Pero Dios le dijo: “¡Necio! Esta misma noche te van a reclamar la vida...”Así le sucede al que acumula riquezas para sí mismo, en vez de ser rico delante de Dios. (Lucas 12:20a-21)
Este es un fragmento de una parábola contada por Jesús. En ella Dios se dirige a un hombre que parecía estar bien orientado y prevenido para el futuro. Él se preparaba para ampliar sus graneros y guardar sus cosechas. ¡Perfecto! Hasta que fue confrontado: "¡Necio! En tu búsqueda incesante de provisión material (egoísta y mezquina) te olvidaste de cuidar los tesoros eternos..."
Una lección central de esa historia es que de nada vale tener todo en este mundo si no tenemos lo principal: ¡a Jesús!
¿Y tú y yo? ¿Somos necios? Si priorizamos la vida aquí, nos olvidamos de las riquezas espirituales y eternas. Es cierto que tenemos necesidades materiales, pero si nuestro empeño mayor es ganar dinero, tener bienes materiales, amontonar y poder aprovechar bien la vida, probablemente estamos viviendo de una forma necia.
Medita en esto y sé sensato:
Las satisfacciones terrenales son insuficientes para suplir las necesidades eternas.
Cambia tus metas de vida - ten en cuenta principalmente los valores eternos y no los comerciales.
Amar, tener fe y esperanza en Cristo Jesús son claves para comenzar a acumular tesoros en el lugar correcto (Mateo 6:20).
Lee 1 Timoteo 6:7 - «Porque nada trajimos a este mundo, y nada podemos llevarnos».
Comparte, divide y da con alegría. La lógica del reino de Dios es inversa a la del mundo.
Para orar:
Señor Dios, ¿estoy viviendo como un necio? Ayúdame a verme como soy a tus ojos. Enséñame a fijarme en tu Palabra y a meditar en ella con cuidado. Que mi vida esté enfocada en los propósitos eternos de Jesús y no en mis sueños egoístas. Que yo valorice lo que es valioso para ti y no aquello que tiene valor para este mundo. Quiero vivir expresando tu gracia y liberalidad a los necesitados. En el nombre de Jesús, amén.
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