Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Tú no estás solo

Aunque mi padre y mi madre me abandonen,
el Señor me recibirá en sus brazos.
(Salmo 27:10)

La experiencia de ser abandonado es bastante traumática para cualquier persona. 

Infelizmente, hasta cierto punto la mayoría de las personas ya ha sufrido algún tipo de abandono.

Existe el abandono social, condición en la que se encuentran los que están sin hogar o las personas con discapacidades. 

También el abandono parental, cuando los hijos son abandonados por los padres. 

Otro es el abandono familiar o dentro de las relaciones, cuando el cónyuge, novio o enamorado se aparta sin mostrar ningún tipo de interés por la otra persona. 

Y está el abandono emocional, cuando existe el sentimiento de rechazo o de alejamiento por parte de alguien que antes se interesaba por uno.

Sea cual sea el tipo, si esa es tu condición, recuerda que Dios te acoge en cualquier situación. 

Jesucristo conoce tu dolor, pues él también fue rechazado, humillado y traicionado por sus amigos más allegados. 

Él sufrió en la cruz el tremendo dolor de abandono del Padre por ti y por mí, por causa de nuestro pecado. 

Cristo soportó ese dolor para que hoy nosotros podamos ser amparados y reconciliados con Dios, el Padre celestial. 

Por eso, sea lo que sea que sucede en tu vida, Dios te ama mucho y quiere acogerte. Basta que creas en él.

Recibe el amparo de Dios hoy mismo: Ora y lleva delante de Jesús el dolor del abandono que hayas sufrido.

Encuentra ánimo en Dios a través de la lectura de la Biblia, la oración y la comunión en una iglesia evangélica comprometida con los principios bíblicos.

Si hubo fallos o traición, pide a Dios que te perdone y que te ayude a perdonar.

Comparte tu experiencia con un pastor o con un hermano más maduro en la fe y pídele ayuda en oración.

Quien te abandonó está perdiendo la oportunidad de convivir con alguien muy especial... 

Limpia tu corazón de toda amargura y alégrate en el amor de Dios.

Haber sufrido rechazo no te convierte en una persona inferior o sin valor. 

Reconoce el amor de Dios y el sacrificio de Cristo por ti. 

Esa gracia te convierte en una persona preciosa para el Señor.


Para orar:
Señor Dios, ayúdame porque fui abandonado y me siento solo. 

Padre, cura y restaura mi corazón entristecido por el rechazo. 

Ayúdame a no cerrarme a la vida por causa de las malas experiencias que viví en el pasado. Renueva mi fe, mi esperanza y mi amor. 

Gracias porque aprendo en tu Palabra que me amas y que jamás me abandonarás. 

Asegúrame en tus brazos y camina conmigo en este día. En el nombre de Jesús, amén.

Cuando el ángel del Señor se le apareció a Gedeón, le dijo: —¡El Señor está contigo, guerrero valiente!
(Jueces 6:12)

No lo olvides: ¡el Señor está siempre contigo!

Comentarios

NOVEDADES

LA UNIDAD DE EL CRISTIANO: Estudio Bíblico

¿CON QUÉ AUTORDAD? “Mas no ruego sólo por estos, sino también por los que han de creer en mi por la palabra de ellos, para que todos sean uno. Como tu, oh Padre, estas en mi y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tu me enviaste” ( Hechos 17:20-21 , LBLA). INTRODUCCIÓN Este pasaje del evangelio según Juan capitulo 17:20-21 muestra claramente cuál es la voluntad de Dios en cuanto a la clase de unidad que Dios desea de los creyentes. Animo a todos los lectores a que presten mucha atención a este tema ya que es uno de mucha importancia. Les animo a que practiquen los siguientes tres pasajes Bíblicos ( Hechos 17:11; 1 Tesalonicenses 5:21 & 1 Juan 4:1 ). Espero que después que haya leído estos pasajes usted crea lo que dice la Biblia y no lo que yo digo. Lo que siempre debe de importarnos es lo que dice Dios y no lo que los hombres, y sus doctrinas enseñan. La unidad del cristiano es un tema muy importante a considerar. Dios desea que Su pueblo este...

No le des la espalda a Dios, por tu propio bien!

No te expongas al peligro, por tu propia voluntad Muchos sabemos lo que es estar en una situación difícil, cuesta arriba  o en una pendiente muy inclinada y resbaladiza, ya sea por agua, lodo,  hielo o cascajo suelto. Hace años atrás, hablaba con un amigo y hermano en cristo, acerca de las entonces dificultades y obstáculos que un cristiano suele enfrentar en su diario vivir. Cuando alguien usa estas palabras  «estoy en una situación difícil y no quiero fallarle a Dios»  para tratar de evitar un paso en falso, aunque sea pequeño, en una dirección peligrosa, entendemos muy bien la advertencia. Sentimos ansiedad por una decisión que, de pronto, podría colocarnos en un terreno perjudicial (peligroso). Muchos también sabemos que la Biblia describe los caminos resbaladizos en los que terminamos cuando deliberadamente le damos la espalda a Dios. El profeta Jeremías se refiere a aquellos que voluntariamente ignoran el peligro real, la palabra d...

No confundas los desafíos con derrotas

Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. (Juan 16:33) En la vida es común enfrentar momentos en los que todo parece desmoronarse. Las puertas se cierran, soplan vientos contrarios y el alma se siente abatida. En momentos así, muchos confunden el desafío con la derrota. Pero es importante entender que el desafío es una parte esencial del crecimiento, no el final del viaje. Los desafíos nos moldean, nos fortalecen y nos acercan a Dios. Nos enseñan a confiar más, a orar con más fervor y a depender completamente de la gracia de Dios. Cuando David se enfrentó a Goliat, fue un desafío, no una derrota. Cuando José fue vendido por sus hermanos y arrojado a la cárcel, fue un proceso, no el final de la historia. Dios nunca prometió una ausencia de luchas, pero garantizó su presencia constante en medio de ellas. Él convierte el desierto en un camino y el dolor en un propósito. Si hoy estás enfrentando algo difícil,...