Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

No cuentes con el día de mañana, ¡vive hoy!


No te jactes del día de mañana, porque no sabes lo que el día traerá. (Proverbios 27:1)

Mañana haré esto o aquello... Esta es una presunción falsa que todos damos por sentado: el tener la certeza del mañana. Pero lo cierto es que el futuro, por más breve o largo que sea, es algo sobre lo cual no tenemos control. Reconócelo, eres incapaz de saber si el día de mañana existirá. Podemos hacer planes, organizar agendas, programar cosas simples o grandes proyectos, pero quien determinará si eso sucederá es Dios.

Eso no quiere decir que no debamos planear, tener objetivos organizados o idealizar proyectos futuros. Pero requiere de nosotros humildad y fe para confiar en el Señor del tiempo. "Si Dios quiere" él cumplirá todo de acuerdo con su soberana voluntad.

El día de hoy es un regalo de Dios para todos nosotros. Por lo tanto, aprovéchalo de la mejor forma haciendo todo como si fuera para el Señor. Sonríe, ama, trabaja, descansa, sirve, perdona, busca el perdón y la reconciliación. ¡Haz todo lo que venga a tu mano para hacer hoy! (Eclesiastés 9:10). Debido a que el mañana no nos pertenece, no sabemos si podremos disfrutar de ese tiempo.

Aprovecha el regalo de Dios: ¡el día de hoy!

Aprovecha la dádiva de la vida siendo y haciendo hoy lo mejor.

Ora y confía tus proyectos y tus sueños futuros en las manos del Señor.

No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.

Haz una lista de cosas que te gustaría hacer, aprender o tener antes de que termine tu vida. Comienza hoy mismo y da un paso para que esos sueños se vuelvan una realidad.

Lee Santiago capítulo 4. Anota los principios que aprendas con esa porción bíblica.

Incluye en tus frases: "Si Dios quiere" haré esto o aquello (Santiago 4:15).

Vive el presente con Jesús y ten esperanza en el futuro, confiando siempre que Dios hará lo mejor de acuerdo con su propósito perfecto.

Para orar:

Señor Dios, ayúdame a confiar en ti y a entregarte toda mi vida y mis proyectos. Enséñame a vivir el día de hoy con amor, dedicación y fidelidad, porque este es el día que tú has hecho para que yo lo viva plenamente. El mañana te pertenece, Padre. Que yo no esté ansioso o presuntuoso con el futuro. Ayúdame a descansar y confiar en que tú eres el Señor del tiempo, eres soberano sobre todas las cosas. Si tú lo permites, viviré el día de mañana y junto a ti podré realizar mis sueños. Que todo sea para tu gloria y tu alabanza. En el nombre de Jesús, amén.

Comentarios

NOVEDADES

Regocijaos en el Señor

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! (Filipenses 4:4) Jesús es el motivo de mi sonrisa, porque en su presencia encuentro la verdadera alegría. No es una alegría pasajera que depende de las circunstancias, sino una paz duradera que trasciende las dificultades. En medio de las dificultades de la vida, puedo confiar en que él está a mi lado, tomándome de la mano y guiándome por el camino seguro. La sonrisa que Jesús pone en mi rostro es un reflejo de su amor inconmensurable. Cuando miro la cruz, recuerdo el sacrificio que él hizo por mí y mi corazón se llena de gratitud. Él me amó primero, incluso cuando todavía estaba perdido. Este amor incondicional me sostiene y me da fuerzas para afrontar cada nuevo día con esperanza. Las promesas de Jesús son fuentes de alegría. Él nos prometió vida abundante y en su palabra encuentro consuelo y dirección. Cuando estoy cansado, encuentro descanso en sus brazos. Cuando estoy triste, él es mi alegría. Cuando soy débil, él es mi f...

¿Qué debo hacer cuando no logro entender?

Lo secreto le pertenece al Señor nuestro Dios, pero lo revelado nos pertenece a nosotros y a nuestros hijos para siempre, para que obedezcamos todas las palabras de esta ley. (Deuteronomio 29:29) Moisés llegaba al final de su vida. Él estaba consciente de que moriría poco después sin lograr entrar a la "Tierra Prometida". En sus últimas palabras para el pueblo de Israel, él afirmó que existen cosas encubiertas para nosotros. Son cosas que no entenderemos jamás en esta vida, pues huyen a nuestra comprensión humana. Hay tres actitudes que nos pueden ayudar a lidiar con lo que no logramos entender: Confianza - Aun cuando no entendamos lo que sucede, podemos confiar en el Señor, pues sabemos que él conoce lo que es mejor para nosotros. Obediencia - No necesitamos entender para obedecer. La confianza nos lleva a obedecer aunque no entendamos todo. Humildad - Obedecer sin comprender, también exige humildad. La humildad nos ayudará a aceptar aquello que no entendemos. Confía y obede...

Conectado con Dios

En el mundo acelerado en el que vivimos, es fácil quedar atrapado en las redes sociales, los juegos, la música y todas las distracciones que nos ofrece la vida moderna.  Pero como cristianos, es esencial que recordemos este versículo: Clama a mí y te responderé; te daré a conocer cosas grandes e inaccesibles que tú no sabes. (Jeremías 33:3) La tecnología nos permite estar conectados con el mundo, pero a veces nos olvidamos de conectarnos con Dios. Él siempre está dispuesto a escuchar nuestras oraciones, responder nuestras preguntas y revelarnos maravillas que van más allá del entendimiento humano. La oración es nuestra conexión directa con Dios. Conectarnos con Dios no significa abandonar nuestra vida cotidiana, sino que lo incluimos en todos los aspectos de la misma. Al comenzar el día con oración, dar gracias por sus bendiciones, buscar su guía en tiempos de duda y compartir su mensaje de amor y esperanza con los demás, estamos verdaderamente conectados con Dios. A medida que bus...