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Tránslate / Traducción

La exaltación viene de Dios


La exaltación no viene del oriente, ni del occidente ni del sur, sino que es Dios el que juzga: a unos humilla y a otros exalta. (Salmo 75:6-7)

David sabía que lo más importante de todo era hacer la voluntad de Dios. El rey de Israel y de Judá reconocía que su coronación se había dado solamente por la voluntad del Padre. El hombre no es justo, y andar detrás del reconocimiento de los hombres nos lleva a la frustración.

Solamente Dios puede examinar nuestro corazón y valorar nuestro empeño. Por eso, todo lo que hagas - sea trabajo, estudio u otra tarea - debes hacerlo como si estuvieras sirviendo a Dios. Debemos buscar siempre servir con excelencia.

No te preocupes por el reconocimiento. Cuando estamos en el centro de la voluntad de Dios, la exaltación viene de él. Por eso, mantén la calma. No tengas como objetivo ser reconocido por los hombres y los sistemas. ¡Busca hacer la voluntad de Dios! Él sí reconocerá de verdad tu esfuerzo y te recompensará con la justa medida.

Exaltado por el Padre

Continúa haciendo la voluntad de Dios, da un buen testimonio.

Esfuérzate en agradar a Dios ante todo. En su tiempo, las personas lo verán y reconocerán tu conducta.

¡Imita a Jesús! Sé manso y humilde de corazón.

Para orar:
Señor, quiero aprender más de ti. Amansa mi corazón, haz tu voluntad en mi vida. Quiero alabar tu nombre porque solo tú eres digno de mi alabanza y mi gratitud. Cuida mi vida, por favor. En el nombre de Jesús, amén.

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