Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

¡Señor, tú has sido muy bueno conmigo!


Señor, tratas bien a tu siervo, conforme a tu palabra. Impárteme conocimiento y buen juicio,
pues yo creo en tus mandamientos.  Antes de sufrir anduve descarriado, pero ahora obedezco tu palabra. ú eres bueno y haces el bien; enséñame tus estatutos. (Salmo 119:65-68)

La bondad de Dios no tiene límites. Él demuestra su gracia, incluso si no somos dignos de su favor. Cuando enfrentamos dificultades, como resultado de nuestros fracasos, Dios nos enseña con amor. A través de su Palabra, él nos muestra cómo debemos vivir. Su fidelidad va más allá del cielo, por eso necesitamos de Cristo, para conocer más el carácter de Dios e imitarlo. 

En este Salmo, la bondad de Dios, que trae bendición, se contrasta con la desobediencia y el orgullo humano que conduce a la humillación. Pero cuando tomamos conciencia de nuestros errores y reconocemos la necesidad de ser verdaderamente fieles, Dios nos trata con bondad. 

A través de la meditación de las Escrituras, el Espíritu Santo nos convence de nuestros errores y nos ayuda a cambiar de mentalidad y actitud, para obedecer con prudencia la Palabra del Señor. Reconoce la bondad de Dios. Ora y dale gracias a Dios por su bondad y fidelidad hacia ti. 

Pídele a Dios que te enseñe su Palabra y transforme tu corazón, para que logres dejar las cosas equivocadas y puedas permanecer fiel. Mantén las enseñanzas de Dios en tu mente y corazón, para no pecar contra él. Recuerda: por la GRACIA y MISERICORDIA del Señor, recibes favores que no mereces y no logras recibir el castigo que merecías.

Para orar:

Padre de amor, ¡muchas gracias! ¡No tengo palabras para agradecerte por toda tu bondad! ¡No lo merecía, pero tú me concedes bendiciones sin medida, Señor! Te doy gracias, porque tú cuidas de mi vida y de los que amo de muchas maneras cada día. Gracias por traerme de regreso a tu presencia, donde hay luz, renovación y verdad. Reconozco que tengo defectos, Dios, y que necesito mejorar. Necesito tu ayuda para vivir según tu voluntad, Jesús. ¡Transfórmame según tu Palabra! En el nombre de Jesús, oro con el corazón lleno de gratitud. ¡Amén!

Comentarios

NOVEDADES

LA UNIDAD DE EL CRISTIANO: Estudio Bíblico

¿CON QUÉ AUTORDAD? “Mas no ruego sólo por estos, sino también por los que han de creer en mi por la palabra de ellos, para que todos sean uno. Como tu, oh Padre, estas en mi y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tu me enviaste” ( Hechos 17:20-21 , LBLA). INTRODUCCIÓN Este pasaje del evangelio según Juan capitulo 17:20-21 muestra claramente cuál es la voluntad de Dios en cuanto a la clase de unidad que Dios desea de los creyentes. Animo a todos los lectores a que presten mucha atención a este tema ya que es uno de mucha importancia. Les animo a que practiquen los siguientes tres pasajes Bíblicos ( Hechos 17:11; 1 Tesalonicenses 5:21 & 1 Juan 4:1 ). Espero que después que haya leído estos pasajes usted crea lo que dice la Biblia y no lo que yo digo. Lo que siempre debe de importarnos es lo que dice Dios y no lo que los hombres, y sus doctrinas enseñan. La unidad del cristiano es un tema muy importante a considerar. Dios desea que Su pueblo este...

No le des la espalda a Dios, por tu propio bien!

No te expongas al peligro, por tu propia voluntad Muchos sabemos lo que es estar en una situación difícil, cuesta arriba  o en una pendiente muy inclinada y resbaladiza, ya sea por agua, lodo,  hielo o cascajo suelto. Hace años atrás, hablaba con un amigo y hermano en cristo, acerca de las entonces dificultades y obstáculos que un cristiano suele enfrentar en su diario vivir. Cuando alguien usa estas palabras  «estoy en una situación difícil y no quiero fallarle a Dios»  para tratar de evitar un paso en falso, aunque sea pequeño, en una dirección peligrosa, entendemos muy bien la advertencia. Sentimos ansiedad por una decisión que, de pronto, podría colocarnos en un terreno perjudicial (peligroso). Muchos también sabemos que la Biblia describe los caminos resbaladizos en los que terminamos cuando deliberadamente le damos la espalda a Dios. El profeta Jeremías se refiere a aquellos que voluntariamente ignoran el peligro real, la palabra d...

No confundas los desafíos con derrotas

Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. (Juan 16:33) En la vida es común enfrentar momentos en los que todo parece desmoronarse. Las puertas se cierran, soplan vientos contrarios y el alma se siente abatida. En momentos así, muchos confunden el desafío con la derrota. Pero es importante entender que el desafío es una parte esencial del crecimiento, no el final del viaje. Los desafíos nos moldean, nos fortalecen y nos acercan a Dios. Nos enseñan a confiar más, a orar con más fervor y a depender completamente de la gracia de Dios. Cuando David se enfrentó a Goliat, fue un desafío, no una derrota. Cuando José fue vendido por sus hermanos y arrojado a la cárcel, fue un proceso, no el final de la historia. Dios nunca prometió una ausencia de luchas, pero garantizó su presencia constante en medio de ellas. Él convierte el desierto en un camino y el dolor en un propósito. Si hoy estás enfrentando algo difícil,...