Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Mujeres que amaban a Jesús

 

Acompañaron a José las mujeres que habían venido con Jesús desde Galilea, y vieron el sepulcro y cómo fue colocado el cuerpo. Después regresaron a su casa para preparar especias aromáticas y ungüentos, y descansaron en el día de reposo, conforme al mandamiento. (Lucas 23:55-56)

El evangelio de Lucas siempre muestra cómo Jesús trataba con cariño a las mujeres de su tiempo. Él las valorizaba, y ellas lo seguían; él transformó sus vidas, y ellas estaban dedicadas a su ministerio. Cuando Jesús fue arrestado, acusado y sentenciado, muchos de sus discípulos simplemente lo abandonaron, huyeron.

Pero estas mujeres, por otro lado, se quedaron cerca todo el tiempo, y aún en su muerte, se esforzaron en honrar a su maestro. Prepararon perfumes para cuidar el cuerpo de su amigo, el salvador de sus vidas. Cuando Jesús resucitó, se mostró primero a ellas. Estas mujeres que seguían a Jesús, lo amaban con todas sus fuerzas, y él las honró.

Ten un amor similar al de ellas, dedícate a caminar con Jesús y no huyas ante las dificultades. Permite que Jesús transforme tu vida y síguelo hasta el final de tus días.

Toma la decisión y síguelo

¿En qué áreas de tu vida necesitas transformación? Déjalas a los pies de Jesús, y simplemente cree.

Sigue al Señor con toda tu vida, permite que el poder de Cristo te transforme.

Comparte el mensaje de salvación con alguien, transmite el evangelio y ayuda a que avance.

Para orar:

Señor Dios, mi Salvador y rescatador. Te pido que me cures de mis males, que me des fuerzas para seguir avanzando en mi caminar contigo. Quiero tener la fidelidad y el coraje de aquellas mujeres seguidoras de Cristo. Esto te lo pido en el nombre de Jesús, amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

Con Cristo, todo el año es un año nuevo

Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. (Filipenses 3:13-14) El final del año es por lo general un momento de conmemoración, aunque no para todos. Para algunas personas pensar en el próximo año puede causar desánimo: "da igual, todos los años son iguales". No todos actúan de la misma manera ante la expectativa de un año nuevo. La mejor manera de romper con el desánimo es ser sincero con Dios. No hay nada mejor que abrir el corazón y exponer tus expectativas antes del "cambio de año". Dios es misericordioso, él nos oye, y es eso lo que desea que hagamos. Solo el Espíritu Santo es capaz de calmarnos y de confortarnos. ¡Permítele que lo haga! Sé sincero contigo y reconoce todo lo que Dios ha hecho en tu vida. Desarrollar un corazón agradeci...