Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

El dinero no lo es todo


Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. No se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas. (Mateo 6:24)

El dinero es una necesidad que tenemos todos, es fundamental para vivir y adquirir lo que necesitamos y lo que queremos. 

Tener y desear dinero no es un mal en sí mismo, pero vivir enfocado en el dinero es un gran problema. Jesús dijo que no es posible tener dos señores, sirves a Dios o sirves el dinero.

Puedes estar seguro de que aunque tengas una buena cantidad de pasta en el bolso, el dinero no lo es todo. 

La felicidad, la paz y la salud son incalculables. Además de eso, no hay dinero en el mundo que pueda comprar la salvación, ya que viene solo por la fe.

Estar en paz con Dios solo es posible al servir a Jesús, no al dinero. ¿A cuál señor estás sirviendo? ¿Te preocupa más enriquecerte, pagar las cuentas o trabajar? 

Arrepiéntete y corrige tus caminos. Sí, paga tus deudas, trabaja adecuadamente e invierte tiempo con Jesús.

Conoce tu Dios

Si has escogido a Jesús como tu Señor, debes invertir tiempo en conocerlo.

Lee atentamente las Escrituras.

Ora al Señor y reconoce tus luchas y dificultades.

Para orar:

Mi Dios, perdóname por abandonarte en mi búsqueda por riquezas y bienes. Me arrepiento y vuelvo mi corazón hacia ti. Reconozco que Jesús es mi Señor y que deseo seguirlo diariamente. Por favor, ayúdame. En el nombre de Jesús, amén.

Comentarios

NOVEDADES

Regocijaos en el Señor

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! (Filipenses 4:4) Jesús es el motivo de mi sonrisa, porque en su presencia encuentro la verdadera alegría. No es una alegría pasajera que depende de las circunstancias, sino una paz duradera que trasciende las dificultades. En medio de las dificultades de la vida, puedo confiar en que él está a mi lado, tomándome de la mano y guiándome por el camino seguro. La sonrisa que Jesús pone en mi rostro es un reflejo de su amor inconmensurable. Cuando miro la cruz, recuerdo el sacrificio que él hizo por mí y mi corazón se llena de gratitud. Él me amó primero, incluso cuando todavía estaba perdido. Este amor incondicional me sostiene y me da fuerzas para afrontar cada nuevo día con esperanza. Las promesas de Jesús son fuentes de alegría. Él nos prometió vida abundante y en su palabra encuentro consuelo y dirección. Cuando estoy cansado, encuentro descanso en sus brazos. Cuando estoy triste, él es mi alegría. Cuando soy débil, él es mi f...

¿Qué debo hacer cuando no logro entender?

Lo secreto le pertenece al Señor nuestro Dios, pero lo revelado nos pertenece a nosotros y a nuestros hijos para siempre, para que obedezcamos todas las palabras de esta ley. (Deuteronomio 29:29) Moisés llegaba al final de su vida. Él estaba consciente de que moriría poco después sin lograr entrar a la "Tierra Prometida". En sus últimas palabras para el pueblo de Israel, él afirmó que existen cosas encubiertas para nosotros. Son cosas que no entenderemos jamás en esta vida, pues huyen a nuestra comprensión humana. Hay tres actitudes que nos pueden ayudar a lidiar con lo que no logramos entender: Confianza - Aun cuando no entendamos lo que sucede, podemos confiar en el Señor, pues sabemos que él conoce lo que es mejor para nosotros. Obediencia - No necesitamos entender para obedecer. La confianza nos lleva a obedecer aunque no entendamos todo. Humildad - Obedecer sin comprender, también exige humildad. La humildad nos ayudará a aceptar aquello que no entendemos. Confía y obede...

Conectado con Dios

En el mundo acelerado en el que vivimos, es fácil quedar atrapado en las redes sociales, los juegos, la música y todas las distracciones que nos ofrece la vida moderna.  Pero como cristianos, es esencial que recordemos este versículo: Clama a mí y te responderé; te daré a conocer cosas grandes e inaccesibles que tú no sabes. (Jeremías 33:3) La tecnología nos permite estar conectados con el mundo, pero a veces nos olvidamos de conectarnos con Dios. Él siempre está dispuesto a escuchar nuestras oraciones, responder nuestras preguntas y revelarnos maravillas que van más allá del entendimiento humano. La oración es nuestra conexión directa con Dios. Conectarnos con Dios no significa abandonar nuestra vida cotidiana, sino que lo incluimos en todos los aspectos de la misma. Al comenzar el día con oración, dar gracias por sus bendiciones, buscar su guía en tiempos de duda y compartir su mensaje de amor y esperanza con los demás, estamos verdaderamente conectados con Dios. A medida que bus...