Jehová, tú eres mi Dios; te exaltaré, alabaré tu nombre, porque has hecho maravillas; tus consejos antiguos son verdad y firmeza. (Isaías 25:1)
¡Jesús es el motivo de mi canción, porque él es el motivo de mi vivir! Su amor incondicional, consumado en la cruz, me dio nueva esperanza y nueva vida. No puedo evitar cantar sobre su bondad y su gracia que me alcanzaron cuando más las necesitaba.
Él es mi Salvador, que me rescató del pecado y de la muerte, y por esto mi corazón rebosa de alegría. Cada día que vivo, veo sus bendiciones en mi vida y eso me hace cantar con gratitud. Sus misericordias son nuevas cada mañana y no puedo contener las alabanzas que brotan de mi interior.
Cuando enfrento dificultades, recuerdo que él está conmigo, sosteniéndome con su mano poderosa. Él es mi fortaleza y mi refugio en tiempos de dificultad. Incluso en momentos de dolor, puedo encontrar paz en su presencia y eso me inspira a seguir cantando.
Jesús es el motivo de mi canción, porque él es fiel y justo. Su amor por mí nunca falla y su bondad me acompaña todos los días de mi vida. La canción que canto es una expresión de mi amor y gratitud por todo lo que él ha hecho. Que nunca cesen mis alabanzas hacia él, porque él es digno de toda adoración.
Alabando a Dios con gratitud 🙌
Reserva momentos para orar a lo largo del día. Da gracias a Dios por sus bendiciones y por su presencia constante.
Canta alabanzas a Dios durante el día, reconociendo su amor y bondad en todas las circunstancias.
Medita en la Palabra de Dios, permitiendo que sus promesas fortalezcan tu corazón, llenándolo con continua gratitud.
Para orar:
Señor Jesús, te doy gracias por ser el motivo de mi canción y de mi alegría. Que mi vida sea una alabanza constante para ti, reconociendo tu bondad en todas las situaciones. Fortalece mi corazón para adorarte siempre, incluso en los momentos difíciles, y que mi agradecimiento sea sincero y constante. Amén.
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