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Mostrando entradas de octubre, 2024

Sé valiente, Dios nunca te abandonará

Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el Señor su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará. (Deuteronomio 31:6) ¡Valentía! Cuando Moisés declaró estas palabras Josué estaba entrando en un nuevo nivel, diferente de todo lo que había presenciado. Al igual que él, no debes temer a los nuevos desafíos. Si están frente a ti es justamente porque Dios te está dando una oportunidad para que crezcas más. Esa nueva tierra puede ser un empleo, estudiar una nueva carrera o hasta un cambio de actitud. Coloca a Dios y su palabra como referencial y sé valiente. Cuando tenemos a Jesús como nuestro norte no nos sentimos perdidos o desamparados. Josué entró a una tierra llena de desafíos, pero Dios nunca le abandonó. Como hijos de Dios contamos con la presencia permanente del Padre en nuestras vidas y por eso, no hay razón para temer. ¡Avancemos en fe, firmes en la Palabra, y conquistemos la tierra que Dios nos prometió! Avanzando con valor: Agr...

El amor de Dios es todo

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Juan 3:16) El amor de Dios es la esencia de nuestra existencia. Es incondicional, infinito y poderoso. No hay nada en este mundo que se compare con la profundidad del amor de Dios. El Señor, en su infinita bondad, nos creó para poder experimentar este amor en su plenitud. Por toda la Biblia vemos innumerables pruebas del cuidado y afecto de Dios por nosotros. Él no solo nos creó, sino que nos sostiene cada día. Incluso cuando fallamos, cuando nos alejamos, su amor permanece constante. La prueba más grande de este amor fue la entrega de su Hijo Jesucristo, quien vino al mundo, sufrió y murió por nuestros pecados, para que pudiéramos tener vida eterna. Esta es la demostración de amor más sublime que jamás haya existido. Cuando entendemos la grandeza de este amor, todo en nuestras vidas comienza a tener sentido. Él nos da propósito, nos sana, n...

Libérate de todos los yugos con la ayuda de Dios

Así que, si el Hijo los liberta, serán verdaderamente libres.(Juan 8:36) A Dios le interesa tu liberación total.  A veces, pensamos que la libertad dada por Dios concierne solo al área espiritual, pero el Señor también quiere que seas libre en el área emocional, física y relacional. A menudo nos quedamos atrapados en relaciones abusivas o adoptamos comportamientos compulsivos (con comida, bebida, actividades o drogas).  Y así, comenzamos a autosabotearnos y destruirnos a nosotros mismos.  Además de estos problemas, también tendemos a aferrarnos al pasado y no perdonamos a los demás ni a nosotros mismos. Si te das cuenta de la existencia de algún tipo de prisión, en algún ámbito de tu vida, ora a Dios y pídele que opere en ti una liberación completa ahora mismo. ¡Sé verdaderamente libre en Cristo! Reflexiona unos instantes y observa qué o quién ha sido tu “opresor” en tu día a día. Ora, busca a Dios y pídele que te libere por completo. Pide la ayuda de Cristo para liberart...

Vendrán días mejores

  Por tanto, no nos desanimamos. Al contrario, aunque po fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando día tras día. Pues los sufrimientos ligeros y efímeros que ahora padecemos producen una gloria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento. (2 Corintios 4:16-17) Hay tiempo para todo en esta tierra: tiempo para estar alegre, tiempo para llorar, tiempo para sembrar y tiempo para recoger el fruto de lo sembrado. Los días son desafiantes y la lucha puede ser agotadora en ocasiones. Pero aunque estemos desgastados, debemos mantener en mente que el Reino de Dios se toma con esfuerzo, por lo que ser perseverante es un ejercicio práctico de fe. Dios conoce nuestra condición y la importancia de nuestro crecimiento espiritual. ¡Todo coopera para el bien de aquellos que aman a Dios! Nuestro esfuerzo no es en vano. En el momento correcto, Dios será glorificado y gozaremos de días mejores. No te desanimes, ¡persevera! Si estás cansado, sé sincero, habla con Dios sobre tu ...

Necesitas un trasplante de corazón

Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva la firmeza de mi espíritu. (Salmo 51:10) Todos nosotros pasamos a tener un nuevo comienzo cuando encontramos el camino de la verdad. Aun así, más que un nuevo inicio, todos nosotros, los creyentes en Jesús, necesitamos recibir un corazón nuevo. El salmista David sabía de la condición enfermiza de su corazón y por eso confesó en este salmo su arrepentimiento, clamando al Señor para que le diera un corazón nuevo y puro. Y nosotros, ¿reconocemos nuestras faltas? ¿Nos arrepentimos de nuestros pecados? ¿Buscamos el perdón y la misericordia de Dios? El rey David no fue un hombre perfecto, todo lo contrario. La Biblia nos dice que él se equivocó gravemente. Pero podemos aprender con su ejemplo de arrepentimiento porque aun cuando pecó, no se escondió ni se apartó del Señor. Más bien reconoció sus pecados y se volvió con su corazón quebrantado al Dios misericordioso. Recibe un nuevo corazón hoy: Confiesa al Señor todo pecado que esté perturbano...

Dios antes que todo

Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. (Mateo 6:33) En medio del ajetreo de la vida cotidiana, a menudo olvidamos lo que realmente importa. La vida nos empuja a buscar bienes materiales, éxito profesional y reconocimiento. Sin embargo, es importante recordar que, por encima de todo, Dios debe ser nuestra prioridad. Cuando ponemos al Señor en primer lugar, las otras cosas pasan a ocupar el lugar que les corresponde en nuestras vidas. La fe en Dios nos trae esperanza y fuerza para enfrentar nuestros desafíos. A menudo nos enfrentamos a dificultades que parecen insuperables. Es en estos momentos que debemos recordar que no estamos solos. Dios está a nuestro lado y cuando confiamos en él, encontramos paz y serenidad. Cuando buscamos a Dios, abrimos el corazón para la transformación. A medida que buscamos más de Dios, nos amoldamos y fortalecemos para enfrentar la adversidad. Él nos ofrece sabiduría y discernimiento, y nos ayud...

Adora al Señor en su esplendor

En un mundo lleno de desafíos, es esencial que volvamos nuestro corazón a la fuente de toda gloria y poder: el Señor nuestro Dios. El Salmo 29:2 nos recuerda la importancia de darle al Señor la gloria que merece su nombre y de adorarlo en el esplendor de su santuario. ¡Ríndanle la gloria digna de su nombre! ¡Adoren al Señor en su santuario hermoso! (Salmo 29:2) Cuando reconocemos la grandeza de Dios, nuestro espíritu se llena de una paz indescriptible. Él es el creador de los cielos y la tierra, aquel que domina los mares y las estrellas y, sin embargo, se preocupa profundamente por nosotros. Al darle la gloria que le corresponde, recordamos que él tiene el control de todas las cosas, incluso cuando nuestra visión es limitada. Adorar al Señor en el esplendor de su santuario es parte de la religiosidad. Es un encuentro personal con el Dios vivo, una entrega total de nuestra vida en sus manos. Es en los momentos de adoración que encontramos fuerza para continuar, esperanza para persevera...

El verdadero «Black Friday»

Desde el mediodía y hasta la media tarde toda la tierra quedó sumida en la oscuridad, pues el sol se ocultó.  Y la cortina del santuario del templo se rasgó en dos.  Entonces Jesús exclamó con fuerza:  ¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu! Y al decir esto, expiró. (Lucas 23:44-46) Cuando Jesús - la Luz del mundo - murió por nosotros, toda la tierra se oscureció...  Todo el universo se inclinó ante ese acontecimiento tan trágico: el Salvador de todos fue muerto en la cruz.  Allí en el lugar llamado «La Calavera» y al lado de dos criminales, Jesús padeció en nuestro lugar.  No nos dio solo un «descuento» por nuestros fallos sino que pagó todo el precio por mis pecados y por los tuyos. Hay un momento determinado en el año en el que gran parte del mundo se alborota ante los incentivos y las tácticas del mercado guiado por el deseo consumista de posesión y comodidad.  Somos seducidos a adquirir cosas que no necesitamos por un precio «reducido». ...

Lidiando con la depresión

El ángel del Señor regreso y, tocándolo, le dijo: «Levántate y come, porque te espera un largo viaje». Elías se levantó, y comió y bebió. Una vez fortalecido por aquella comida, viajó cuarenta días y cuarenta noches hasta que llegó a Horeb, el monte de Dios. - 1 Reyes 19:7-8 El Señor le ordenó: —Sal y preséntate ante mí en la montaña, porque estoy a punto de pasar por allí.(...) - 1 Reyes 19:11 a Hay etapas muy difíciles en la vida y en algunas de ellas parece no haber salida ni esperanza. Eso nos pasa a todos en algún momento. Cualquiera que haya pasado o enfrentado algo así en la vida sabe cómo es encontrarse bajo una presión tan grande que se siente un enorme abatimiento en el alma. Sí, la depresión puede tocar también a nuestra puerta. Cuando eso sucede tenemos dos salidas posibles para escoger: huir o enfrentar. El profeta Elías pasó por una grave depresión y su intención inicial fue intentar desistir. Pero Dios le mostró que todavía le quedaba un gran recorrido por delante: ¡nece...

No cuentes con el día de mañana, ¡vive hoy!

No te jactes del día de mañana, porque no sabes lo que el día traerá. (Proverbios 27:1) Mañana haré esto o aquello... Esta es una presunción falsa que todos damos por sentado: el tener la certeza del mañana. Pero lo cierto es que el futuro, por más breve o largo que sea, es algo sobre lo cual no tenemos control. Reconócelo, eres incapaz de saber si el día de mañana existirá. Podemos hacer planes, organizar agendas, programar cosas simples o grandes proyectos, pero quien determinará si eso sucederá es Dios. Eso no quiere decir que no debamos planear, tener objetivos organizados o idealizar proyectos futuros. Pero requiere de nosotros humildad y fe para confiar en el Señor del tiempo. "Si Dios quiere" él cumplirá todo de acuerdo con su soberana voluntad. El día de hoy es un regalo de Dios para todos nosotros. Por lo tanto, aprovéchalo de la mejor forma haciendo todo como si fuera para el Señor. Sonríe, ama, trabaja, descansa, sirve, perdona, busca el perdón y la reconciliación....

¿De qué depende tu vida?

Ama al Señor tu Dios, obedécelo y sé fiel a él, porque de él depende tu vida, y por él vivirás mucho tiempo en el territorio que juró dar a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob. (Deuteronomio 30:20) Nuestra vida, longevidad y bienestar dependen de una sola cosa: la obediencia a Dios.  Este es el costo de nuestra vida en la presencia de Jesús.  No podemos olvidar que nuestra relación con Dios se basa en el amor y el compromiso con su voluntad.  Si nos negamos a obedecerle, ponemos en peligro todo lo que es más importante en la vida. Ese fue también el costo de vivir en la tierra prometida: obedecer al Señor.  Por mucho que pensaran que la ley era estricta, que había demasiadas reglas o que eran demasiado difíciles, los mandamientos fueron dados para proteger y ayudar a las personas a mantenerse en el camino. Asimismo, en nuestra vida, los mandamientos de Dios son buenos, nos guían y son para nuestro bien.  Nos permiten vivir en la presencia de Dios y en paz uno...

Ocúpate de esto y Dios se ocupará del resto

Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. (Mateo 6:33) Existen muchas cosas que pueden causarnos ansiedad: la falta de trabajo, la preocupación por la comida y la ropa, el miedo al futuro.  ¿Cómo podemos garantizar nuestra seguridad?  Pero Jesús dijo que no debemos tener miedo.  Dios sabe lo que necesitamos y él cuida de nosotros. Nuestra prioridad mayor debe ser el reino de Dios.  Nada es más importante que ver el evangelio crecer y vivir para dar gloria a Dios.  Cuando nos dedicamos al reino de Dios, podemos vivir libres de la preocupación sobre el futuro, porque Dios garantiza nuestra seguridad por toda la eternidad. Para buscar el reino de Dios: Ora a Dios y pide su ayuda cuando sientas miedo sobre el futuro Recuerda que Dios tiene el control de todas las cosas Lee la Biblia y aprende a vivir de manera agradable a Dios Forma parte de una iglesia, y participa activamente Para orar: Señor, sé que tú ...

¿Qué debo hacer cuando no logro entender?

Lo secreto le pertenece al Señor nuestro Dios, pero lo revelado nos pertenece a nosotros y a nuestros hijos para siempre, para que obedezcamos todas las palabras de esta ley. (Deuteronomio 29:29) Moisés llegaba al final de su vida. Él estaba consciente de que moriría poco después sin lograr entrar a la "Tierra Prometida". En sus últimas palabras para el pueblo de Israel, él afirmó que existen cosas encubiertas para nosotros. Son cosas que no entenderemos jamás en esta vida, pues huyen a nuestra comprensión humana. Hay tres actitudes que nos pueden ayudar a lidiar con lo que no logramos entender: Confianza - Aun cuando no entendamos lo que sucede, podemos confiar en el Señor, pues sabemos que él conoce lo que es mejor para nosotros. Obediencia - No necesitamos entender para obedecer. La confianza nos lleva a obedecer aunque no entendamos todo. Humildad - Obedecer sin comprender, también exige humildad. La humildad nos ayudará a aceptar aquello que no entendemos. Confía y obede...

Encuentra fuerza y consuelo en Cristo

Pues, así como participamos abundantemente en los sufrimientos de Cristo, así también por medio de él tenemos abundante consuelo. (2 Corintios 1:5) Las inspiradoras palabras de ese verículo nos recuerdan que, así como compartimos los sufrimientos de Cristo, también experimentamos alivio y consuelo a través de él. En nuestro camino de fe, podemos enfrentar dificultades, dolores y desafíos, pero estas aflicciones no son en vano. Así como Cristo sufrió por nosotros, nuestros propios sufrimientos pueden encontrar significado y propósito en su gracia. No estamos solos cuando enfrentamos momentos de dolor. El consuelo de Cristo fluye en nuestros corazones, alivia nuestros dolores y nos recuerda que él está con nosotros cada paso del camino. Él conoce nuestras cargas y nos ofrece descanso. Su amor inquebrantable nos sostiene, nos fortalece y nos guía a través de las tormentas. Encuentra consuelo en la verdad de que, así como los sufrimientos de Cristo por nosotros fueron muchos, su consuelo s...

Prospera con sabiduría

  Los proyectos del diligente resultarán en abundancia, pero todo apresurado va a parar en la escasez. (Proverbios 21:5) Este versículo nos recuerda la importancia de planificar y ser pacientes en nuestras finanzas y en nuestra vida espiritual. Hoy en día es común querer resultados rápidos, pero la Biblia nos advierte sobre los peligros de esta actitud. Las prisas pueden llevar a malas decisiones, lo que deriva en problemas económicos y una vida llena de estrés. Dios nos pide que seamos diligentes y sabios. Planificar bien significa fijar objetivos claros, crear un presupuesto, ahorrar e invertir con cuidado. Esto no solo promueve la estabilidad financiera, sino que también muestra disciplina y responsabilidad, cualidades valoradas por Dios. Confiar en Dios y buscar su guía en nuestra planificación es esencial. Orar por sabiduría nos ayuda a tomar decisiones alineadas con los propósitos de Dios. Saber que Dios es nuestro proveedor nos trae paz, incluso cuando los resultados no son ...

Mujeres que amaban a Jesús

  Acompañaron a José las mujeres que habían venido con Jesús desde Galilea, y vieron el sepulcro y cómo fue colocado el cuerpo. Después regresaron a su casa para preparar especias aromáticas y ungüentos, y descansaron en el día de reposo, conforme al mandamiento. (Lucas 23:55-56) El evangelio de Lucas siempre muestra cómo Jesús trataba con cariño a las mujeres de su tiempo. Él las valorizaba, y ellas lo seguían; él transformó sus vidas, y ellas estaban dedicadas a su ministerio. Cuando Jesús fue arrestado, acusado y sentenciado, muchos de sus discípulos simplemente lo abandonaron, huyeron. Pero estas mujeres, por otro lado, se quedaron cerca todo el tiempo, y aún en su muerte, se esforzaron en honrar a su maestro. Prepararon perfumes para cuidar el cuerpo de su amigo, el salvador de sus vidas. Cuando Jesús resucitó, se mostró primero a ellas. Estas mujeres que seguían a Jesús, lo amaban con todas sus fuerzas, y él las honró. Ten un amor similar al de ellas, dedícate a caminar con J...

Dios no te creó por casualidad

Porque yo conozco los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. (Jeremías 29:11) El versículo en Jeremías 29:11 nos revela el corazón amoroso de Dios y su profundo propósito para cada uno de nosotros.  Dios no nos creó por casualidad, sino con un plan específico.  Él nos conoce íntimamente y sabe exactamente qué es lo mejor para nosotros. El propósito de Dios para nuestras vidas es un plan de prosperidad, no solo material, sino también espiritual y emocional.  Él quiere que tengamos una vida plena y abundante, llena de alegría y paz, sin importar las circunstancias que nos rodean.  Dios no quiere causarnos daño, sino guiarnos hacia su voluntad, que es perfecta y buena. Dios también nos promete esperanza y un futuro.  Él nos da la promesa de un mañana lleno de posibilidades y oportunidades donde podremos crecer en nuestra fe y llegar a ser más como él.  Nos invita a conf...

Aprende a hacer el bien

¡Lávense, límpiense! ¡Aparten de mi vista sus obras malvadas! ¡Dejen de hacer el mal! ¡Aprendan a hacer el bien! ¡Busquen la justicia y restituyan al oprimido! ¡Aboguen por el huérfano y defiendan a la viuda! (Isaías 1:16-17) En la reflexión de hoy se nos invita a adoptar muchas actitudes que nos dirigen a vivir más cerca del Señor y de sus principios, alejándonos, al mismo tiempo, del pecado. Lávense, límpiense: Nuestra naturaleza corrupta está manchada de pecado. Afortunadamente, tenemos un Salvador que nos purifica, Jesús es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Apartar las obras malvadas: Esta es una actitud intencional que todo converso debe adoptar: actuar sin maldad, sin engaño, injusticia y corrupción. Dejar de hacer el mal: La aplicación práctica es dejar, parar. Abandonar conductas dañinas y buscar la transformación a través del arrepentimiento. Debemos alejarnos de las prácticas pecaminosas, o aquellas que conducen al error y al mal. Aprender a hacer el bien: Aqu...

El que persevera bajo la prueba será aprobado

Estar vivo significa que somos puestos a prueba con frecuencia. Las pruebas pueden parecer montañas insuperables, pero cada desafío es una manera de fortalecer nuestra fe. La Biblia nos recuerda en Santiago 1:12: Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba porque, cuando haya sido probado, recibirá la corona de vida que Dios ha prometido a los que lo aman. (Santiago 1:12) Cada obstáculo que enfrentamos es una oportunidad para demostrar nuestra confianza inquebrantable en el poder de Dios. Es en los momentos más difíciles cuando él se revela como nuestro refugio y fortaleza, una ayuda muy presente en las angustias. Cuando nos apoyamos en Dios, comenzamos a reaccionar inteligentemente, enfrentando nuestros problemas con valentía. Es importante recordar que las pruebas no son una señal de que “Dios nos ha abandonado”, sino una oportunidad para madurar espiritualmente. Así como el oro se refina con el fuego, nosotros nos refinamos en medio de las dificultades. Dios no nos ha prom...

Cuida bien de tu hermano

Siempre doy gracias a Dios por ustedes, pues él, en Cristo Jesús, les ha dado su gracia. (1 Corintios 1:4) En este versículo podemos percibir la preocupación del apóstol Pablo de motivar a sus hermanos en la fe. La iglesia de Corinto pasaba por problemas, pero la postura de Pablo fue sorprendente: él comienza la epístola dando gracias a Dios por la vida de los hermanos de aquella región. Pablo tenía un corazón agradecido, pues sabía que Jesús murió también por ellos. Si Dios derramó su gracia sobre ellos, ¿cómo no continuar siendo un canal de bendición para la edificación de los hermanos? El apóstol comprendía que toda buena semilla necesita cuidados: debe ser regada y podada para que dé fruto. A pesar de las faltas de los hermanos en Corinto, Pablo entendía que para "podar" era necesario que la semilla brotara y tomara forma. Cuidar no es solo exhortar. Es importante también agradecer. Edifica la fe de tu hermano Busca edificar la fe de tu hermano a través de la Palabra de D...

Viviendo el amor de Dios a diario

El amor de Dios nos rodea todos los días como el cálido abrazo de un padre amoroso.  Su bondad se manifiesta de manera sencilla y profunda en nuestro caminar diario.  Cada amanecer, él nos regala la luz del sol, recordándonos su presencia constante en nuestras vidas.  En tiempos difíciles, él es el refugio seguro para nuestras preocupaciones y miedos. En el amor de Dios encontramos inspiración para tender la mano a los demás.  Una sonrisa amable, un gesto compasivo o una palabra amable reflejan su amor a través de nosotros.  El perdón que él nos ofrece nos anima a perdonar y a buscar la sanidad de las relaciones en nuestras vidas. El amor de Dios nos guía en las decisiones y nos fortalece cuando enfrentamos desafíos. Nos anima a ser pacientes y amorosos, incluso cuando el mundo que nos rodea parece caótico.  A través de la oración, podemos sentir su amor rodeándonos y dándonos paz. ¡Reconozcamos y celebremos el amor de Dios en cada momento de nuestro día!...

Aunque no entiendas ahora, lo entenderás después

  Ahora no entiendes lo que estoy haciendo —le respondió Jesús—, pero lo entenderás más tarde. (Juan 13:7) ¿Cuántas veces nos preguntamos o cuestionamos a Dios el por qué de una situación determinada en nuestras vidas? Muchas veces, cuando sucede algo que está fuera de nuestro control y que no comprendemos. Puede ser la pérdida de alguien, el final de una relación, una enfermedad, un accidente, el desempleo, una decepción... Le preguntamos al Señor el por qué y realmente no logramos entender. Sin embargo, la Biblia nos enseña que Dios siempre tiene el control de todo. Si le tenemos como autor y consumador de nuestra fe, podemos confiar y descansar en él. Puede que no comprendamos lo que Jesús está haciendo, pero él lo sabe muy bien. Luego comprenderemos que todo lo que nos sucede ayuda a nuestro crecimiento en la fe, en el amor y en el conocimiento del Señor. Aun cuando no entendemos, nuestro carácter está siendo moldeado cuando pasamos por dificultades confiando y amando a Dios de...

Es más importante obedecer a Dios que a los hombres

¡Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres! —respondieron Pedro y los demás apóstoles—. (Hechos 5:29) Los apóstoles y discípulos recibieron de Cristo la misión desafiadora de anunciar el Evangelio.  Sin embargo, los líderes judíos la rechazaron, negándose a oír e intentando impedir que ellos predicaran el mensaje del Señor Jesús.  En nuestros días vivimos limitaciones diferentes, pero las imposiciones son bastante similares.  Los hombres que rechazan a Dios intentan silenciar el Evangelio genuino con sus agendas seculares y su ideología dominante. Pero es más importante obedecer a Dios que a los hombres.  Esfuérzate en vivir los principios y valores de la Biblia cueste lo que cueste.  Anuncia toda la Palabra de Jesucristo aunque algunos te rechacen o intenten impedirlo.  Ninguna institución humana cumplirá esa tarea que compete a la Iglesia de Dios.  Por eso, en la fuerza del Espíritu Santo, revístete de las armas que Dios da y testifica la ...

El Señor es nuestra fortaleza

En el camino de la vida enfrentamos muchos desafíos que pueden sacudirnos. Sin embargo, es en esos momentos cuando debemos recordar que el Señor es nuestra fortaleza y nuestra roca inquebrantable. Como está escrito en el Salmo 18:2:Jehová, roca mía y castillo mío, mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; mi escudo y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio. (Salmo 18:2) Cuando nos sentimos sobrecargados, podemos confiar en la promesa de que Dios es nuestro refugio seguro. Él nos da valor para afrontar las tormentas y paz para superar los momentos de ansiedad. La fuerza que el Señor nos da no es solo un refugio contra el peligro, sino también una fuente continua de fortaleza y renovación. En su presencia encontramos esperanza y valentía para seguir adelante, incluso cuando el camino parece difícil. ¡Así que no te desanimes! Pon tu confianza en el Señor y permítele ser tu fortaleza. Con Dios de nuestro lado, somos más que vencedores. Él nos sostiene y guía, fortalece nue...

No hay límites para los que tienen fe

Hay momentos en los que nos sentimos limitados o con las «manos atadas» en ciertas situaciones de la vida. Podemos ser competentes en muchas áreas, pero en realidad no tenemos el control de todas las cosas. Ahí es cuando nos damos cuenta de lo limitados que estamos. Aun siendo pequeños y frágiles, tenemos un Dios grande y poderoso que está presto para ayudarnos. Si deseamos verlo actuar a nuestro favor, tenemos que confiar en él y tener fe. Jesucristo sabía que la fe es capaz de mover montañas. Él enfatizó en su ministerio el poder de la fe. Cuando canalizamos nuestra fe en Dios, lo imposible puede llegar a ser posible. Para los hombres es imposible —aclaró Jesús, mirándolos fijamente—, pero no para Dios; de hecho, para Dios todo es posible. (Marcos 10:27) Lo imposible puede ser una realidad con la fe puesta en Dios. Con fe podemos atravesar el mar en tierra seca (Hebreos 11:29). A través de la fe podemos derribar los muros en nuestras vidas (Hebreos 11:30). No pongas límites a tus sue...

Él escucha tu voz

Seguramente te has sentido angustiado en algún momento de tu vida, triste por una situación o desamparado por una tragedia. Desde los problemas más sencillos en el trabajo hasta los momentos más difíciles, es bueno contar con alguien que nos escuche en medio de esas situaciones. Pero yo clamaré a Dios, y el Señor me salvará. Mañana, tarde y noche clamo angustiado, y él me escucha. (Salmo 55:16-17) Aquí el salmista cuenta con que Dios lo escucha. Él confía que el Señor lo oye, que no está solo en las dificultades, sino que el Dios Todopoderoso está presente y es capaz de actuar. Eso es así porque, más que un oyente, Dios es Salvador y es capaz de rescatarte de los peores lugares. Confía en Dios, pues él está contigo en todo momento. El Señor está presente y puede ser un refugio para tu alma el día entero y todos los días de tu vida. Clama, pues él te escucha Ora a Dios y lleva ante él tus mayores dificultades. Abre tu corazón delante del Señor, pues él es el Salvador y te puede ayudar. ...

Paz en medio de la guerra

Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. (Filipenses 4:7) La paz que viene de Dios no se compara para nada con la paz (felicidad, seguridad y estabilidad) que el mundo puede dar. No se trata de una paz frívola o fantasiosa. Es una paz real que podemos disfrutar aun cuando estemos pasando por guerras o aflicciones por todos lados. ¡Dios es la fuente de paz verdadera! Esta paz no es sinónimo de que todo nos va bien, sino que es señal de que nuestro corazón está anclado en la Roca Eterna que nos afirma y sustenta siempre. Sí, esta paz de Dios excede todo entendimiento. No es pasajera ni depende de las circunstancias. Su paz coexiste con el sufrimiento y llena el corazón de consuelo aun cuando enfrentemos valles y tinieblas en la vida. No estés ansioso. Confía que Dios continúa en control de todo y él sustentará tu corazón y tu mente en la fuerza de Jesús. La paz de Dios guarda el corazón Ora y pide la paz de Dios. Él apa...

Trayendo esperanza a la memoria

¿Por qué se nos hace tan fácil recordar los momentos malos? Infelizmente, esos recuerdos pueden impedirnos avanzar en algunas áreas de nuestra vida. Esa trampa nos puede llevar a una espiral de pesimismo e ingratitud. Para luchar contra eso, tenemos que esforzarnos en recordar los buenos momentos. Alimentar nuestra fe es un ejercicio diario. No hay mejor forma para fortalecer nuestra fe que recordar lo que Jesús ha hecho por nosotros. Pero algo más me viene a la memoria, lo cual me llena de esperanza: El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. (Lamentaciones 3:21-22) Pero algo más me viene a la memoria, lo cual me llena de esperanza: El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. (Lamentaciones 3:21-22) ¡Trae a tu memoria todo lo que Dios ha hecho por ti! Lee la Palabra y ve las maravillas que Dios ha hecho a favor de todos los que creen en él. Persigue sus promesas, anima tu corazón y vuélvete hacia la meta que es Jesucristo. Crea el b...

Su Palabra es nuestro refugio

La palabra “refugio” evoca la idea de un lugar sereno, donde encontramos paz, tranquilidad y sosiego.  Es el albergue seguro que nos protege de las amenazas que la vida puede traer.  Sin embargo, el verdadero significado de esta palabra nos dirige a Jesús, que se revela como nuestro refugio supremo en los momentos de angustia.  En él encontramos protección, paz y un amor sublime que sobrepasa cualquier comprensión humana. En medio de los desafíos y tribulaciones que enfrentamos, nuestra ancla es Jesucristo.  A través del Espíritu Santo, él nos ofrece la paz que va más allá del entendimiento y la seguridad que solo se puede encontrar en él.  Es al confiar en Dios y en el refugio que él nos da, que descubrimos la fuerza para enfrentar las tormentas de la vida. La Biblia, su Palabra inspirada, es el mapa que nos lleva a ese refugio.  En ella encontramos guía, promesas y la presencia constante de Dios.  Cuando nos refugiamos en su Palabra, somos fortalecid...

Sepulturas del deseo

Los que son de Cristo Jesús han crucificado la naturaleza pecaminosa, con sus pasiones y deseos. (Gálatas 5:24) Después que salieron de Egipto, los israelitas comenzaron a quejarse frente a las dificultades que enfrentaban. Influenciados por un grupo de extranjeros que vivía entre ellos, empezaron a murmurar diciendo que añoraban la comida que habían tenido en Egipto.  Además, se quejaron de que ahora solo tenían maná para comer (Números 11:4-9). Por eso, Dios anunció que les mandaría carne para que comieran, lo que sucedió cuando el campamento israelita se cubrió de codornices.  Mientras ellos comían la carne, una gran plaga se esparció por el pueblo y muchos murieron.  Ellos llamaron aquel lugar "Quibrot Hatavá", que significa en hebraico "sepulturas de la glotonería" o "sepulturas del deseo" (Números 11:31-34). Muchos deseos son nocivos para nosotros y pueden llevarnos a la destrucción.  Algunos deseos de nuestra carne deben ser "crucificados"...

Dedica todo tu trabajo a Dios

Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo, conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia. Ustedes sirven a Cristo el Señor. (Colosenses 3:23-24) ¡Tu trabajo es importante! Aunque te parezca que lo que haces no parece tener mucho impacto, tú puedes hacer la diferencia con la forma en que trabajas. Procura ser diligente, puntual, servicial, humilde y atento. Trabaja con ahínco, alegría, educación, buena disposición y amor. Sé un excelente colaborador para tus colegas, clientes y jefes. Sea en la casa, en el trabajo, en la iglesia o en tu comunidad, busca hacer siempre lo mejor en todas tus tareas para que Dios sea glorificado. Sé una luz y bendice a todos los que están a tu alrededor. Piensa en esto: tu actitud diferente hacia el trabajo atraerá la atención de las personas, creando oportunidades para el crecimiento y para hablar de Jesús. Trabaja con dedicación y Dios honrará tu trabajo Ora al Señor y dedícale todo lo...