Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Te damos gracias, oh Dios

 

Te damos gracias, oh Dios, te damos gracias e invocamos tu Nombre;  ¡todos hablan de tus obras portentosas! (Salmo 75:1)

El Salmo 75:1 nos da un poderoso recordatorio de la soberanía de Dios en nuestras vidas. 

En este versículo, se nos llama dos veces a dar gracias a Dios, enfatizando la importancia de la gratitud en nuestra relación con el Señor.

En primer lugar, la gratitud es la actitud correcta hacia Dios. Cuando reconocemos que todo lo que tenemos y somos proviene de él, nuestra respuesta natural es darle gracias. Agradecer a Dios no solo nos pone en un estado de humildad, sino que también abre nuestros corazones a su continua bendición y gracia.

El Salmo también nos recuerda que el nombre de Dios está cerca. Él no es un Dios lejano o inaccesible, sino que está siempre cerca de nosotros. Podemos invocarlo en oración, buscar su guía y encontrar consuelo en su presencia constante.

Tenemos el desafío de contar las maravillas de Dios. Cada uno de nosotros tiene experiencias personales de las maravillas que Dios ha hecho en nuestras vidas. Compartir estas historias no solo fortalece nuestra propia fe, sino que también inspira a otros a reconocer la grandeza de Dios.

Al meditar en el Salmo 75:1, seamos un pueblo agradecido, reconociendo la cercanía de Dios en nuestras vidas y compartiendo las maravillas que ha hecho. Que nuestro agradecimiento sea un testimonio vivo de su grandeza y amor eterno.

¡Te damos gracias!

Cultiva la gratitud diariamente: practica la gratitud, reconociendo las bendiciones de Dios en tu vida y dando gracias por ellas con regularidad.

Busca la presencia de Dios: sé consciente de la cercanía de Dios en tu vida, confiando en él tanto en los momentos de necesidad como en los de alegría.

Comparte tus experiencias con Dios: sé testigo de las maravillas que Dios ha hecho en tu vida con otros e inspíralos a reconocer su grandeza.

Para orar:

Señor, te damos gracias por tu constante cercanía en nuestras vidas. Llénanos de gratitud y permítenos compartir tus maravillas, siendo testigos vivos de tu amor y poder. Amén.

Comentarios

NOVEDADES

LA UNIDAD DE EL CRISTIANO: Estudio Bíblico

¿CON QUÉ AUTORDAD? “Mas no ruego sólo por estos, sino también por los que han de creer en mi por la palabra de ellos, para que todos sean uno. Como tu, oh Padre, estas en mi y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tu me enviaste” ( Hechos 17:20-21 , LBLA). INTRODUCCIÓN Este pasaje del evangelio según Juan capitulo 17:20-21 muestra claramente cuál es la voluntad de Dios en cuanto a la clase de unidad que Dios desea de los creyentes. Animo a todos los lectores a que presten mucha atención a este tema ya que es uno de mucha importancia. Les animo a que practiquen los siguientes tres pasajes Bíblicos ( Hechos 17:11; 1 Tesalonicenses 5:21 & 1 Juan 4:1 ). Espero que después que haya leído estos pasajes usted crea lo que dice la Biblia y no lo que yo digo. Lo que siempre debe de importarnos es lo que dice Dios y no lo que los hombres, y sus doctrinas enseñan. La unidad del cristiano es un tema muy importante a considerar. Dios desea que Su pueblo este...

No le des la espalda a Dios, por tu propio bien!

No te expongas al peligro, por tu propia voluntad Muchos sabemos lo que es estar en una situación difícil, cuesta arriba  o en una pendiente muy inclinada y resbaladiza, ya sea por agua, lodo,  hielo o cascajo suelto. Hace años atrás, hablaba con un amigo y hermano en cristo, acerca de las entonces dificultades y obstáculos que un cristiano suele enfrentar en su diario vivir. Cuando alguien usa estas palabras  «estoy en una situación difícil y no quiero fallarle a Dios»  para tratar de evitar un paso en falso, aunque sea pequeño, en una dirección peligrosa, entendemos muy bien la advertencia. Sentimos ansiedad por una decisión que, de pronto, podría colocarnos en un terreno perjudicial (peligroso). Muchos también sabemos que la Biblia describe los caminos resbaladizos en los que terminamos cuando deliberadamente le damos la espalda a Dios. El profeta Jeremías se refiere a aquellos que voluntariamente ignoran el peligro real, la palabra d...

No confundas los desafíos con derrotas

Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. (Juan 16:33) En la vida es común enfrentar momentos en los que todo parece desmoronarse. Las puertas se cierran, soplan vientos contrarios y el alma se siente abatida. En momentos así, muchos confunden el desafío con la derrota. Pero es importante entender que el desafío es una parte esencial del crecimiento, no el final del viaje. Los desafíos nos moldean, nos fortalecen y nos acercan a Dios. Nos enseñan a confiar más, a orar con más fervor y a depender completamente de la gracia de Dios. Cuando David se enfrentó a Goliat, fue un desafío, no una derrota. Cuando José fue vendido por sus hermanos y arrojado a la cárcel, fue un proceso, no el final de la historia. Dios nunca prometió una ausencia de luchas, pero garantizó su presencia constante en medio de ellas. Él convierte el desierto en un camino y el dolor en un propósito. Si hoy estás enfrentando algo difícil,...