El cultivo de la vida social en la iglesia
El desarrollo de la verdadera vida cristiana en la iglesia depende mucho de las influencias sociales que forman su ambiente.
Por eso, el pastor debe intentar formarlas, en tanto que sea posible, los miembros satisfacen sus necesidades sociales adentro de la iglesia.
La iglesia no debe ser una sociedad exclusiva que no admite a los nuevos.
La vida social resulta del alto vínculo de afinidad espiritual que los une, el uno al otro y a Cristo, como iglesia.
Resulta que la iglesia es la esfera natural de las actividades del alma.
Por eso, es de suma importancia que el pastor trate de formar en la iglesia una vida social fuerte, sana y que atraiga a otras almas.
Para hacerlo tengo dos sugerencias:
Debemos promover el mutuo conocimiento en la iglesia.
Debemos presentar a los desconocidos a los demás de la iglesia.
Los desconocidos deben recibir un "bien venido" enseguida, seguido por una visita en su casa por uno de los miembros.
A través de cortesías y atención especial las almas son atraídos hacía a la iglesia local.
La mejor manera de promover esto es por su ejemplo personal.
Reuniones sociales en la iglesia en las cuales la gente tiene oportunidad de conversar y llegar a conocerse mejor el uno al otro.
Hay varios tipos de reuniones sociales.
A veces son puramente sociales con el objetivo de promover conversación, música y entretenimiento inocente y sano.
El pastor debe esforzarse para promover el debido ambiente y prevenir diversiones dudosas.
Cada reunión social debe estar planeada con actividades como leyendas, poesías, o conversación sobre temas elegidos.
Así se puede supervisar el ambiente y, a su vez, dar a todos una ocasión usar sus talentos y expresarse.
Una reunión social que cumple su función exige que el pastor tenga bien planeado lo que va a hacer.
A veces el objetivo no es únicamente social sino también misionero.
Si no hay un misionero presente, por lo menos pueden ser reportajes de obras misioneras.
Se puede leer cartas de misioneros conocidos.
También alguien puede preparar y presentar un resumen de la vida de un misionero destacado.
También se puede hablar de ocuparse en la obra misionera como, por ejemplo, buscar niños o jóvenes y traerlos a la escuela dominical.
La actividad social de la iglesia es una fuerza tan potente que el pastor no puede pasarlo por alto ni pensar que se cuidará a sí misma.
Si el pastor no da dirección a la vida social de la iglesia es casi seguro que irá por un mal camino y será dañino a su obra.
Por eso doy las siguientes sugerencias.
Es mejor que el pastor no tenga ninguna carga oficial en estas organizaciones.
Su relación debe ser el de ser el pastor y, por eso, la cabeza de todas las organizaciones.
Los encargados van a respetar el pastor y pedirle sugerencias y dirección.
Es natural que las actividades vayan a variar para satisfacer las necesidades de varios grupos en la iglesia.
Tenemos que respetar esto.
Debemos tener cuidado que estos grupos no lleguen a ser camarillas que excluyan o menosprecien a otros grupos.
Esto es dañino a la unidad de la iglesia.
Cada casa de Dios debe tener un salón social o, por lo menos, un salón que se pueda convertir fácilmente en un salón social.
Debe ser adornado adecuadamente y equipado con lo básico para servir refrescos.
El edificio de la iglesia será aun más eficiente si tiene una biblioteca y lugar para leer.
Por regla general, la iglesia dará dinero para proveer estas facilidades si están animados a hacerlo.
Los padres estarán agradecidos por una iglesia que satisface las necesidades sociales de sus hijos y provee actividades sanas para ellos.
Siempre es mejor que los niños y jóvenes satisfagan sus necesidades sociales en la iglesia en vez de actividades del mundo.
PREGUNTAS SOBRE LA LECCIÓN
1. Describa brevemente la importancia de que el pastor provea una buena vida social en la Iglesia.
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