Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Vida nueva en Cristo

 

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. (2 Corintios 5:17)

La vida en Cristo está marcada por la transformación. Cuando aceptamos a Jesús como nuestro Salvador, no solo cambiamos nuestro comportamiento, sino que somos renovados por dentro y por fuera. Él borra nuestros pecados pasados y nos concede una nueva identidad como hijos e hijas de Dios. Este cambio no es superficial, sino profundo, obra del Espíritu Santo en nuestros corazones.

Vivir la nueva vida en Cristo significa dejar atrás viejos hábitos, culpas y miedos que antes nos aprisionaban. El pecado ya no tiene dominio sobre nosotros, ya que hemos sido liberados por el sacrificio de Jesús en la cruz. Ahora caminamos nuestra nueva vida, guiados por la gracia y sostenidos por el amor del Padre.

Esta nueva vida nos llama a un propósito mayor: reflejar la luz de Cristo en el mundo. Nuestro lenguaje, actitudes y elecciones deben dar testimonio de la transformación que Dios ha obrado en nosotros. No es un viaje sin desafíos, pero está lleno de esperanza, porque sabemos que “el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Filipenses 1:6).

Si aún no has experimentado este cambio, debes saber que Jesús está con los brazos abiertos, listo para darte un nuevo comienzo. Él promete consuelo a los cansados, perdón a los arrepentidos y paz a los afligidos. En Cristo todo se renueva. Acepta esta invitación y descubre en él el gozo de una vida plena y eterna. ¡Experimenta hoy la transformación que solo Jesús puede dar! Sé transformado por Jesús

Ríndete al Señor: confiesa tus pecados y acepta a Jesús como tu Salvador, permitiéndole transformar tu corazón. Renueva tu mente: medita diariamente en la Palabra de Dios, alineando tus pensamientos con su voluntad.

Practica la fe en Dios: vive en obediencia, mostrando amor por los demás y confiando en Dios en todas las situaciones.

Para orar:

Señor Jesús, te doy gracias por darme una nueva vida. Transforma mi corazón, renueva mi mente y guía mis pasos según tu voluntad. Ayúdame a dejar atrás el pasado y vivir en obediencia y amor. Fortalece mi fe y usa mi vida para tu gloria. ¡Amén!

Comentarios

NOVEDADES

Regocijaos en el Señor

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! (Filipenses 4:4) Jesús es el motivo de mi sonrisa, porque en su presencia encuentro la verdadera alegría. No es una alegría pasajera que depende de las circunstancias, sino una paz duradera que trasciende las dificultades. En medio de las dificultades de la vida, puedo confiar en que él está a mi lado, tomándome de la mano y guiándome por el camino seguro. La sonrisa que Jesús pone en mi rostro es un reflejo de su amor inconmensurable. Cuando miro la cruz, recuerdo el sacrificio que él hizo por mí y mi corazón se llena de gratitud. Él me amó primero, incluso cuando todavía estaba perdido. Este amor incondicional me sostiene y me da fuerzas para afrontar cada nuevo día con esperanza. Las promesas de Jesús son fuentes de alegría. Él nos prometió vida abundante y en su palabra encuentro consuelo y dirección. Cuando estoy cansado, encuentro descanso en sus brazos. Cuando estoy triste, él es mi alegría. Cuando soy débil, él es mi f...

¿Qué debo hacer cuando no logro entender?

Lo secreto le pertenece al Señor nuestro Dios, pero lo revelado nos pertenece a nosotros y a nuestros hijos para siempre, para que obedezcamos todas las palabras de esta ley. (Deuteronomio 29:29) Moisés llegaba al final de su vida. Él estaba consciente de que moriría poco después sin lograr entrar a la "Tierra Prometida". En sus últimas palabras para el pueblo de Israel, él afirmó que existen cosas encubiertas para nosotros. Son cosas que no entenderemos jamás en esta vida, pues huyen a nuestra comprensión humana. Hay tres actitudes que nos pueden ayudar a lidiar con lo que no logramos entender: Confianza - Aun cuando no entendamos lo que sucede, podemos confiar en el Señor, pues sabemos que él conoce lo que es mejor para nosotros. Obediencia - No necesitamos entender para obedecer. La confianza nos lleva a obedecer aunque no entendamos todo. Humildad - Obedecer sin comprender, también exige humildad. La humildad nos ayudará a aceptar aquello que no entendemos. Confía y obede...

Conectado con Dios

En el mundo acelerado en el que vivimos, es fácil quedar atrapado en las redes sociales, los juegos, la música y todas las distracciones que nos ofrece la vida moderna.  Pero como cristianos, es esencial que recordemos este versículo: Clama a mí y te responderé; te daré a conocer cosas grandes e inaccesibles que tú no sabes. (Jeremías 33:3) La tecnología nos permite estar conectados con el mundo, pero a veces nos olvidamos de conectarnos con Dios. Él siempre está dispuesto a escuchar nuestras oraciones, responder nuestras preguntas y revelarnos maravillas que van más allá del entendimiento humano. La oración es nuestra conexión directa con Dios. Conectarnos con Dios no significa abandonar nuestra vida cotidiana, sino que lo incluimos en todos los aspectos de la misma. Al comenzar el día con oración, dar gracias por sus bendiciones, buscar su guía en tiempos de duda y compartir su mensaje de amor y esperanza con los demás, estamos verdaderamente conectados con Dios. A medida que bus...