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Sabemos que Dios contesta nuestras oraciones, pero no sabemos cuándo. Debido a que no sabemos cuándo nos responderá, nos ponemos ansiosos e incluso impacientes con Dios. Sin embargo, debes entender que el Señor responde nuestra oración en el momento adecuado.
Me mantendré alerta, me apostaré en los terraplenes; estaré pendiente de lo que me diga, de su respuesta a mi reclamo. (Habacuc 2:1)
El profeta Habacuc oró a Dios pidiendo su dirección. El pueblo de Dios estaba perdiendo su identidad, alejándose de los mandamientos del Señor y eso preocupaba al profeta. Habacuc no recibió la respuesta a la oración de inmediato, pero no murmuró. Él esperó atentamente la voz de Dios.
Dios puede respondernos inmediatamente, pero hay situaciones en las que el tiempo es también parte de la respuesta. Así que habla con Dios y espera pacientemente su respuesta. Está atento a las señales y permanece fiel. Puedes estar seguro de que Dios te responderá en el momento preciso.
Dios contesta nuestras oraciones
No le pongas condiciones a Dios. Habla con él y espera su respuesta con paciencia y atención.
Dios contestará tu oración, créelo. Él nunca nos deja sin respuesta. Si aún no ha llegado tu respuesta, espera y sigue orando.
Si hay algo que te aflige, vuelve a orar. Insistir en la oración es un ejercicio de fe.
Para orar:
Señor, quiero hablarte de nuevo. Confío en ti y por eso clamo a ti una vez más, porque no hay nadie que pueda oírme y cambiar mis circunstancias fuera de ti. Háblame, responde mi oración. En tu nombre poderoso, amén.
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