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Tránslate / Traducción

¿Vengarte? ¡No!


No tomen venganza, hermanos míos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: «Mía es la venganza; yo pagaré», dice el Señor. (Romanos 12:19)

La venganza le pertenece a Dios. Independientemente de las circunstancias, a nosotros no nos corresponde vengarnos. Solo Dios es justo. Puede que nuestra venganza aparente ser justa, pero nosotros no conseguimos juzgar y mucho menos hacerlo con justicia.

Muchas veces la venganza está motivada por la rabia y no por la justicia lo que hace que esa actitud sea aun más reprobable. Dios sabe todas las cosas, él es justo y soberano. Podemos confiar en él. No necesitamos ensuciarnos las manos haciendo lo que no tenemos autoridad para hacer.

Confía en la justicia de Dios. Entrega tu situación a él. «Si se enojan, no pequen» (Efesios 4:26). Hay situaciones que nos pueden desestabilizar, pero cuando entregamos todo en las manos de Dios podemos avanzar en la vida sin preocuparnos por la venganza.

La venganza no es nuestra

No te enfoques en la venganza, enfócate en la justicia de Dios. Él ve todo y él juzgará a todos.

No dejes que la frustración y la ira te paralicen. Alivia tu corazón orando y sigue adelante.

Confía en Dios y entrégale a él la situación.

Para orar:

Señor, hay momentos en los que me siento con rabia y con ira, pero quiero dejarte a ti la justicia. Tú sabes todas las cosas, guárdame de la injusticia y la maldad. Confío en ti y en tu poder. En el nombre de Jesús, amén.

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