En su casa nueva, Raquel encontró una planta abandonada en un rincón oscuro de la cocina.
Las hojas arrugadas y polvorientas parecían de una orquídea enmohecida, y se imaginó lo hermosa que luciría la planta cuando brotara de nuevo.
Movió la maceta a un lugar cerca de la ventana, le cortó las hojas y la regó.
Compró fertilizante y lo puso en las raíces.
Durante semanas, inspeccionó la planta, pero los brotes no aparecían.
«Le daré un mes más —nos comento, a su esposo y a mi—.
Si no pasa nada para entonces, la tiro».
Cuando llegó el día de decidir, no podía creer lo que veía: ¡dos pequeños brotes estaban asomando entre las hojas!
La planta que estuvo a punto de descartar seguía viva.
A veces, ¿te desanima tu aparente falta de crecimiento espiritual?
Quizá te descontrolas con frecuencia o disfrutas de ese chisme malicioso que no puedes evitar contarle a alguien.
O tal vez te levantes demasiado tarde como para orar o leer tu Biblia, aunque habías decidido poner la alarma más temprano.
¿Por qué no le cuentas a un amigo confiable sobre las áreas de tu vida en las que deseas crecer espiritualmente, y le pides que ore por ti y te aliente a ser responsable?
Ten paciencia.
Crecerás en la medida en que permitas
que el Espíritu Santo obre en ti.
Oremos:
Movió la maceta a un lugar cerca de la ventana, le cortó las hojas y la regó.
Compró fertilizante y lo puso en las raíces.
Durante semanas, inspeccionó la planta, pero los brotes no aparecían.
«Le daré un mes más —nos comento, a su esposo y a mi—.
Si no pasa nada para entonces, la tiro».
Cuando llegó el día de decidir, no podía creer lo que veía: ¡dos pequeños brotes estaban asomando entre las hojas!
La planta que estuvo a punto de descartar seguía viva.
A veces, ¿te desanima tu aparente falta de crecimiento espiritual?
Quizá te descontrolas con frecuencia o disfrutas de ese chisme malicioso que no puedes evitar contarle a alguien.
O tal vez te levantes demasiado tarde como para orar o leer tu Biblia, aunque habías decidido poner la alarma más temprano.
¿Por qué no le cuentas a un amigo confiable sobre las áreas de tu vida en las que deseas crecer espiritualmente, y le pides que ore por ti y te aliente a ser responsable?
Ten paciencia.
Crecerás en la medida en que permitas
que el Espíritu Santo obre en ti.
Oremos:
"Señor, dame paciencia conmigo mismo y con los demás, te lo suplico en el nombre de tu Hijo Jesus, Amen"
Cada pequeño paso de fe es un escalón gigante de crecimiento.
Cada pequeño paso de fe es un escalón gigante de crecimiento.
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