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Mostrando entradas de septiembre, 2024

Piensa en cosas buenas

Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio. (Filipenses 4:8) La Palabra de Dios dice que debemos enfocar nuestra atención en las cosas buenas. Es un fundamento esencial: todo lo que es bueno proviene de Dios. Cuando buscamos a Dios estamos buscando lo que es realmente bueno. Ahora bien, buscar a Dios requiere un esfuerzo personal. Para pensar en cosas buenas necesitamos buscar lo que es bueno, puro y amable. Tenemos que desviar nuestra mente de la maldad, del desánimo y del pesimismo. Nuestra carnalidad quiere hacernos caer, pero a través del Espíritu Santo podemos someter nuestra carne a la Palabra viva. Pensando en lo que es bueno Levántate con el pensamiento de que el nuevo día de vida es una dádiva, no «otro día de sufrimiento». Comienza tu día hablando con Dios. Pídele que bendiga tu día. Huye de la apariencia del mal. Evita

Manso y humilde de corazón

Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para su alma. (Mateo 11:29) ¿Te consideras una persona mansa y equilibrada?  ¿Humilde y sencilla?  O, por el contrario, ¿eres una persona estresada, un poco agitada, descortés, tal vez atrevida o incluso un poco orgullosa?  Independientemente de cómo te evalúes a ti mismo o cómo te reconozca la gente, todos podemos y debemos mejorar. En este versículo, es la primera vez que Jesucristo habla de su personalidad.  Él caracterizó su propio corazón como manso y humilde.  Estas son dos características sobresalientes del temperamento de nuestro Señor.  Además, Cristo nos llama a aprender de él.  Todos necesitamos desarrollar estas virtudes a través de nuestro caminar con Dios.  La mansedumbre y la humildad de Cristo te darán paz interior y descanso. Aprende a ser más como Jesucristo Jesús quiere que aprendamos a ser personas más agradables.  ¡Ora y pídele que te enseñe y te transforme por c

La obediencia como resultado del amor

En esto consiste el amor a Dios: en que obedezcamos sus mandamientos. Y estos no son difíciles de cumplir. (1 Juan 5:3) ¡Cuán difícil es para los padres de un bebé recién nacido seguir toda la lista de cuidados y exigencias que demanda el pequeñín recién llegado! Para los que todavía no han sido padres puede parecer demasiada molestia. Levantarse de madrugada, cambiar pañales, amamantar, dar el baño, preparar biberones y después papillas, lograr que se duerman, masajes para los cólicos, calmar el llanto y tantas otras cosas... ¡día tras día! Pero en realidad, hacer todo eso no es tan difícil para los padres. Sí que es un desafío agotador, pero es totalmente gratificante y entusiasmante. ¿Por qué? Porque ellos aman a su bebé. De la misma manera, si amamos a Dios, sus mandamientos no son arduos para nosotros. No nos angustiamos al seguirlos porque le amamos a él. Jesús dijo una vez a sus discípulos que ellos serían sus amigos si hacían lo que él mandaba (Juan 15:14). La obediencia es la

El amor de Dios para con su pueblo

Lo atraje con cuerdas de ternura, lo atraje con lazos de amor. Le quité de la cerviz el yugo y con cariño me acerqué para alimentarlo. (Oseas 11:4) El versículo de Oseas 11:4 revela la naturaleza compasiva y amorosa de Dios hacia su pueblo. La imagen de las "cuerdas de ternura y los lazos de amor" retrata la gentileza divina al guiarnos en nuestro camino. Dios no solo nos dirige, sino que lo hace de manera amorosa, utilizando vínculos que reflejan su propia bondad. La eliminación del yugo del cuello simboliza la liberación de las cargas que pesan sobre nosotros. Dios, en su misericordia, no solo nos rescata, sino que también alivia nuestras cargas. Se inclina para alimentarnos, demostrando un cuidado íntimo y personal. En este gesto, percibimos la cercanía de Dios como un pastor que se inclina para apacentar a sus ovejas. Este versículo resalta la relación íntima entre Dios y su pueblo, destacando su disposición a actuar con amor y gracia. Al meditar en este pasaje, se nos in

Amigo en todo tiempo

  En todo tiempo ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo de angustia.- Proverbios 17:17 En el mundo en que vivimos, cada vez más estamos siendo individualistas y materialistas, nos tientan constantemente el deseo egoísta y el olvido de las necesidades de los demás. Estamos rodeados de valores que se apoyan más en el "yo" y el "tener" en lugar de enfatizar el "ser" y el amar.  Esto nos lleva a dejar de percibir a las demás personas como valiosas y dignas de nuestro amor, nuestra amistad y cuidado. Infelizmente, pasamos a adoptar esta postura de aislamiento e indiferencia hasta en nuestra relación con la familia y los amigos. Si no tenemos amigos confiables a nuestro lado, eso puede ser una señal de que nosotros tampoco estamos siendo los amigos que deberíamos de ser.  Hay mucha gente a nuestro alrededor esperando poder contar con nosotros.  Jesucristo, que es nuestro mejor amigo, también nos enseña a amar y a ser buenos amigos de aquellos que están cer

¡Eres casa de Dios!

  ¡Sí! La Biblia dice que nosotros, su pueblo, somos la morada del Dios Altísimo. ¡Qué privilegio maravilloso! Medita sobre esto: ¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? (1 Corintios 3:16) Dios no habita en templos hechos por manos humanas. Aunque somos imperfectos, él ha elegido vivir en nosotros. Es decir, todos sus hijos, redimidos por Jesucristo, ya no son visitados por Dios, sino habitados por él. Esto significa que nunca estás solo. ¡Dios está contigo, dentro de ti! Por supuesto, somos una obra en continua construcción. Necesitamos que Cristo brille su luz en nosotros, que haga los cambios necesarios, que limpie todas las áreas y rincones escondidos. En fin, necesitamos que él haga de nuestras vidas un hogar agradable en el cual él pueda morar. Conviértete en un hermoso santuario, dedicado a Dios Deja que Dios esté a gusto en tu vida. Busca diariamente su santidad. Dios no es un visitante extraño en tu casa. No lo eches de tu vida. Or

¿Cuál es tu necesidad real?

Al ver Jesús la fe de ellos, le dijo al paralítico: Hijo, tus pecados quedan perdonados. (Marcos 2:5) El episodio que narra este versículo es muy conocido. Jesús estaba en una ciudad, dentro de una casa. La gente estaba tan emocionada de verlo y escucharlo que el lugar estaba totalmente lleno, nadie podía entrar o salir. En esa ciudad había un paralítico con amigos preciosos que accedieron a llevar al amigo necesitado hasta donde estaba el gran maestro obrador de milagros, para que lo sanara. El grupo de valientes no pudo pasar por la puerta principal, tal era la cantidad de gente en ese lugar. ¡Su solución fue creativa, abrieron un agujero en el techo y bajaron al paralítico a través de él! Al ver la gran fe de estas personas, Jesús... dijo «tus pecados te son perdonados». La acción de Jesús sorprende a los más atentos al texto. La necesidad del paralítico parece ser la sanidad física, pero cuando se presenta ante Jesús, recibe el perdón. Eso es porque Jesús conoce mejor que nosotros

Comienza el día con Dios

Comenzar el día con Dios es la clave para vivir una vida significativa y con propósito. Cada mañana tenemos la oportunidad de renovar nuestra relación con el Creador y fortalecer nuestra fe. La Biblia nos recuerda en Lamentaciones 3:22-23 que “las misericordias de Dios son nuevas cada mañana”. Esto significa que cada nuevo día somos bendecidos con una nueva oportunidad de experimentar el amor, la gracia y la guía de Dios. Comenzar el día con Dios implica dedicar tiempo a la oración y a la lectura de las Escrituras. Es un tiempo de reflexión y comunión en el que podemos entregarle nuestras inquietudes y darle gracias por sus bendiciones. Esto nos prepara para afrontar los desafíos del día con confianza y paz, sabiendo que él está con nosotros. Además, comenzar el día con Dios nos ayuda a mantenernos enfocados en valores cristianos como el amor, el perdón y la compasión. Esto nos convierte en mejores instrumentos de su voluntad en la Tierra. No se puede subestimar la importancia de comen

Serenidad en la espera

Bueno es el Señor con quienes en él confían, con todos los que lo buscan. Bueno es esperar calladamente que el Señor venga a salvarnos. (Lamentaciones 3:25-26) Vivimos en un mundo que valora mucho la velocidad. Somos la generación de "fast food" (comida rápida). Queremos que los medios de transporte, la internet y hasta las relaciones se muevan con rapidez. Nos gusta tener la información en tiempo real, los servicios de urgencia, las entregas rápidas. En fin, vivimos en una era más acelerada, que parece haber olvidado el valor de la espera. Parece muy anticuado, pero recuerda que también hay preciosidades en saber esperar. No solamente porque así podemos saborear platos más elaborados y sabrosos o para solidificar relaciones más confiables y duraderas, sino principalmente, para que nuestro corazón pueda sentirse más sereno y perseverante. Cuando buscamos a Dios, necesitamos aprender a desacelerar nuestras expectativas sabiendo que él es Señor del tiempo y que siempre hace lo

El que permanece en amor, permanece en Dios

Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor. El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. (1 Juan 4:16) Permanecer en Dios es permanecer en amor. Dios es la propia fuente del amor, de él lo recibimos y luego lo compartimos a través de nuestros hechos. Esa es la maravilla del Evangelio, recibimos y compartimos su amor. Al actuar con amor hacia nuestro prójimo, estamos compartiendo el Dios en el que creemos. La esencia de Dios es amor y todo hecho lleno de amor apunta hacia él. Cuando perdonamos, ayudamos u oramos por alguien, Dios se manifiesta a través de esas actitudes. Cuanto más amamos, más somos amados, es un ciclo perfecto. Esa es la base de la relación con Dios: amar y ser amado. Viviendo en el amor de Dios Toma la iniciativa, experimenta el amor de Dios y verás cómo él te sorprenderá. Aliméntate del amor de Dios. Lee la Palabra. Ama a Dios y ama a tu prójimo. ¡Esos son los mandamientos más importantes! (Mateo 22:36-40). Para orar: Señor,

Jesús es el motivo de mi canción

Jehová, tú eres mi Dios; te exaltaré, alabaré tu nombre, porque has hecho maravillas; tus consejos antiguos son verdad y firmeza. (Isaías 25:1) ¡Jesús es el motivo de mi canción, porque él es el motivo de mi vivir! Su amor incondicional, consumado en la cruz, me dio nueva esperanza y nueva vida. No puedo evitar cantar sobre su bondad y su gracia que me alcanzaron cuando más las necesitaba. Él es mi Salvador, que me rescató del pecado y de la muerte, y por esto mi corazón rebosa de alegría. Cada día que vivo, veo sus bendiciones en mi vida y eso me hace cantar con gratitud. Sus misericordias son nuevas cada mañana y no puedo contener las alabanzas que brotan de mi interior. Cuando enfrento dificultades, recuerdo que él está conmigo, sosteniéndome con su mano poderosa. Él es mi fortaleza y mi refugio en tiempos de dificultad. Incluso en momentos de dolor, puedo encontrar paz en su presencia y eso me inspira a seguir cantando. Jesús es el motivo de mi canción, porque él es fiel y justo. S

Dios es amigo de los solitarios

Padre de los huérfanos y defensor de las viudas es Dios en Su santa morada. Dios prepara un hogar para los solitarios. (Salmo 68:5-6a) Puede que esta sea tu condición hoy: te faltan la presencia o las referencias familiares más importantes de tu vida... Puede que hayas sufrido la pérdida de tu padre, de tu madre, o de ambos, y que hoy seas huérfano ... O quizás eres viuda o viudo ... O te sientes solo porque has perdido un hijo, un amigo o un compañero y te sientes abandonado. Puede ser que, aunque no hayas experimentado ninguna de esas situaciones de pérdida, te sientas solo, como alguien que aun rodeado por una gran multitud de personas, siente gran soledad. Sin nadie en quien poder confiar de verdad. Cualquiera que sea tu historia o tu situación, hay esperanza para ti. Dios es el amigo fiel y verdadero de todos los que se sienten solos. Él es Padre para los que no tienen padres, defiende el derecho de las viudas y hace que el solitario viva en familia. Confía en este Dios que cuida

Dios es sol y escudo

El Señor es sol y escudo; Dios nos concede honor y gloria. El Señor brinda generosamente su bondad a los que se conducen sin tacha. -- Salmo 84:11 ¿Te puedes imaginar cómo sería vivir sin ver el sol todos los días? Sería complicado, ¿no crees? A pesar de que sabemos que el sol brilla sin parar, hay días en los que las nubes o la localización impiden que veamos su luz. Esa es la situación de las personas que viven en algunos países del mundo donde esa belleza de la creación permanece oculta durante varios meses del año. Pero cuando aparece, todos se deleitan con la luz, el calor y el bienestar que el sol les proporciona. Dios es como el sol para su pueblo: él ilumina, da vida, ánimo y alegría. Aunque todo esté oscuro alrededor, Dios no ha dejado de ser la luz gloriosa que conforta el alma y protege con fervor a los que confían en él. Durante el éxodo, mientras Israel atravesaba el desierto, Dios era como un farol durante las noches, una columna de fuego que calentaba, brillaba y dirigía

Sigue a Jesús

  Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. - Juan 10:27 Jesús dijo que sus ovejas hacen 2 cosas: lo yen y lo siguen. Dios guía a aquel que es salvo. Es un gran privilegio poder oír la voz de Dios a través de la Biblia y del Espíritu Santo, pero eso no basta. Necesitamos obedecer. Cuando reconocemos la voz de Dios debemos prestar atención a lo que él dice. Muchas personas oyen la palabra de Dios, pero escogen ignorarla para seguir viviendo en el pecado. Los que hacen eso no están viviendo como discípulos. Ser discípulo significa ser seguidor de Jesús, así como una oveja sigue a su pastor. ¡Y cuando seguimos a Jesús, nuestra vida es transformada!  Comienza a seguir a Jesús hoy: Dedica tu vida a Jesús y reconócelo como tu salvador Lee la Biblia para oír la voz de Dios Aparta tiempo para orar (eso te ayudará a reconocer la voz de Jesús) Pide la orientación de Dios en tu vida Obedece los mandamientos de Dios Para orar: Señor, sé que eres mi pastor y que cuidas de mí. Quiero

El Espíritu de la verdad y el espíritu del engaño

Nosotros somos de Dios, y todo el que conoce a Dios nos escucha; pero el que no es de Dios no nos escucha. Así distinguimos entre el Espíritu de la verdad y el espíritu del engaño. (1 Juan 4:6) Todas las ovejas conocen la voz de su pastor (Juan 10:27).  Quien conoce la Palabra de Dios percibe cuando alguna voz suena extraña.  En la Biblia tenemos las directrices sobre lo que procede o no procede de Dios. El que no tiene la Palabra de Dios como referencia se arriesga a obedecer cualquier voz.  Toda voz que no está de acuerdo con la Palabra de Dios puede inducirnos a errar.  Por eso, es muy importante que estemos atentos y discernamos todo lo que escuchamos (Hechos 17:11). Solo podemos discernir el espíritu del engaño si conocemos el Espíritu de la verdad. Sé guiado por el Espíritu de la verdad Busca la verdad, estudia la Palabra de Dios. No existen las «medias verdades».  Si tienes dudas sobre algo, consulta la Palabra de Dios. La luz disipa la oscuridad.  La verdad aparta el engaño. Pa

Escogidos por el amor eterno

Asimismo, nos escogió en él desde antes de la fundación del mundo para que fuéramos santos y sin mancha delante de él. En amor nos predestinó por medio de Jesucristo para adopción como hijos suyos, según el beneplácito de su voluntad. (Efesios 1:4-5) Incluso antes de que todo existiera, Dios ya había pensado en nosotros y nos había elegido. Él quería que fuéramos especiales para él, que no hiciéramos nada malo, sino que viviéramos correctamente, como él quiere. Él nos quería cerca, como hijos amados. Por eso, Dios nos envió a Jesucristo, para mostrarnos su amor y darnos la oportunidad de ser parte de su familia. Jesús murió por nosotros en la cruz para salvarnos y darnos nueva vida. Todo esto lo hizo porque Dios nos ama mucho y tiene un plan maravilloso para cada uno. Él quiere que vivamos una vida llena de amor, bondad y paz, siguiendo sus enseñanzas. Por eso, podemos vivir con alegría y gratitud, sabiendo que somos amados por Dios y que él está siempre a nuestro lado. Podemos confiar

Fe auténtica

En el caminar cristiano, es importante no quedarse estancado como los fariseos. Ellos se centraron demasiado en seguir reglas olvidando lo que realmente importa en el evangelio. Ser cristiano no se trata solo de cumplir los mandamientos: se trata de cambiar por dentro, de madurar en la fe. Necesitamos ser sinceros en nuestra fe, sin pretender ser algo que no somos. Los fariseos fueron criticados por parecer buenos por fuera, pero eran diferentes por dentro. Debemos buscar una fe verdadera, sin falsedad. Otro punto es ser compasivo, es decir, preocuparse por los demás. Jesús criticó a los fariseos porque no les importaban las personas, solo las reglas. El evangelio trata sobre el amor y la compasión. Debemos ser amables, ayudar a los demás y mostrar el amor de Cristo. Mantener la humildad también es importante. Los fariseos estaban orgullosos y se creían mejores que los demás. Necesitamos recordar que todos dependemos de la ayuda de Dios. No debemos pensar en nosotros mismos como superi

Vence las dificultades y las pérdidas

Pero Dios, que consuela a los abatidos, nos consoló con la llegada de Tito, y no solo con su llegada, sino también con el consuelo que él había recibido de ustedes. Él nos habló del anhelo, de la profunda tristeza y de la honda preocupación que ustedes tienen por mí, lo cual me llenó de alegría.(2 Corintios 7:6-7) ¿Has pasado alguna vez por una fase en la que parecía que llovían problemas por todos lados? Las olas y las tempestades intentaban robar toda la paz y la alegría que tenías. Cuando por fin lograbas respirar tranquilo después de un problema, surgía otro. Más noticias, más desgaste y decepción. Tal vez estés pasando por momentos así ahora mismo. Ten fe: Dios tiene para ti el consuelo que necesitas. A veces nos llegan tantas aflicciones o adversidades que nuestro corazón se siente triste y abatido. El apóstol Pablo también pasó por momentos de gran aflicción, persecuciones, necesidades, angustias. Pero él confiaba en el cuidado de Dios y en el consuelo que el Espíritu Santo trae

Renovando la mente a través de Cristo

Así que, hermanos, les ruego por las misericordias de Dios que presenten sus cuerpos como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, que es el culto racional de ustedes. No se conformen a este mundo; más bien, transfórmense por la renovación de su entendimiento de modo que comprueben cuál sea la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta. Digo, pues, a cada uno de ustedes por la gracia que me ha sido dada, que nadie tenga más alto concepto de sí que el que deba tener; más bien, que piense con sensatez, conforme a la medida de la fe que Dios repartió a cada uno. (Romanos 12:1-3) La vida está llena de cambios.  En nuestra infancia tenemos gustos que se alteran cuando llegamos a la adolescencia.  De adultos ya no tenemos las mismas percepciones que cuando éramos jóvenes.  Crecemos y nuestra mente se transforma. Cuando nacemos de nuevo (2 Corintios 5:17), morimos al mundo y nuestra mente mundana también es sepultada.  Vemos más allá de lo que nuestros ojos pueden ver, vemos con los ojos

Vive feliz de la vida

No te hagas amigo de gente violenta, ni te juntes con los iracundos, no sea que aprendas sus malas costumbres y tú mismo caigas en la trampa. (Proverbios 22:24-25) Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense! (Filipenses 4:4) ¡El pueblo de Dios es, o debería ser, el pueblo más feliz de la tierra! No porque la vida con Jesús sea un mar de rosas o porque todo nos salga siempre bien, sino porque Jesucristo es nuestra alegría, fuente de esperanza y paz. Él es la razón de nuestra existencia. También tenemos la certeza de que él nos cuida y nos ama incondicionalmente. Por todo eso, tenemos motivos de sobra para estar alegres. No te dejes influenciar negativamente. Tu alegría no debe estar condicionada por los problemas o dificultades. Todo lo que Jesús ya hizo es suficiente para motivar nuestro sentido del humor diariamente. Cristo se entregó por amor, permitiéndonos vivir una nueva vida con esperanza y alegría. Alégrate en Dios Recuerda todas las mañanas lo que Jesús ha hecho en tu v

Que tu boca sea un canal de bendición

Ninguna palabra obscena salga de su boca sino la que sea buena para edificación, según sea necesaria, para que imparta gracia a los que oyen. (Efesios 4:29) Nuestra boca es un instrumento importante para llevar la palabra de salvación. Es justamente por eso que debemos medir lo que hablamos y pensar si nuestra boca es un canal de bendición o maldición. Con nuestra lengua podemos curar o herir. Nos corresponde a nosotros escoger lo que extendemos con nuestra boca. Conscientes de esa responsabilidad, debemos controlar nuestra boca para que hablemos lo que realmente queremos decir. La Biblia nos puede ayudar a desarrollar nuestro autocontrol. Y la Biblia, además de ser una fuente de sabiduría, contiene palabras que curan y salvan. Cuando nos alimentamos de la Palabra de Dios comenzamos a hablar de lo que hay en nuestro corazón. Aun más, empezamos a comportarnos conforme a la Palabra así que nuestros hechos hablan por sí mismos, no solo nuestras palabras. ¡Que tu boca sea un canal de bendi

Los que confían en el Señor

Los que confían en el Señor son co mo el monte Sión, que jamás será conmovido, que permanecerá para siempre. (Salmo 125:1) ¿Quién no desea tener una fe inquebrantable? La verdad es que Dios desea que confiemos en él de todo corazón. ¿Por qué no te entregas a ese Dios poderoso? La fe da frutos y atrae personas tal como lo hace un monte. Aquel que tiene fe se convierte en una referencia para los que quieren alcanzar un nivel más alto. No es fácil mantenerse firme en las promesas: requiere resistencia, discernimiento y la búsqueda de Dios. Un monte no se derrumba cuando llega el mal tiempo. Así debe ser nuestra confianza en Dios: no nos debemos derrumbar debido a las circunstancias. Entender la soberanía de Dios nos ayuda a confiar más en él. Además de eso, nos aleja de las trampas que pueda presentar la situación. El mal tiempo pasará y Dios continuará soberano. Y debido a que sabemos eso, debemos confiar todavía más en él. ¿Quién puede hacer lo que es mejor para nuestra vida sino nuestr

Permite que él haga más

Y a aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o pensamos, según el poder que actúa en nosotros, (Efesios 3:20) Efesios 3:20 nos revela la majestad del poder de Dios y la profundidad de su gracia. Este versículo nos invita a reflexionar sobre la infinita capacidad de Dios para superar nuestras expectativas y oraciones. Cuando nos enfrentamos a desafíos, a menudo limitamos nuestras expectativas a lo que consideramos humanamente posible. Sin embargo, Dios nos llama a ampliar nuestra visión, confiando en que él puede hacer mucho más allá de lo que nuestro corazón y nuestra mente pueden concebir. Su poder no tiene límites y su papel en nuestras vidas es profundo y transformador. En momentos de dificultad, es común sentir que nuestras fuerzas no son suficientes. Es en esos momentos que debemos recordar que el poder de Dios obra dentro de nosotros. Él nos sostiene y nos da poder para superar cualquier obstáculo. Nuestra confianza no debe estar

Vivir, permanecer y creer

En todo caso, andemos de acuerdo con lo que ya hemos alcanzado. (Filipenses 3:16) En nuestro andar cristiano, tenemos el desafío de aplicar los principios que hemos aprendido, incorporándolos a nuestras decisiones y actitudes diarias.  Cada paso que se da hacia Cristo debe ser un reflejo del continuo crecimiento espiritual que experimentamos. Al contemplar el camino recorrido, reconocemos la gracia que nos rodeó, el perdón que nos rescató y la esperanza que nos fue concedida.  Estas bendiciones no son solo hitos del pasado, sino cimientos sólidos que dan forma a nuestro presente y futuro.  Vivimos no solo recordando lo que Dios ha hecho, sino en respuesta a su amor transformador y a las obras diarias de su gracia. Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir la misericordia y encontrar la gracia que nos ayuden oportunamente. (Hebreos 4:16) Nuestro camino se caracteriza por la humildad, reconociendo nuestra insuficiencia ante el poder de Dios.  Sin embargo, en C

Crece en la gracia y en el conocimiento

Más bien, crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea la gloria ahora y para siempre! Amén. (2 Pedro 3:18) El crecimiento espiritual es un paso importante para aquellos que ya conocen a Cristo y lo han aceptado por medio de la fe.  Pero debemos nacer espiritualmente antes de crecer...  Solamente cuando somos hijos de Dios, con el Espíritu Santo habitando en nosotros, tenemos la posibilidad de crecer a la semejanza de Jesús.  Hay muchos que se esfuerzan en desarrollar la vida cristiana, pero si todavía no han nacido de nuevo, se frustran al no lograr alcanzar un crecimiento genuino en la fe. No se trata de un proceso automático en la vida del cristiano: crecer en la gracia y el conocimiento de Jesucristo solo será posible a través de la obra del Espíritu de Dios.  No lo conseguiremos por nuestros propios esfuerzos sino por la gracia y obra del Señor. Nosotros solo colaboramos con la obra del Padre en nuestros corazones.  Por lo tanto, para

Dios es la fuerza de tu corazón

Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna. (Salmo 73:26) Aceptar nuestras limitaciones nos lleva a reconocer lo que Dios ha hecho por nosotros. Cuando entendemos que todo proviene del Señor, nos damos cuenta de su cuidado. Reconocer nuestra debilidad no nos justifica para pecar, sino que nos debe motivar a buscar todavía más a Dios. Cuando no reconocemos el poder de Dios, tenemos la falsa impresión de que conquistamos todas las cosas por nuestras propias fuerzas. La realidad es que todo lo que recibimos es producto de la gracia del Padre. La herencia de la salvación se nos dio por la gracia de Dios y ningún esfuerzo podría retribuir el precio pagado en la cruz. Nuestras fuerzas son limitadas, pero la fuerza que viene de Dios nos impulsa a realizar grandes cosas. Con Dios hacemos más Reconoce tus propias limitaciones, respétate. Entiende que todo lo bueno viene de Dios. Busca fuerzas en la Palabra de Dios. Ella es eficaz para re

Sinopsis del Nuevo Testamento (28. Apocalipsis)

LA REVELACION DE JESUCRISTO ¿Qué es lo que nos hace sentir deseo de comenzar la lectura de un libro leyendo antes el último capítulo? Por algún motivo, son muchas las personas que empiezan su lectura de la Biblia comenzando por el Apocalipsis, pero este es un grave error. Este libro sume a la persona en una tremenda confusión, puesto que en él se mencionan una serie de dragones, de trompetas, copas y sellos, con muchas panorámicas fantásticas, sonidos y visiones. Sería fácil que una persona que comenzase por este libro dejase toda la Biblia de lado por la frustración que sentiría , incapaz de comprender el significado de todas estas cosas. Resulta altamente significativo que el libro de Apocalipsis sea el último libro de la Biblia. Y si ha leído usted el resto de la Biblia antes de llegar al Apocalipsis, estará mucho mejor preparado para entender el punto culminante de esta revelación de Dios a su pueblo. Sin embargo, el motivo por el que muchos tienen dificultad para entender este lib

No hay otro evangelio

Como ya lo hemos dicho, ahora lo repito: si alguien les anda predicando un evangelio distinto del que recibieron, ¡que caiga bajo maldición! (Gálatas 1:9) Siempre hay personas queriendo actualizar el mensaje de Jesús creando cosas nuevas. Esas personas piensan que son especiales y que pueden traer «renovación». El gran problema de eso es que, si el mensaje predicado no es consistente con el evangelio del Nuevo Testamento que los apóstoles predicaron, debe ser rechazado. La Biblia es muy extensa y contiene mucha información, narraciones y mandamientos prácticos. Podríamos dedicar toda nuestra vida a estudiarla, y aun así, no seríamos capaces de cumplir o entender todo. ¡No seas presuntuoso! Conténtate con la Biblia tal como es y esfuérzate en conocerla mejor. Pablo no condena solamente al que predica un evangelio falso, sino que también desaprueba a las iglesias de Galacia por creer ese mensaje falso. ¡Conoce bien tu fe y sé fiel a la Palabra de Dios! Aprende y crece Busca y estudia: ¿c