Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

No se cae ni una hoja de un árbol sin que Dios lo permita


La frase "No se cae ni una hoja de un árbol sin que Dios lo permita" nos recuerda que Dios tiene siempre el control de las cosas. Esto significa que nada sucede sin que él lo permita.  Así como una hoja no cae del árbol sin que Dios lo permita, las cosas en nuestra vida también suceden según lo que él quiere.

Y sabrán todos los árboles del campo que yo Jehová abatí el árbol elevado, levanté el árbol bajo, hice secar el árbol verde, e hice reverdecer el árbol seco. Yo Jehová lo he hablado y lo he cumplido (Ezequiel 17:24)

Ese dicho nos hace pensar en confiar más en Dios y no preocuparnos tanto por los problemas que nos rodean. Incluso cuando las cosas son difíciles, podemos confiar en que Dios nos está cuidando. 

También nos recuerda que necesitamos a Dios para todo.  Así como una hoja necesita del árbol para vivir, nosotros necesitamos que Dios nos sostenga y proteja.

Por eso, podemos estar tranquilos sabiendo que Dios cuida de nosotros en cada situación.

Confía en Dios
Confía en la sabiduría y el amor de Dios, quien te guía en cada situación. Dios está en control.

En lugar de preocuparte por el futuro, entrega tus preocupaciones a Dios. Confía en que él tiene un plan para tu vida y cuidará de ti. 

Cultiva una actitud de gratitud en todas las circunstancias. Agradece todas las bendiciones que Dios te da. 

Para orar:
Señor, confío en tu cuidado constante. Guíame a lo largo de las estaciones de mi vida con tu infinita sabiduría. Ayúdame a abandonar la ansiedad y cultivar una fe inquebrantable en tu providencia. Ayúdame a reconocer y agradecer tus bendiciones en mi vida. Amén.

Comentarios

NOVEDADES

LA UNIDAD DE EL CRISTIANO: Estudio Bíblico

¿CON QUÉ AUTORDAD? “Mas no ruego sólo por estos, sino también por los que han de creer en mi por la palabra de ellos, para que todos sean uno. Como tu, oh Padre, estas en mi y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tu me enviaste” ( Hechos 17:20-21 , LBLA). INTRODUCCIÓN Este pasaje del evangelio según Juan capitulo 17:20-21 muestra claramente cuál es la voluntad de Dios en cuanto a la clase de unidad que Dios desea de los creyentes. Animo a todos los lectores a que presten mucha atención a este tema ya que es uno de mucha importancia. Les animo a que practiquen los siguientes tres pasajes Bíblicos ( Hechos 17:11; 1 Tesalonicenses 5:21 & 1 Juan 4:1 ). Espero que después que haya leído estos pasajes usted crea lo que dice la Biblia y no lo que yo digo. Lo que siempre debe de importarnos es lo que dice Dios y no lo que los hombres, y sus doctrinas enseñan. La unidad del cristiano es un tema muy importante a considerar. Dios desea que Su pueblo este...

No le des la espalda a Dios, por tu propio bien!

No te expongas al peligro, por tu propia voluntad Muchos sabemos lo que es estar en una situación difícil, cuesta arriba  o en una pendiente muy inclinada y resbaladiza, ya sea por agua, lodo,  hielo o cascajo suelto. Hace años atrás, hablaba con un amigo y hermano en cristo, acerca de las entonces dificultades y obstáculos que un cristiano suele enfrentar en su diario vivir. Cuando alguien usa estas palabras  «estoy en una situación difícil y no quiero fallarle a Dios»  para tratar de evitar un paso en falso, aunque sea pequeño, en una dirección peligrosa, entendemos muy bien la advertencia. Sentimos ansiedad por una decisión que, de pronto, podría colocarnos en un terreno perjudicial (peligroso). Muchos también sabemos que la Biblia describe los caminos resbaladizos en los que terminamos cuando deliberadamente le damos la espalda a Dios. El profeta Jeremías se refiere a aquellos que voluntariamente ignoran el peligro real, la palabra d...

No confundas los desafíos con derrotas

Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. (Juan 16:33) En la vida es común enfrentar momentos en los que todo parece desmoronarse. Las puertas se cierran, soplan vientos contrarios y el alma se siente abatida. En momentos así, muchos confunden el desafío con la derrota. Pero es importante entender que el desafío es una parte esencial del crecimiento, no el final del viaje. Los desafíos nos moldean, nos fortalecen y nos acercan a Dios. Nos enseñan a confiar más, a orar con más fervor y a depender completamente de la gracia de Dios. Cuando David se enfrentó a Goliat, fue un desafío, no una derrota. Cuando José fue vendido por sus hermanos y arrojado a la cárcel, fue un proceso, no el final de la historia. Dios nunca prometió una ausencia de luchas, pero garantizó su presencia constante en medio de ellas. Él convierte el desierto en un camino y el dolor en un propósito. Si hoy estás enfrentando algo difícil,...