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Mostrando entradas de marzo, 2024

El Nuevo Pacto

“Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante. Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual. El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo.” (1Cor 15:45-47). Mas Dios demuestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Mucho más ahora, habiendo sido justificados por su sangre, por medio de él seremos salvos de la ira.  Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce. 1 Corintios 15 Pero ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos; y llegó a ser primicias de los que durmieron.  Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos.  Porque así como en...

Tus días de tristeza terminarán

Tu sol no volverá a ponerse, ni menguará tu luna; será el Señor tu luz eterna, y llegarán a su fin tus días de duelo. (Isaías 60:20) ¿Cómo está tu corazón? ¿Alegre o triste?  Todos pasamos por situaciones tristes en algún momento. Infelizmente, es parte de la vida pasar por sufrimientos, dolores y dificultades, mas podemos enfrentar todo eso al tener la certeza de que el Señor está a nuestro lado. Confía y cree que él te sustenta y te fortalece todos los días. El versículo de hoy nos recuerda la nueva realidad que viviremos con Dios.  Cuando eso suceda, no continuarás triste con los problemas en el trabajo, o por la falta de este. Tampoco sufrirás por las dificultades en tu familia, las enfermedades o por la pérdida de algún ser amado.  En nuestro nuevo hogar no tendremos que temer a las noches traicioneras... No necesitaremos la luz eléctrica ni los astros ni las estrellas, pues el propio Dios brillará su luz constantemente sobre nosotros (Apocalipsis 21:23). No habrá má...

Escogidos para dar fruto

¡Solo soy ruido!

Si hablo en lenguas humanas y angelicales, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido. (1 Corintios 13:1) El amor es la esencia de todas las acciones cristianas.  Amar a las personas es un mandamiento de Dios.  Él dijo que debemos amar al prójimo como a nosotros mismos, así que es algo extremadamente importante.  El amor es tan poderoso que Jesús nos llama a amar a nuestros enemigos, aquellos que nos quieren destruir. El apóstol Pablo, al reflexionar sobre el amor, llega a decir que aunque se hagan maravillas y milagros, sin amor, esas cosas son inútiles.  El amor es la esencia de las acciones cristianas como el alma lo es de la vida humana.  Es aquello que llena y da significado.  Ayudar al prójimo a través de consejos o de apoyo financiero no es muy valioso si no amas a esa persona y no tiene tanto sentido delante de Dios. Ama sin miedo. Intenta entender lo que te ha impedido amar a las personas. Recuerda que Dios...

Sinopsis del Nuevo Testamento (5. San Juan)

 EL EVANGELIO DE JUAN: ¿QUIEN ES ESTE HOMBRE?  Por muy diversos motivos, el cuarto Evangelio tiene un especial significado, pero sobre todo debido a que fue escrito por el discípulo más cercano al corazón del Señor. Al leer el Evangelio de Mateo, leemos el relato de nuestro Señor visto a través de los ojos de un discípulo devoto.  Marcos y Lucas, como es natural, fueron cristianos dedicados que conocieron y amaron a Jesucristo, a pesar de que aprendieron acerca de él principalmente gracias al testimonio de otros, pero Juan fue el que aprendió apoyándose en su pecho.  Pertenecía al círculo interno que incluía a Pedro y a Jacobo, que pasaron con el Señor por las circunstancias más íntimas de su ministerio y oyeron más que los otros.  Por lo tanto, este libro lo abrimos con un sentimiento de anticipación porque en él hallamos el testimonio de los amigos más íntimos del Señor. A la vista de esto, es sorprendente ver de qué modo empieza el Evangelio de Juan (capítulo...

Él es tu fortaleza en tiempos de angustia

La salvación de los justos viene del Señor; él es su fortaleza en tiempos de angustia. (Salmo 37:39) Creer en Dios no nos aleja de las adversidades, pero sí marca una gran diferencia en el modo en el que enfrentamos todas esas situaciones.  Es, precisamente ahi, en medio de las dificultades, en medio de nuestras angustias que Dios se manifiesta de forma muy especial.  Por eso, debemos aferrarnos a Dios en medio de nuestros desiertos, llevándolos delante de él en oración. La fortaleza es una estructura arquitectónica construida para defender una ciudad de un ataque enemigo.  Tal como el salmista lo ilustró, es así como Dios obra en nuestra vida. La Palabra de Dios fortalece nuestro corazón para que podamos resistir en las adversidades.  Ese mecanismo de defensa espiritual, la Palabra del Señor, nos protege de los ataques del enemigo y nos da una dirección. Dios no nos abandonará, por el contrario, él nos acompaña y en esos momentos podemos clamar a su poderoso nombre....

¡Vive con la protección de Dios!

Con un soplo suyo se despejan los cielos; ... con su mano ensartó a la serpiente escurridiza. (Job 26:13) Muchas veces olvidamos el poder de Dios y cómo él es capaz de protegernos.  Eso sucede porque en medio del trajín diario volvemos nuestros ojos hacia las situaciones terrenales y tratamos el poder de Dios como algo distante.  Cuando fijamos nuestra vista en lo de "abajo" nos olvidamos de las cosas de lo alto. El obrar de Dios es perfecto y eficaz.  La realidad es que él nunca ha dejado de protegernos.  Solo Dios sabe la cantidad de veces en las que nos libra del mal a diario.  Solo él es capaz de despejar las tinieblas y de espantar todo tipo de  serpiente que nos rodea.  Tenemos que esforzarnos en fe para que las situaciones habituales de la vida no nos arrebaten la confianza en Dios. Cuando tenemos una relación diaria con Dios, la sensación de seguridad es permanente.  Aun en medio de tempestades y dificultades, nuestro barco va en pompa (bi...

Sigo avanzando.

Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. - Filipenses 3:13-14 Cuando el apóstol Pablo escribió este pasaje a los Filipenses, él confrontó dos tiempos: el pasado y el futuro.  Ante eso, él tomó una posición: olvidó el pasado y siguió avanzando rumbo a un futuro con Cristo. No hay nadie que tenga más motivos que los que tenía Pablo para culparse y para permanecer preso del pasado.  Cuando su nombre era Saulo él persiguió a los cristianos lo cual resultó en la muerte de muchos de ellos.  Mantener ese pasado en la memoria mantendría a Pablo preso de las acciones que llevó a cabo como Saulo y le impediría seguir adelante rumbo a la meta, haciendo la voluntad de Dios y experimentando la transformación genuina en Cristo Jesús. Olvidar ese pasado solo ...

La gratitud a Dios es la llave de la bendición

¿Has notado que cuando estamos felices tendemos a ser generosos? Por ejemplo, en una lista de regalos de boda, siempre buscamos la felicidad de los novios. Esto nos hace felices: ver la alegría de ellos. Con Dios también es así, él se complace con nuestra gratitud y siempre corresponde en mayor medida de lo que esperamos. Cuando estamos agradecidos - y la gratitud va más allá de las palabras - reconocemos la importancia de Dios en nuestras vidas. Este reconocimiento genera amor y Dios derrama aún más bendiciones sobre nosotros. Sin embargo, debes entender que esto no es un intercambio o una negociación: es causa y consecuencia. Si pecamos, sufrimos las consecuencias del pecado. Pero si amamos a Dios, recibimos las consecuencias del amor. Esa es primordial: ¡amar a Dios y recibir su amor! La gratitud es la clave Da gracias a Dios de verdad, de todo corazón. Exprésale tu agradecimiento de buena gana y no por obligación. Expresa tu gratitud a Dios en hechos, no solo en palabras. Si espera...

Lá familia.

En una familia existen muchas áreas donde pueden surgir conflictos. Hoy quiero hablarles del mayor conflicto de todos, la familia en el hogar. Definición:  Es un grupo de personas, vinculadas generalmente por lazos de parentesco, ya sean de sangre o políticos, e independientemente de su grado, que hace vida en común, ocupando normalmente la totalidad de una vivienda. Se incluyen también en la familia a las personas del servicio doméstico que pernoctan en la vivienda y los huéspedes en régimen familiar son parte de ello.  En la definición se incluyen, asimismo, las personas que viven solas, como familias unipersonales. Definición bíblica: La familia es la primera y la más importante institución ordenada por Dios. Ella aparece inmediatamente después de la creación del hombre:  "Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos ..." (Génesis 1:28) Así que la familia es tanto una bendición como un mandamiento. Yo crecí con esos conceptos básicos. enseñados y dichos ...

¡Él ha sido fiel!

  Reconoce, por tanto, que el Señor tu Dios es el Dios verdadero, el Dios fiel, que cumple su pacto generación tras generación, y muestra su fiel amor a quienes lo aman y obedecen sus mandamientos. (Deuteronomio 7:9) Cuando la tempestad llega a nuestras vidas todo parece perder el sentido.  Somos tentados a mirar atrás, sin fuerzas y sin confianza, con el pensamiento de desistir...  Son tiempos difíciles por los que pasamos y que nos hacen perder el norte.  Pero debes estar consciente de algo: Dios no ha perdido el control de tu vida.  Él continua obrando aunque no lo veas o no lo sientas. En esos tiempos de lucha en los que enfrentamos dolor e inseguridad no debemos olvidar quien es Dios ni todo lo que dice en su Palabra.  ¡Él continúa siendo el Dios fiel! Sí.  El mismo Dios que obró ayer, obra hoy y lo hará por la eternidad.  Él es el buen Señor que nunca falla.  Él cuida siempre de aquellos que le aman y obedecen su voluntad. En el versícu...

¡Sí, Dios es fiel!

Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa.  -- Hebreos 10:23 La Palabra de Dios es la única palabra a la que nos podemos aferrar con total seguridad.  Dios no es hombre para mentir, ni hace promesas vanas.  Cuando Dios promete algo, puedes tener la certeza de que cumplirá.  Por eso, cuando depositamos nuestra esperanza en Dios colocamos el fundamento de nuestra fe sobre la roca. Abriendo la Biblia podemos constatar cuántas promesas Dios hizo y cumplió.  El cumplimiento de muchas de ellas hasta superó las expectativas.  ¡Dios siempre hace más!  Así sucedió con Abraham y con José, entre otros hombres de Dios.  Tenemos que entender que el tiempo de Dios no es el nuestro.  Es todo un ejercicio de fe esperar y permanecer firmes, confiando en lo que Dios prometió. Así, cada vez que una promesa se cumple, nuestra fe se fortalece confiada de que la bendición se recibe en el momento correcto.  Nuestro ap...

Hasta aquí nos cuidó el Señor

Después Samuel tomó una piedra, la colocó entre Mizpa y Sen, y la llamó Ebenezer, «El Señor no ha dejado de ayudarnos». (1 Samuel 7:12) Dios demostró su gracia dando la victoria a su pueblo. Él perdonó a Israel que andaba lejos de sus caminos, cuando el pueblo se volvió hacia él arrepentido.  Dios oyó su clamor y sus oraciones y los salvó de los enemigos filisteos, dándoles una grande victoria en la batalla. De la misma forma, él pelea nuestras guerras. Samuel levantó una piedra y la llamó EBENEZER - que significa en hebreo "piedra de ayuda".  Lo hizo para reconocer y agradecer el favor y la bondad del Señor. Él es la Piedra principal que fundamenta su pueblo.  Él cuida de todos los que se refugian en él. El Señor nos sustenta en la fuerza de su poder y cuida de ti por amor. Por eso, tú también puedes decir hoy Ebenezer.  ¡El Señor nos ha cuidado! Agradece al Soberano por toda la ayuda La gratitud, la fe y la esperanza son marcas importantes en la vida de los cristia...

Sinopsis del Nuevo Testamento ( 4. San Lucas)

EL  EVANGELIO DE LUCAS: EL HOMBRE PERFECTO El tercer Evangelio presenta a Jesús como el Hijo del hombre, que era el título favorito de nuestro Señor para sí mismo y que usaba con más frecuencia que ningún otro nombre.  Al leer el Evangelio de Lucas, al que encontramos aquí es, como es natural, la misma persona acerca de la cual leemos en Mateo y Marcos. Sin embargo, en Mateo lo que se enfatiza es su realeza. Mateo es el Evangelio del Rey y en Marcos le vemos como siervo de Dios, ocupado en su ministerio, dando continuamente de sí mismo, pero en Lucas lo que se enfatiza es completamente diferente. Aquí tenemos el Evangelio del Hijo del hombre, de Jesús, el hombre.  A lo largo de todo este Evangelio se destaca constantemente su hombría.  La clave del Evangelio, que forma un breve resumen del libro, se encuentra en el capítulo 19, versículo 10. Este es un pasaje muy conocido pronunciado por nuestro Señor, en el que dijo acerca de sí mismo: "El Hijo del hombre vino a bus...

¡Cuidado con ese veneno!

... pero nadie puede domar la lengua. Es un mal irrefrenable, lleno de veneno mortal.  Con la lengua bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a las personas, creadas a imagen de Dios.  De una misma boca salen bendiciones y maldiciones. Hermanos míos, esto no debe ser así. (Santiago 3:8-10) Nos entristecemos y nos decepcionamos cuando alguien habla en mal sobre nosotros, en especial cuando es un conocido o un familiar.  Es horrible ser víctima de los chismes, las murmurs, y más aun si viene de alguien cercano.  Pero, ¿qué, pasa cuando somos nosotros los que lo hacemos?  Ahí buscamos rápido alguna justificación...  Pero allá en lo más íntimo de nuestro ser sabemos que nosotros también hablamos (y pensamos) mal de los demás. Para algunas personas eso ya es un hábito terrible.  La malloria de las personas, casi sin darse cuenta maldicen a otros.  Además de eso, es un mal que muchos no notan y que corroe las relaciones y las amistades...

Haz siempre el bien

Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe. (Gálatas 6:10) Hacer el bien y dar buen testimonio son características evidentes en todo cristiano. No solo hacemos el bien porque es lo correcto, sino que lo hacemos porque amamos a Dios. Amamos al prójimo porque se nos amó primero. Jesús renunció a su propia vida por nosotros y no hay una prueba de amor más grande que esta. Su amor nos alcanzó y a través de esa oportunidad recibimos la salvación. ¡Jesús nos salvó en el momento preciso! Tal como lo hizo Cristo, cuando tengas la oportunidad de orar por alguien, ora. Cuando se presente la oportunidad de declarar una palabra de bendición, declárala. Hacer el bien es poner el Evangelio en práctica. Con toda seguridad, tus hechos producirán frutos, ¡buenos frutos! Haz y cosecha el bien Declara una palabra de bendición a tu prójimo. El amor es una forma de evangelizar. Está dispuesto a hacer el bien. Puede parecer obvio, pero...

Elige sonreír

En medio de las tormentas de la vida, tenemos el desafío de tomar una decisión que puede ser difícil, pero es la mejor: elegir sonreír. La sonrisa es más que una expresión facial. Es un reflejo de la esperanza que reside en nuestro corazón, una manifestación de nuestra confianza en Dios, sin importar las adversidades que enfrentemos. Cuando miramos las Escrituras, encontramos innumerables pasajes que nos recuerdan la importancia del gozo y la resiliencia. El corazón alegre es un buen remedio, pero el ánimo decaído seca los huesos. (Proverbios 17:22) Cuando nuestras fuerzas parecen estar agotadas, Dios nos fortalece.  Él nos inspira a enfrentar los desafíos con una sonrisa llena de confianza.  En tiempos de dificultad, podemos encontrar consuelo en las palabras de Jeremías 29:11: Porque yo conozco los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. (Jeremías 29:11) Elegir sonreír no significa ign...

¿Qué sacrificios agradan a Dios?

Tú no te deleitas en los sacrificios ni te complacen los holocaustos; de lo contrario, te los ofrecería. El sacrificio que te agrada es un espíritu quebrantado; tú, oh Dios, no desprecias al corazón quebrantado y arrepentido. (Salmo 51:16-17) ¿Alguna vez has hecho un voto o sacrificio para Dios?  Muchas religiones mantienen prácticas sacrificiales con la intención de obtener beneficios, redención personal, disculpa por el pecado o hasta auto-promoción espiritual. También están los que pasan por privaciones voluntarias en pro de una denominación, una causa o una persona. Todo eso puede parecer bonito, pero tiene poco o ningún valor ante Dios... La Biblia dice que Dios no quiere sacrificios (Oseas 6:6). Él espera que creamos y nos arrepintamos (Marcos 1:15), que seamos misericordiosos, humildes y justos (Proverbios 21:3).  El sacrificio de Jesús en la cruz le agradó plenamente y fue suficiente para promover perdón y gracia. No hay nada que podamos hacer para alcanzar la salvació...