El líder aprende a esperar su tiempo - El reloj de Dios no es el nuestro --Si nos espera unos minutos más le tramitamos la entrada al Perú—dijo el agente de inmigración en la frontera del Ecuador y Perú. Hacía un sol insoportable y a lo lejos se adivinaba el inicio del desierto de Tumbes, esa magnífica extensión de arena que muere en las márgenes del mar Pacífico. Saúl miró el reloj, miró al funcionario, nos miró a nosotros, hizo un gesto de desagrado y siguió leyendo el diario. En los titulares anunciaban un nuevo triunfo del corredor de autos colombiano Juan Pablo Montoya. Sobre una margen del diario anunciaban nuevos esfuerzos de Venezuela por conquistar el mercado petrolero internacional. Una nueva mirada al reloj de pared. Habían transcurrido veinte minutos. Unos ojos inquisitivos que recorren a los presentes, el gesto de desagrado que había hecho anteriormente y la disposición de seguir leyendo. --¡Esto es el colmo¡--vociferó:--Llevo dos horas esperando una autorización y todaví...
Centro Misionero De Cristo Para Las Naciones. On Line... Comunidad Santa Fe, El Guarumal, Lourdes Colon, La Libertad, El Salvador. Enseñar, discipular, y capacitar. Sin almas ganadas, no hay nadie para enseñar.