A Dios le interesa tu liberación total.
A veces, pensamos que la libertad dada por Dios concierne solo al área espiritual, pero el Señor también quiere que seas libre en el área emocional, física y relacional.
A menudo nos quedamos atrapados en relaciones abusivas o adoptamos comportamientos compulsivos (con comida, bebida, actividades o drogas).
Y así, comenzamos a autosabotearnos y destruirnos a nosotros mismos.
Además de estos problemas, también tendemos a aferrarnos al pasado y no perdonamos a los demás ni a nosotros mismos.
Si te das cuenta de la existencia de algún tipo de prisión, en algún ámbito de tu vida, ora a Dios y pídele que opere en ti una liberación completa ahora mismo.
¡Sé verdaderamente libre en Cristo!
Reflexiona unos instantes y observa qué o quién ha sido tu “opresor” en tu día a día.
Ora, busca a Dios y pídele que te libere por completo.
Pide la ayuda de Cristo para liberarte y dejar atrás los malos hábitos, los eventos pasados e incluso las relaciones que te oprimen.
Aprende más acerca de Jesús.
Lee la Biblia y desarrolla una verdadera amistad con Dios diariamente.
Para orar: Señor, Dios mío, ¡líbrame de todo lo que me aprisiona!
Abre mis ojos y mi conciencia para darme cuenta de que puedo ser libre en ti.
Ayúdame a vivir la verdadera libertad conquistada por Jesucristo.
Y que tu Espíritu Santo obre este milagro dentro de mí.
Que esa transformación se proyecte en todas las áreas de mi vida.
Que todo lo que yo haga sea para tu gloria.
¡En tu nombre, Jesús! Amén.
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