(2 Corintios 4:16-17)
Hay tiempo para todo en esta tierra: tiempo para estar alegre, tiempo para llorar, tiempo para sembrar y tiempo para recoger el fruto de lo sembrado. Los días son desafiantes y la lucha puede ser agotadora en ocasiones. Pero aunque estemos desgastados, debemos mantener en mente que el Reino de Dios se toma con esfuerzo, por lo que ser perseverante es un ejercicio práctico de fe.
Dios conoce nuestra condición y la importancia de nuestro crecimiento espiritual. ¡Todo coopera para el bien de aquellos que aman a Dios! Nuestro esfuerzo no es en vano. En el momento correcto, Dios será glorificado y gozaremos de días mejores.
No te desanimes, ¡persevera!
Si estás cansado, sé sincero, habla con Dios sobre tu cansancio. ¡Él renovará tus fuerzas!
Cuando la resistencia es grande, la victoria también lo será.
Para orar:
Señor, estoy cansado, pero renuevo mis fuerzas en ti. La lucha es grande, derrama tu unción sobre mí. Sé que después de la tribulación viene el descanso, por eso, fortaléceme para que yo pueda superar las barreras en mi vida. En el nombre de Jesús, amén.
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