Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca. (Hebreos 10:24-25)
La Iglesia es el gran rebaño de Dios sobre la tierra. El buen Pastor desea que en su inmenso grupo de fieles repartidos por todo el mundo no haya ninguna oveja sola o apartada del grupo. Infelizmente, a través de los tiempos ha ido creciendo la ola de personas sin iglesia y ha alcanzado a muchos que sufrieron alguna decepción o dificultad en ella. Sin embargo, es fundamental estar vinculado a una iglesia local para que, como hijo de Dios, puedas dar y recibir ánimo para amar y servir al Señor.
El versículo hoy es muy claro al respecto: no debemos dejar de reunirnos como iglesia como algunos hacen. No hay otra manera de ser rebaño sin estar unidos los unos con los otros. La unidad en el cuerpo de Cristo forma parte de los planes de Dios para su Iglesia aquí en la tierra. Por eso, si eres oveja, o sea, si crees en la Palabra de Dios que dice que has nacido de nuevo y deseas crecer en la fe, en el amor y en el conocimiento de Dios, necesitas urgentemente juntarte con el pueblo de Dios.
¡Únete hoy mismo al "rebaño" de Dios!
Si todavía no formas parte de una iglesia:
Ora y pide al Señor que te muestre y te guíe a una iglesia evangélica idónea y fiel a las Escrituras.
¡Necesitas estar activo en la iglesia! Si solo sigues, escuchas mensajes o predicadores por internet, eso no te hace ser parte de la iglesia. No seas solo oyente: ¡practica lo que escuchas!
Vale la pena estar en familia. Pero todavía no somos perfectos: recuerda que en todas las iglesias locales hay la posibilidad de tener problemas o de sentirse incómodo. Somos humanos y carentes de la misericordia de Jesús. Busca la ayuda de Dios para mantener tu fe firme en su Palabra a pesar de las dificultades.
Si te desviaste del rebaño:
Si andaste errante en esta multitud, pero te hace falta el buen Pastor, hoy es el día de regresar al aprisco de las ovejas.
Si sufriste decepciones en la iglesia, ¡perdona y regresa! Recuerda que las iglesias están compuestas por personas imperfectas como tú y como yo, y que todos estamos siendo perfeccionados por Jesús.
Si por algún motivo grave de tu pasado piensas que no lograrás volver a congregarte con ese grupo en específico, ora y busca con el auxilio de Dios otra iglesia donde puedas estar en paz con los hermanos, echar raíces y dar frutos.
Si ya eres parte del rebaño de Dios:
Sé una oveja agradecida y activa. Involúcrate con más frecuencia, sé puntual y comparte con otros hermanos animándolos en la fe y en el amor de Cristo. Recuerda que la oveja que está sola es blanco fácil para los predadores.
Invierte tu tiempo en conocer más a Dios, fortalécete en él a través de la lectura, la predicación y el estudio de la Biblia junto con otros hermanos. ¡Nos necesitamos los unos a los otros!
Si conoces a alguien que está apartado de la congregación, búscalo, ora por esa persona y anímala a volver a estar en comunión en la casa del Padre.
Oración:
Señor, haznos un solo rebaño y un cuerpo en Cristo. Ayuda a tu Iglesia a crecer más unida en amor para que el mundo conozca que tú enviaste a Jesús. Ayúdame a ser parte activa y a no estar esperando siempre recibir algo de las personas. Reúne aquellas ovejas que están apartadas de tu pueblo y sana sus heridas. Ayuda a tu pueblo a interesarse más, amar más, servir mejor, consagrándose más y haciendo todo conforme a lo que tú quieres. Que en todas las iglesias locales tu rebaño pueda ser edificado en la fe con más oración, ánimo, perdón, el buen uso de recursos y con amor para así crecer en armonía los unos con los otros en la familia de la fe. Amén.
Comentarios
Publicar un comentario