este tema ya que es uno de mucha importancia. Les animo a que practiquen los siguientes tres pasajes Bíblicos ( Hechos 17:11; 1 Tesalonicenses 5:21 & 1 Juan 4:1 ). Espero que después que haya leído estos pasajes usted crea lo que dice la Biblia y no lo que yo digo. Lo que siempre debe de importarnos es lo que dice Dios y no lo que los hombres, y sus doctrinas enseñan. La unidad del cristiano es un tema muy importante a considerar. Dios desea que Su pueblo este...

No le des la espalda a Dios, por tu propio bien!

No te expongas al peligro, por tu propia voluntad Muchos sabemos lo que es estar en una situación difícil, cuesta arriba  o en una pendiente muy inclinada y resbaladiza, ya sea por agua, lodo,  hielo o cascajo suelto. Hace años atrás, hablaba con un amigo y hermano en cristo, acerca de las entonces dificultades y obstáculos que un cristiano suele enfrentar en su diario vivir. Cuando alguien usa estas palabras  «estoy en una situación difícil y no quiero fallarle a Dios»  para tratar de evitar un paso en falso, aunque sea pequeño, en una dirección peligrosa, entendemos muy bien la advertencia. Sentimos ansiedad por una decisión que, de pronto, podría colocarnos en un terreno perjudicial (peligroso). Muchos también sabemos que la Biblia describe los caminos resbaladizos en los que terminamos cuando deliberadamente le damos la espalda a Dios. El profeta Jeremías se refiere a aquellos que voluntariamente ignoran el peligro real, la palabra d...

No confundas los desafíos con derrotas

Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. (Juan 16:33) En la vida es común enfrentar momentos en los que todo parece desmoronarse. Las puertas se cierran, soplan vientos contrarios y el alma se siente abatida. En momentos así, muchos confunden el desafío con la derrota. Pero es importante entender que el desafío es una parte esencial del crecimiento, no el final del viaje. Los desafíos nos moldean, nos fortalecen y nos acercan a Dios. Nos enseñan a confiar más, a orar con más fervor y a depender completamente de la gracia de Dios. Cuando David se enfrentó a Goliat, fue un desafío, no una derrota. Cuando José fue vendido por sus hermanos y arrojado a la cárcel, fue un proceso, no el final de la historia. Dios nunca prometió una ausencia de luchas, pero garantizó su presencia constante en medio de ellas. Él convierte el desierto en un camino y el dolor en un propósito. Si hoy estás enfrentando algo difícil,...