Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Ministerio Pastoral ( 24. La Vida Social En La Iglesia)

El cultivo de la vida social en la iglesia

El desarrollo de la verdadera vida cristiana en la iglesia depende mucho de las influencias sociales que forman su ambiente. 

Por eso, el pastor debe intentar formarlas, en tanto que sea posible, los miembros satisfacen sus necesidades sociales adentro de la iglesia. 

La iglesia no debe ser una sociedad exclusiva que no admite a los nuevos. 

La vida social resulta del alto vínculo de afinidad espiritual que los une, el uno al otro y a Cristo, como iglesia. 

Resulta que la iglesia es la esfera natural de las actividades del alma. 

Por eso, es de suma importancia que el pastor trate de formar en la iglesia una vida social fuerte, sana y que atraiga a otras almas. 

Para hacerlo tengo dos sugerencias:

Debemos promover el mutuo conocimiento en la iglesia. 

Debemos presentar a los desconocidos a los demás de la iglesia. 

Los desconocidos deben recibir un "bien venido" enseguida, seguido por una visita en su casa por uno de los miembros. 

A través de cortesías y atención especial las almas son atraídos hacía a la iglesia local. 

La mejor manera de promover esto es por su ejemplo personal.

Reuniones sociales en la iglesia en las cuales la gente tiene oportunidad de conversar y llegar a conocerse mejor el uno al otro. 

Hay varios tipos de reuniones sociales. 

A veces son puramente sociales con el objetivo de promover conversación, música y entretenimiento inocente y sano. 

El pastor debe esforzarse para promover el debido ambiente y prevenir diversiones dudosas. 

Cada reunión social debe estar planeada con actividades como leyendas, poesías, o conversación sobre temas elegidos. 


Así se puede supervisar el ambiente y, a su vez, dar a todos una ocasión usar sus talentos y expresarse. 

Una reunión social que cumple su función exige que el pastor tenga bien planeado lo que va a hacer.

A veces el objetivo no es únicamente social sino también misionero. 

Si no hay un misionero presente, por lo menos pueden ser reportajes de obras misioneras. 

Se puede leer cartas de misioneros conocidos. 

También alguien puede preparar y presentar un resumen de la vida de un misionero destacado. 

También se puede hablar de ocuparse en la obra misionera como, por ejemplo, buscar niños o jóvenes y traerlos a la escuela dominical.

La actividad social de la iglesia es una fuerza tan potente que el pastor no puede pasarlo por alto ni pensar que se cuidará a sí misma. 

Si el pastor no da dirección a la vida social de la iglesia es casi seguro que irá por un mal camino y será dañino a su obra.

Por eso doy las siguientes sugerencias.

Es mejor que el pastor no tenga ninguna carga oficial en estas organizaciones. 

Su relación debe ser el de ser el pastor y, por eso, la cabeza de todas las organizaciones. 

Los encargados van a respetar el pastor y pedirle sugerencias y dirección.

Es natural que las actividades vayan a variar para satisfacer las necesidades de varios grupos en la iglesia. 

Tenemos que respetar esto. 

Debemos tener cuidado que estos grupos no lleguen a ser camarillas que excluyan o menosprecien a otros grupos. 

Esto es dañino a la unidad de la iglesia.

Cada casa de Dios debe tener un salón social o, por lo menos, un salón que se pueda convertir fácilmente en un salón social. 

Debe ser adornado adecuadamente y equipado con lo básico para servir refrescos. 

El edificio de la iglesia será aun más eficiente si tiene una biblioteca y lugar para leer. 

Por regla general, la iglesia dará dinero para proveer estas facilidades si están animados a hacerlo. 

Los padres estarán agradecidos por una iglesia que satisface las necesidades sociales de sus hijos y provee actividades sanas para ellos. 

Siempre es mejor que los niños y jóvenes satisfagan sus necesidades sociales en la iglesia en vez de actividades del mundo.


PREGUNTAS SOBRE LA LECCIÓN 

1. Describa brevemente la importancia de que el pastor provea una buena vida social en la Iglesia.

Comentarios

NOVEDADES

"¿Debe o no, una iglesia dar el diez por ciento de las ofrendas que recibe?"

"¿Qué dice la Biblia acerca del diezmo?" Diezmar / ofrendar debe ser un gozo, una bendición.  Tristemente, casi nunca es ese el caso en la iglesia de hoy. Diezmar es un asunto con el que muchos cristianos luchan dia a dia. En muchas iglesias locales ponen demasiado énfasis en diezmar. Al mismo tiempo, muchos cristianos rehúsan someterse a la exhortación bíblica tocante a ofrendar al Señor. Diezmar es un concepto del Antiguo Testamento. El diezmo era un requisito de la ley en la cual todos los Israelitas ofrendaban al tabernáculo / templo el 10% de todo lo que ganaban y hacían crecer ( Levítico 27:30; Números 18:26; Deuteronomio 14:23; 2 Crónicas 31:5 ).  El Nuevo Testamento en ninguna parte ordena, o aún recomienda que los cristianos se sometan a un sistema legalista de diezmar.  Pablo declara que los creyentes deberían apartar una porción de sus ingresos a fin de dar soporte a la iglesia ( 1 Corintios 16:1-2 ). El Nuevo Testamento en ningún lugar señala un cierto porcent...

El Señor nos oye en el día de angustia

Que el Señor te oiga en momentos de angustia; que te defienda el Nombre, el Dios de Jacob. (Salmo 20:1) Cuando todo parece desmoronarse y nuestras almas están abatidas, hay una promesa que brilla como la luz en la oscuridad: el Señor nos escucha en el día de la angustia. Este breve, pero profundo versículo, revela el corazón de un Dios que no es indiferente a nuestro sufrimiento. Él no se limita a observar desde lejos, sino que inclina sus oídos al clamor sincero de quienes lo buscan. El salmista habla con certeza: «Que el Señor te oiga…». Nos reconforta saber que no estamos solos cuando el miedo llama a la puerta, cuando los planes fallan o cuando se nos acaban las fuerzas. La oración, en este contexto, no es un acto religioso vacío, sino un encuentro con el Dios vivo, que nos ayuda, nos protege y nos fortalece. Y todavía hay más: «que te defienda el Nombre, el Dios de Jacob». El nombre de Dios no es solo un título. Es una expresión de su carácter, su fidelidad, su pacto. El ...

Eres un canal de bendición para tu prójimo

Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios. Hebreos 13:16) ¿Alguna vez te has parado a pensar en el impacto que tu vida tiene en las personas que te rodean? A menudo creemos que para marcar la diferencia necesitamos hacer grandes cosas, pero la verdad es que cada acto de amor y generosidad cuenta. Una sonrisa, una palabra de aliento o un simple gesto de ayuda pueden transformar el día de alguien. Dios nos ha llamado a ser canales de bendiciones. Él nos da talentos, recursos y oportunidades para compartir con los demás. Cuando tendemos la mano a los necesitados, reflejamos el amor de Cristo y difundimos esperanza. Nuestra vida adquiere un propósito mayor cuando dejamos de mirar solo nuestras propias necesidades y empezamos a ver a los demás con compasión. Incluso en tiempos difíciles, puedes ser un instrumento de Dios. Tal vez una palabra reconfortante tuya sea justo lo que alguien necesita escuchar. Ayudar no es solo dar algo material...