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Viviendo el amor de Dios a diario

El amor de Dios nos rodea todos los días como el cálido abrazo de un padre amoroso. 

Su bondad se manifiesta de manera sencilla y profunda en nuestro caminar diario. 

Cada amanecer, él nos regala la luz del sol, recordándonos su presencia constante en nuestras vidas. 

En tiempos difíciles, él es el refugio seguro para nuestras preocupaciones y miedos.

En el amor de Dios encontramos inspiración para tender la mano a los demás. 

Una sonrisa amable, un gesto compasivo o una palabra amable reflejan su amor a través de nosotros. 

El perdón que él nos ofrece nos anima a perdonar y a buscar la sanidad de las relaciones en nuestras vidas.

El amor de Dios nos guía en las decisiones y nos fortalece cuando enfrentamos desafíos. Nos anima a ser pacientes y amorosos, incluso cuando el mundo que nos rodea parece caótico. 

A través de la oración, podemos sentir su amor rodeándonos y dándonos paz.

¡Reconozcamos y celebremos el amor de Dios en cada momento de nuestro día! 

Que su amor nos inspire a vivir de manera más generosa y desinteresada, compartiéndolo con todos los que nos rodean. 

Porque, en cada pequeño detalle de la vida, el amor de Dios nos acoge y nos guía, llenando nuestro corazón de gratitud y esperanza.

Vive cada día el amor de Dios

Oración constante: Reserva momentos diarios para hablar con Dios, para compartir tus alegrías e inquietudes con él. 

Esto fortalece la conexión y te recuerda su amor.

Actos de bondad: muestra su amor a los demás a través de pequeños gestos: una sonrisa, ayudar a alguien necesitado. 

Refleja el amor de Dios en el mundo real.

Perdón y compasión: Practica el perdón y trata a los demás con compasión. Refleja la misericordia de Dios, renovando las relaciones con los demás y promoviendo la paz.


Para orar:

Querido Dios, guíame a orar diariamente, a difundir tu amor con gestos amables y a perdonar como tú perdonas. 

Que mi vida refleje tu amor en todo momento. Amén.

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NOVEDADES

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Respuesta: Muchas veces a lo largo de nuestras vidas, cuando estamos mas cerca de la bendición que Dios tiene para nosotros, somos victimas del desanimo y olvidamos que Dios prometió no desampararnos nunca.  A propósito, las únicas personas que se desaniman son aquellas que luchan por algo grande.  El desanimo rara vez toca al corazón de la gente sin visión y sin metas, siendo el arma del enemigo para aquellos que saben lo que quieren. “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes.  Porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” Josué 1:7 Dios ha prometido estar contigo todos los dias de tu vida. En el libro de Josue, cuando el pueblo de Israel se preparaba para la conquista de Canaan, y entrar en la tierra prometida,  Dios le promete a Josuè que nunca lo desamparará y requiere de él de dos virtudes indispensables, el esfuerzo y la valentía.  Dios no ha cambiado hoy y requiere que sus hijos nos mantengamos en pie ...

No le des la espalda a Dios, por tu propio bien!

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