Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Llamados hijos de Dios

¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos! El mundo no nos conoce, precisamente, porque no lo conoció a él.
(1 Juan 3:1)

Este versículo nos invita a considerar el profundo amor que Dios tiene por nosotros al llamarnos sus hijos. 

Es un amor que trasciende cualquier comprensión humana, un amor que nos lleva a una relación íntima con el Creador del universo.

Ser llamado hijo de Dios no es un título vacío: es una identidad que transforma nuestras vidas. 

Significa que somos amados incondicionalmente, independientemente de nuestros defectos e imperfecciones. 

Este amor es un regalo, una gracia divina que no merecemos. 

Somos aceptados exactamente como somos, porque el amor de Dios es perfecto.

Sin embargo, esta relación con Dios muchas veces nos convierte en extraños para el mundo. 

Nuestros valores y principios pueden diferir de los de quienes no conocen a Dios. 

Es posible que seamos incomprendidos, ridiculizados o incluso perseguidos a causa de nuestra fe.

¡Pero no debemos temer! 

El amor de Dios nos fortalece y nos permite vivir según su voluntad, independientemente de las circunstancias. 

Debemos permanecer fieles a nuestro llamado como hijos de Dios, irradiando su amor y luz en este mundo, incluso si el mundo no nos reconoce.

El versículo de 1 Juan 3:1 nos recuerda el amor incomparable del Padre celestial por nosotros y nuestra identidad como sus hijos. 

Vivamos de manera digna de este llamado, compartiendo este amor con todos los que nos rodean, para que otros también conozcan el amor transformador de Dios.

Compórtate como un hijo de Dios.

Cultiva diariamente una profunda intimidad con Dios, recordando siempre su inmenso amor por ti y así fortalecer tu fe y confianza.

Demuestra el amor de Dios a los demás, actuando con compasión, perdón y bondad, incluso cuando el mundo no comprenda o rechace tu fe.

Mantén una visión eterna recordando que eres hijo de Dios, priorizando los valores espirituales sobre los valores mundanos.


Para orar:
Padre, qué bueno es sentir tu presencia y sentir tu sublime amor. 

Que tu amor fluya libremente en mi vida, y que yo lo comparta cada día con los demás. 

En el nombre de Jesús, amén.

Comentarios

NOVEDADES

¿Que significa Esfuerzate y se valiente, no temas ni desmayes?

Respuesta: Muchas veces a lo largo de nuestras vidas, cuando estamos mas cerca de la bendición que Dios tiene para nosotros, somos victimas del desanimo y olvidamos que Dios prometió no desampararnos nunca.  A propósito, las únicas personas que se desaniman son aquellas que luchan por algo grande.  El desanimo rara vez toca al corazón de la gente sin visión y sin metas, siendo el arma del enemigo para aquellos que saben lo que quieren. “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes.  Porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” Josué 1:7 Dios ha prometido estar contigo todos los dias de tu vida. En el libro de Josue, cuando el pueblo de Israel se preparaba para la conquista de Canaan, y entrar en la tierra prometida,  Dios le promete a Josuè que nunca lo desamparará y requiere de él de dos virtudes indispensables, el esfuerzo y la valentía.  Dios no ha cambiado hoy y requiere que sus hijos nos mantengamos en pie ...

Soy nueva criatura, lo viejo ya pasó

Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo! (2 Corintios 5:17) Son muchas las personas que conocen este versículo. Piensa en esto, ¿eres una nueva criatura? Eso significa abandonar las prácticas antiguas a través de la renovación de Cristo en nuestra vida.  Ser nueva creación en Cristo nos hace estar abiertos a anunciar las buenas nuevas del Evangelio. Si has aceptado a Jesús como tu único Salvador, ya eres una nueva criatura.  Pero para mantener esa renovación en tu vida debes buscar a Dios de todo corazón. Siempre que buscamos a Dios, él se nos revela y recibimos algo nuevo para nuestra vida. Una nueva criatura. Evita las viejas prácticas, renueva tu mente. Piensa con la mente de Cristo, imítale a él.  Habla con tus colegas sobre cómo Cristo te cambió y te hizo una nueva criatura. Comparte tu experiencia. Deja atrás lo que pasó, perdona y pide perdón. Anda un nue...

Cuidado con los juicios

No juzguen a nadie, para que nadie los juzgue a ustedes. Porque tal como juzguen se les juzgará, y con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes. - Mateo 7:1-2 ¿Cuál es la medida con la que juzgas los errores de los demás? ¿Es la misma que usas contigo mismo? Jesús avisó que muchas veces nos fijamos en la mota que está en el ojo de otra persona, pero no nos damos cuenta de que tenemos una viga entera en nuestro propio ojo. Debemos aprender a distinguir entre lo que es cierto y lo que no lo es. Antes de fijarnos en los demás necesitamos examinar nuestro propio corazón. ¿Será que nos estamos condenando a nosotros mismos cuando señalamos el error de otro? Si es así, necesitamos cambiar y dejar nuestros errores antes de ayudar a otra persona a cambiar. Evita los juicios hipócritas: Reconoce tus pecados delante de Dios y pide perdón Pide ayuda a Jesús para cambiar de vida y dejar el pecado En vez de condenar a otros, muestra perdón y misericordia Dios es el gran juez y tiene todo...