Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Dios está a la distancia de una oración

El Señor está cerca de quienes lo invocan, de quienes lo invocan en verdad. - Salmo 145:18

Imagínate cómo sería si tuvieras a tu disposición un celular de gracia con crédito infinito para hacer llamadas ilimitadas y gratuitas para hablar con Dios siempre que quisieras. 

Fantástico, 

¿no crees? 

Pues ya puedes creerlo, porque la verdad es que es posible mantener contacto ilimitado con Dios... Es cierto que no necesitarás un celular específico para esto.  Tampoco necesitas ocupar un lugar importante o contratar un intérprete para que hable con Dios de tu parte. 

La Biblia nos enseña que él está siempre cerca y disponible, listo para escucharnos cuando lo llamamos con sinceridad de corazón.  Puedes orar a Dios desde donde estés, en cualquier momento y en cualquier circunstancia. 

Dios está cerca. 

Nos basta con mantener una conexión natural y verdadera cuando hablamos con él. Para comenzar a orar hoy: Desarrolla el hábito de hablar con Dios todos los días. Sé veraz en tus palabras. 

Recuerda que Dios ya conoce todo lo que pasa y lo que realmente desea es que nos relacionemos con él en espíritu y en verdad.

Siempre hay motivos para orar: peticiones y agradecimientos, por uno mismo o por los demás.  ¡No pierdas el tiempo ni el acceso a esa línea directa con Dios!

Para orar:

Señor Dios, muchas gracias por el conocimiento de que estás aquí cerca, a la distancia de esta humilde oración.  En este día quédate cerca de mí y ayúdame a reconocer que eres el Dios que está siempre presente, que me quieres oír y que deseas que hable contigo con sinceridad de corazón. Amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

Con Cristo, todo el año es un año nuevo

Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. (Filipenses 3:13-14) El final del año es por lo general un momento de conmemoración, aunque no para todos. Para algunas personas pensar en el próximo año puede causar desánimo: "da igual, todos los años son iguales". No todos actúan de la misma manera ante la expectativa de un año nuevo. La mejor manera de romper con el desánimo es ser sincero con Dios. No hay nada mejor que abrir el corazón y exponer tus expectativas antes del "cambio de año". Dios es misericordioso, él nos oye, y es eso lo que desea que hagamos. Solo el Espíritu Santo es capaz de calmarnos y de confortarnos. ¡Permítele que lo haga! Sé sincero contigo y reconoce todo lo que Dios ha hecho en tu vida. Desarrollar un corazón agradeci...