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La obediencia como resultado del amor


En esto consiste el amor a Dios: en que obedezcamos sus mandamientos. Y estos no son difíciles de cumplir. (1 Juan 5:3)

¡Cuán difícil es para los padres de un bebé recién nacido seguir toda la lista de cuidados y exigencias que demanda el pequeñín recién llegado! Para los que todavía no han sido padres puede parecer demasiada molestia. Levantarse de madrugada, cambiar pañales, amamantar, dar el baño, preparar biberones y después papillas, lograr que se duerman, masajes para los cólicos, calmar el llanto y tantas otras cosas... ¡día tras día! Pero en realidad, hacer todo eso no es tan difícil para los padres. Sí que es un desafío agotador, pero es totalmente gratificante y entusiasmante. ¿Por qué? Porque ellos aman a su bebé.

De la misma manera, si amamos a Dios, sus mandamientos no son arduos para nosotros. No nos angustiamos al seguirlos porque le amamos a él. Jesús dijo una vez a sus discípulos que ellos serían sus amigos si hacían lo que él mandaba (Juan 15:14). La obediencia es la primera prueba de que amamos al Señor. Cuando cumplimos sus mandamientos revelamos que lo amamos de verdad. Pero lo más maravilloso es que esa obediencia no nos hace daño. ¡Todo lo contrario! Es buena para nosotros y trae como resultado la paz y el aliento en nuestros corazones.

Ama y obedece más a Dios

Ora a Dios y agradécele porque sus mandamientos son leves y llenos de gracia.

Reflexiona por un instante: ¿Amas a Dios? ¿Has obedecido sus mandamientos?

Antes de obedecer necesitas conocer y creer. Lee la Biblia a diario y escucha mensajes sobre la Palabra de Dios.

Pídele a Dios que te ayude a aprender y a obedecer sus mandamientos.

Más que oír, pon en práctica los mandamientos de Dios. El resumen de ellos es amar a Jesús y amar al prójimo.

¿Hay alguna cosa que te ha parecido demasiado pesada? Lee Mateo 11:25-30. Comparte tu carga con Jesús.

Comparte el amor de Dios con los que están a tu alrededor.

Para orar:

Señor mi Dios, gracias porque tú no nos sofocas con exigencias más pesadas de lo que podemos soportar. Por el contrario, tus mandamientos son sencillos y verdaderos. Ayúdame a obedecerlos diariamente sin esconderme o acobardarme. Te agradezco porque tú me amaste primero y me enseñas a amar en espíritu y en verdad. ¡Te amo, Dios! Que mi amor se vea en la práctica, en la fe y en la obediencia a tu Palabra. En el nombre de Jesús, amén.

Comentarios

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Respuesta: Muchas veces a lo largo de nuestras vidas, cuando estamos mas cerca de la bendición que Dios tiene para nosotros, somos victimas del desanimo y olvidamos que Dios prometió no desampararnos nunca.  A propósito, las únicas personas que se desaniman son aquellas que luchan por algo grande.  El desanimo rara vez toca al corazón de la gente sin visión y sin metas, siendo el arma del enemigo para aquellos que saben lo que quieren. “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes.  Porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” Josué 1:7 Dios ha prometido estar contigo todos los dias de tu vida. En el libro de Josue, cuando el pueblo de Israel se preparaba para la conquista de Canaan, y entrar en la tierra prometida,  Dios le promete a Josuè que nunca lo desamparará y requiere de él de dos virtudes indispensables, el esfuerzo y la valentía.  Dios no ha cambiado hoy y requiere que sus hijos nos mantengamos en pie de lucha frente a las ad

¿Que es "LA UNCION APOSTOLICA"?

OBJETIVO: Que usted sepa cuáles son, LOS BENEFICIOS DE UNA UNCION APOSTOLICA. TEXTO SALMOS 89:1-4 Las misericordias de Jehová cantaré perpetuamente; De generación en generación haré notoria tu fidelidad con mi boca. Porque dije: Para siempre será edificada misericordia; En los cielos mismos afirmarás tu verdad. Hice pacto con mi escogido; Juré a David mi siervo, diciendo: Para siempre confirmaré tu descendencia, Y edificaré tu trono por todas las generaciones. Selah SALMOS 89:20-28 Hallé a David mi siervo; Lo ungí con mi santa unción. Mi mano estará siempre con él, Mi brazo también lo fortalecerá. No lo sorprenderá el enemigo, Ni hijo de iniquidad lo quebrantará; Sino que quebrantaré delante de él a sus enemigos, Y heriré a los que le aborrecen.  Mi verdad y mi misericordia estarán con él, Y en mi nombre será exaltado su poder. Asimismo pondré su mano sobre el mar, Y sobre los ríos su diestra. Él me clamará: Mi padre eres tú, Mi Dios, y la roca de mi salvación.  Yo también le p

Dios antes que todo

Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. (Mateo 6:33) En medio del ajetreo de la vida cotidiana, a menudo olvidamos lo que realmente importa. La vida nos empuja a buscar bienes materiales, éxito profesional y reconocimiento. Sin embargo, es importante recordar que, por encima de todo, Dios debe ser nuestra prioridad. Cuando ponemos al Señor en primer lugar, las otras cosas pasan a ocupar el lugar que les corresponde en nuestras vidas. La fe en Dios nos trae esperanza y fuerza para enfrentar nuestros desafíos. A menudo nos enfrentamos a dificultades que parecen insuperables. Es en estos momentos que debemos recordar que no estamos solos. Dios está a nuestro lado y cuando confiamos en él, encontramos paz y serenidad. Cuando buscamos a Dios, abrimos el corazón para la transformación. A medida que buscamos más de Dios, nos amoldamos y fortalecemos para enfrentar la adversidad. Él nos ofrece sabiduría y discernimiento, y nos ayud