Si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra. (2 Crónicas 7:14)
Vivimos tiempos llenos de crisis graves y problemas de diferente índole en todo el mundo.
Hay una crisis de valores y de principios morales que va degenerando en todo tipo de corrupción, abusos de poder, juegos de influencia, criminalidad y tantos otros prejuicios sociales que hemos vivido.
El pueblo sufre las consecuencias de un problema que no es solo del gobierno sino de toda una nación muy necesitada de Cristo.
¡Es tiempo de que el pueblo de Dios se levante en clamor y arrepentimiento por sus pecados!
Que acuda a él con oración humilde y perseverante apartándose de todo lo que es malo para que el Señor intervenga con gracia y misericordia a favor de su país.
¡Comienza hoy a interceder por tu nación!
Ora confesando al Señor los pecados de la nación, pidiendo que él nos perdone y nos purifique.
Clama a Dios pidiendo que sus hijos marquen la diferencia donde están, que sean más como Cristo.
Intercede por los líderes y gobernantes.
Busca orientación en la Biblia para saber cómo ser más parecido a Cristo, cómo ser un hijo que no se corrompe ni negocia sus valores.
Reúne otros hermanos en Cristo y asuman juntos el compromiso de orar constantemente por su país.
Para orar:
Padre querido, nuestro país pasa por tiempos difíciles, pero yo confío en ti que puedes transformar esta situación.
Perdona las faltas de nuestro pueblo, las malas decisiones de nuestros gobernantes y salva aquellos que no han tenido todavía un encuentro real contigo.
Que nosotros, tus hijos, podamos marcar la diferencia con los valores de Cristo en nosotros.
Que podamos perseverar en oración por nuestro pueblo.
En el nombre de Jesús, amén.
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