
pero los que confían en el Señor recobran las fuerzas y levantan el vuelo, como las águilas; corren, y no se cansan; caminan, y no se fatigan. (Isaías 40:31)
Vivimos en un mundo donde casi todo depende del celular. Nos conecta, nos ayuda a trabajar y nos entretiene. Pero por muy moderno y potente que sea, un celular no funciona sin carga. No importa cuántas aplicaciones tenga, si la batería está baja, se vuelve inútil. Por eso, todos los días necesitamos conectarlo a una fuente de energía para que siga funcionando.
Así sucede con nuestra vida espiritual. Podemos tener dones, talentos, buenas intenciones e incluso experiencia en el camino cristiano, pero sin una conexión diaria con la presencia de Dios, nuestra "batería" espiritual comienza a agotarse. Y cuando esto sucede, la fatiga, la ansiedad, la falta de paciencia y la frialdad espiritual se apoderan de nosotros.
La oración, la lectura de la Palabra y la comunión con el Señor son como el cargador que mantiene nuestras vidas en marcha. Anhelamos el domingo para conectarnos. Así como no dejas que tu celular se descargue por completo antes de recargarlo, no deberíamos esperar a que nuestro espíritu llegue a su límite para buscar la fuerza del Señor.
A menudo nos engañamos pensando que podemos vivir con un presupuesto limitado, con pequeñas dosis de fe. Pero Dios no nos ha llamado a vivir una vida minimalista, sino a tener una vida abundante.
yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. (Juan 10:10b)
La presencia de Dios no es tomar solo un momento para recargar energías: es permanecer en el lugar donde recibimos dirección, paz y donde renovamos nuestras fuerzas.
Hoy, antes de comenzar tus tareas, pregúntate: ¿Tengo la batería espiritual llena? Si no es así, conéctate a la verdadera fuente. Después de todo, sin energía, el celular se apaga... y sin Dios, el alma se desanima.
Mantente conectado con el Señor a diario y nunca te faltarán fuerzas para seguir adelante.
Recárgate de la fuente de vida ⚡
Reserva un momento específico de tu día para la oración y la lectura de la Biblia. Esta conexión diaria es esencial para mantener tu batería cargada y activa.
Así como tu celular necesita energía, tu alma necesita alimento espiritual. Medita en las Escrituras, memoriza versículos y aplica los principios de Dios en cada área.
Habla con Dios a lo largo del día. Dale gracias por las pequeñas bendiciones y encomiéndale cada decisión, manteniendo tu corazón siempre abierto a su obra.
Para orar:
Señor, renueva mis fuerzas hoy. Lléname de tu presencia y mantén mi corazón conectado contigo. Que yo no viva con mi batería baja, sino que rebose de fe, amor y esperanza en ti. Amén.
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