Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Te desanima tu aparente falta de crecimiento espiritual?


En su casa nueva, Raquel encontró una planta abandonada en un rincón oscuro de la cocina.

Las hojas arrugadas y polvorientas parecían de una orquídea enmohecida, y se imaginó lo hermosa que luciría la planta cuando brotara de nuevo.

Movió la maceta a un lugar cerca de la ventana, le cortó las hojas y la regó.

Compró fertilizante y lo puso en las raíces.

Durante semanas, inspeccionó la planta, pero los brotes no aparecían.

«Le daré un mes más —nos comento, a su esposo y a mi—.

Si no pasa nada para entonces, la tiro».

Cuando llegó el día de decidir, no podía creer lo que veía: ¡dos pequeños brotes estaban asomando entre las hojas!

La planta que estuvo a punto de descartar seguía viva.

A veces, ¿te desanima tu aparente falta de crecimiento espiritual?

Quizá te descontrolas con frecuencia o disfrutas de ese chisme malicioso que no puedes evitar contarle a alguien.

O tal vez te levantes demasiado tarde como para orar o leer tu Biblia, aunque habías decidido poner la alarma más temprano.

¿Por qué no le cuentas a un amigo confiable sobre las áreas de tu vida en las que deseas crecer espiritualmente, y le pides que ore por ti y te aliente a ser responsable?

Ten paciencia.

Crecerás en la medida en que permitas
que el Espíritu Santo obre en ti.

Oremos:

"Señor, dame paciencia conmigo mismo y con los demás, te lo suplico en el nombre de tu Hijo Jesus, Amen"

Cada pequeño paso de fe es un escalón gigante de crecimiento.

Comentarios

NOVEDADES

Regocijaos en el Señor

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! (Filipenses 4:4) Jesús es el motivo de mi sonrisa, porque en su presencia encuentro la verdadera alegría. No es una alegría pasajera que depende de las circunstancias, sino una paz duradera que trasciende las dificultades. En medio de las dificultades de la vida, puedo confiar en que él está a mi lado, tomándome de la mano y guiándome por el camino seguro. La sonrisa que Jesús pone en mi rostro es un reflejo de su amor inconmensurable. Cuando miro la cruz, recuerdo el sacrificio que él hizo por mí y mi corazón se llena de gratitud. Él me amó primero, incluso cuando todavía estaba perdido. Este amor incondicional me sostiene y me da fuerzas para afrontar cada nuevo día con esperanza. Las promesas de Jesús son fuentes de alegría. Él nos prometió vida abundante y en su palabra encuentro consuelo y dirección. Cuando estoy cansado, encuentro descanso en sus brazos. Cuando estoy triste, él es mi alegría. Cuando soy débil, él es mi f...

¿Qué debo hacer cuando no logro entender?

Lo secreto le pertenece al Señor nuestro Dios, pero lo revelado nos pertenece a nosotros y a nuestros hijos para siempre, para que obedezcamos todas las palabras de esta ley. (Deuteronomio 29:29) Moisés llegaba al final de su vida. Él estaba consciente de que moriría poco después sin lograr entrar a la "Tierra Prometida". En sus últimas palabras para el pueblo de Israel, él afirmó que existen cosas encubiertas para nosotros. Son cosas que no entenderemos jamás en esta vida, pues huyen a nuestra comprensión humana. Hay tres actitudes que nos pueden ayudar a lidiar con lo que no logramos entender: Confianza - Aun cuando no entendamos lo que sucede, podemos confiar en el Señor, pues sabemos que él conoce lo que es mejor para nosotros. Obediencia - No necesitamos entender para obedecer. La confianza nos lleva a obedecer aunque no entendamos todo. Humildad - Obedecer sin comprender, también exige humildad. La humildad nos ayudará a aceptar aquello que no entendemos. Confía y obede...

Conectado con Dios

En el mundo acelerado en el que vivimos, es fácil quedar atrapado en las redes sociales, los juegos, la música y todas las distracciones que nos ofrece la vida moderna.  Pero como cristianos, es esencial que recordemos este versículo: Clama a mí y te responderé; te daré a conocer cosas grandes e inaccesibles que tú no sabes. (Jeremías 33:3) La tecnología nos permite estar conectados con el mundo, pero a veces nos olvidamos de conectarnos con Dios. Él siempre está dispuesto a escuchar nuestras oraciones, responder nuestras preguntas y revelarnos maravillas que van más allá del entendimiento humano. La oración es nuestra conexión directa con Dios. Conectarnos con Dios no significa abandonar nuestra vida cotidiana, sino que lo incluimos en todos los aspectos de la misma. Al comenzar el día con oración, dar gracias por sus bendiciones, buscar su guía en tiempos de duda y compartir su mensaje de amor y esperanza con los demás, estamos verdaderamente conectados con Dios. A medida que bus...