Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Dios es nuestra porción diaria


“El SEÑOR es mi porción”, ha dicho mi alma; “por eso, en él esperaré”. (Lamentaciones 3:24)

Dios es nuestra porción diaria, quien suple todas nuestras necesidades. Así como el maná caía del cielo todos los días para alimentar al pueblo de Israel en el desierto, el Señor nos ofrece sustento diario para enfrentar cada día. No se trata solo de alimentos o bienes materiales, sino también de fortaleza, esperanza y paz para los desafíos de la vida.

A menudo nos preocupamos por el futuro, ansiosos por lo que está por venir. Sin embargo, Dios nos invita a confiar en él, sabiendo que él cuida de nosotros día tras día. Jesús nos enseñó a orar: “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.” (Mateo 6:11), lo que nos recuerda que no necesitamos vivir angustiados por el mañana, sino que debemos depender de Dios para el sustento diario.

Dios es suficiente para nosotros. Él es más que capaz de satisfacer todas nuestras necesidades físicas, emocionales y espirituales. Cuando confiamos en él, encontramos descanso para nuestra alma, porque sabemos que Dios es fiel. Él es nuestra porción, el que nunca falla, y podemos descansar sabiendo que él estará con nosotros todos los días.

Busquemos cada mañana en Dios lo que necesitamos para vivir. Su gracia, amor y provisión son nuevos cada día. No importa cuáles sean las circunstancias que nos rodean, podemos confiar en que el Señor es nuestra porción diaria, el suministro constante que nunca se acaba.

¡Dios es nuestro sustento!

Confía en Dios diariamente para satisfacer tus necesidades físicas y espirituales con fe.

Ora pidiendo a Dios fortaleza para el día presente, sin preocuparte excesivamente por el futuro.

Busca en Dios, cada mañana, la paz y la esperanza para afrontar los desafíos de la vida.

Para orar:

Señor, gracias por ser nuestra porción y sustento diario en todos los ámbitos de la vida. Ayúdanos a confiar en ti, descansando en tu provisión y amor. Renueva nuestras fuerzas cada mañana y danos paz para afrontar los desafíos del día. Que siempre dependamos de ti. En el nombre de Jesús, amén.

Comentarios

NOVEDADES

LA UNIDAD DE EL CRISTIANO: Estudio Bíblico

¿CON QUÉ AUTORDAD? “Mas no ruego sólo por estos, sino también por los que han de creer en mi por la palabra de ellos, para que todos sean uno. Como tu, oh Padre, estas en mi y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tu me enviaste” ( Hechos 17:20-21 , LBLA). INTRODUCCIÓN Este pasaje del evangelio según Juan capitulo 17:20-21 muestra claramente cuál es la voluntad de Dios en cuanto a la clase de unidad que Dios desea de los creyentes. Animo a todos los lectores a que presten mucha atención a este tema ya que es uno de mucha importancia. Les animo a que practiquen los siguientes tres pasajes Bíblicos ( Hechos 17:11; 1 Tesalonicenses 5:21 & 1 Juan 4:1 ). Espero que después que haya leído estos pasajes usted crea lo que dice la Biblia y no lo que yo digo. Lo que siempre debe de importarnos es lo que dice Dios y no lo que los hombres, y sus doctrinas enseñan. La unidad del cristiano es un tema muy importante a considerar. Dios desea que Su pueblo este...

No le des la espalda a Dios, por tu propio bien!

No te expongas al peligro, por tu propia voluntad Muchos sabemos lo que es estar en una situación difícil, cuesta arriba  o en una pendiente muy inclinada y resbaladiza, ya sea por agua, lodo,  hielo o cascajo suelto. Hace años atrás, hablaba con un amigo y hermano en cristo, acerca de las entonces dificultades y obstáculos que un cristiano suele enfrentar en su diario vivir. Cuando alguien usa estas palabras  «estoy en una situación difícil y no quiero fallarle a Dios»  para tratar de evitar un paso en falso, aunque sea pequeño, en una dirección peligrosa, entendemos muy bien la advertencia. Sentimos ansiedad por una decisión que, de pronto, podría colocarnos en un terreno perjudicial (peligroso). Muchos también sabemos que la Biblia describe los caminos resbaladizos en los que terminamos cuando deliberadamente le damos la espalda a Dios. El profeta Jeremías se refiere a aquellos que voluntariamente ignoran el peligro real, la palabra d...

No confundas los desafíos con derrotas

Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. (Juan 16:33) En la vida es común enfrentar momentos en los que todo parece desmoronarse. Las puertas se cierran, soplan vientos contrarios y el alma se siente abatida. En momentos así, muchos confunden el desafío con la derrota. Pero es importante entender que el desafío es una parte esencial del crecimiento, no el final del viaje. Los desafíos nos moldean, nos fortalecen y nos acercan a Dios. Nos enseñan a confiar más, a orar con más fervor y a depender completamente de la gracia de Dios. Cuando David se enfrentó a Goliat, fue un desafío, no una derrota. Cuando José fue vendido por sus hermanos y arrojado a la cárcel, fue un proceso, no el final de la historia. Dios nunca prometió una ausencia de luchas, pero garantizó su presencia constante en medio de ellas. Él convierte el desierto en un camino y el dolor en un propósito. Si hoy estás enfrentando algo difícil,...