Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Escogidos por el amor eterno


Asimismo, nos escogió en él desde antes de la fundación del mundo para que fuéramos santos y sin mancha delante de él. En amor nos predestinó por medio de Jesucristo para adopción como hijos suyos, según el beneplácito de su voluntad.

(Efesios 1:4-5)

Incluso antes de que todo existiera, Dios ya había pensado en nosotros y nos había elegido. Él quería que fuéramos especiales para él, que no hiciéramos nada malo, sino que viviéramos correctamente, como él quiere. Él nos quería cerca, como hijos amados.

Por eso, Dios nos envió a Jesucristo, para mostrarnos su amor y darnos la oportunidad de ser parte de su familia. Jesús murió por nosotros en la cruz para salvarnos y darnos nueva vida.

Todo esto lo hizo porque Dios nos ama mucho y tiene un plan maravilloso para cada uno. Él quiere que vivamos una vida llena de amor, bondad y paz, siguiendo sus enseñanzas.

Por eso, podemos vivir con alegría y gratitud, sabiendo que somos amados por Dios y que él está siempre a nuestro lado. Podemos confiar en su amor, sabiendo que él cuida de nosotros y nos guía en cada paso de la vida. Podemos vivir felices, sabiendo que somos parte de la familia de Dios, y mirando al futuro con esperanza, sabiendo que un día estaremos para siempre a su lado, disfrutando de su infinito amor.

Creados para disfrutar del amor de Dios

Dios nos eligió antes de la creación para ser santos y amados, revelando su plan de hacernos parte de su familia a través de Jesucristo.

Dios desea que vivamos en comunión con él, reflejando su amor y siguiendo sus enseñanzas para una vida llena de paz y propósito.

El amor de Dios nos guía, nos sostiene y nos da esperanza, permitiéndonos vivir con gratitud y confianza bajo su cuidado constante en nuestras vidas.

Para orar:

Señor, en tu infinita bondad, te doy gracias por elegirme antes de la creación del mundo. Que pueda vivir en santidad, reflejando tu amor, siguiendo tus enseñanzas y confiando en tu presencia constante en mi vida. Amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

Con Cristo, todo el año es un año nuevo

Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. (Filipenses 3:13-14) El final del año es por lo general un momento de conmemoración, aunque no para todos. Para algunas personas pensar en el próximo año puede causar desánimo: "da igual, todos los años son iguales". No todos actúan de la misma manera ante la expectativa de un año nuevo. La mejor manera de romper con el desánimo es ser sincero con Dios. No hay nada mejor que abrir el corazón y exponer tus expectativas antes del "cambio de año". Dios es misericordioso, él nos oye, y es eso lo que desea que hagamos. Solo el Espíritu Santo es capaz de calmarnos y de confortarnos. ¡Permítele que lo haga! Sé sincero contigo y reconoce todo lo que Dios ha hecho en tu vida. Desarrollar un corazón agradeci...