Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Vaso de honra

Si alguien se mantiene limpio, llegará a ser un vaso noble, santificado, útil para el Señor y preparado para toda obra buena. (2 Timoteo 2:21)

El vaso era un instrumento muy utilizado en los contextos bíblicos con funciones muy variadas para el almacenamiento o la exposición.

¿Recuerdas el milagro de la multiplicación del aceite en la vasija de la viuda? ¿O el vaso en las manos del alfarero, restaurado luego de romperse? ¿O recuerdas el precioso vaso de alabastro con perfume carísimo que fue roto y derramado sobre Jesús? Hay otros pasajes en los que este simple utensilio aparece mostrándonos la importancia de su utilidad.

Además de mencionar los recipientes, en la Biblia se usa también la metáfora del vaso. En el texto de hoy, Pablo orienta a Timoteo sobre los vasos de honra y deshonra en la casa de Dios. Separarse del mal es un prerrequisito para recibir honra y ser usado por Dios. La purificación del mal, de las enseñanzas falsas, de las contiendas y de conversaciones inútiles es fundamental para todos los que desean ser vasos de honra para Dios.

Sé un vaso de honra para Dios

Ora y pide la ayuda de Dios para purificarte de tus errores y fallas.

Permite que Dios moldee tu carácter y tu personalidad tal como el alfarero moldea al barro.

Despójate de "contenidos" perjudiciales que no edifican: evita los chismes, las riñas y discusiones innecesarias; sal de grupos o "chats" (presenciales o virtuales) donde se incentive esa práctica.

Llénate de la Palabra de Dios. Solo así, darás honra al Señor y serás honrado por él.

Para orar:

Señor mi Dios, ayúdame a ser un vaso precioso en tus manos. Sé que fallo, por eso necesito ser moldeado y purificado para ser todavía más útil en tu casa. Ayúdame a huir de la apariencia del mal y a buscar hacer siempre lo que te agrada. Quiero ser un vaso que te honre y te glorifique todos los días de mi vida. En el nombre de Jesús te pido y te agradezco estas cosas. Amén.

Comentarios

NOVEDADES

LA UNIDAD DE EL CRISTIANO: Estudio Bíblico

¿CON QUÉ AUTORDAD? “Mas no ruego sólo por estos, sino también por los que han de creer en mi por la palabra de ellos, para que todos sean uno. Como tu, oh Padre, estas en mi y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tu me enviaste” ( Hechos 17:20-21 , LBLA). INTRODUCCIÓN Este pasaje del evangelio según Juan capitulo 17:20-21 muestra claramente cuál es la voluntad de Dios en cuanto a la clase de unidad que Dios desea de los creyentes. Animo a todos los lectores a que presten mucha atención a este tema ya que es uno de mucha importancia. Les animo a que practiquen los siguientes tres pasajes Bíblicos ( Hechos 17:11; 1 Tesalonicenses 5:21 & 1 Juan 4:1 ). Espero que después que haya leído estos pasajes usted crea lo que dice la Biblia y no lo que yo digo. Lo que siempre debe de importarnos es lo que dice Dios y no lo que los hombres, y sus doctrinas enseñan. La unidad del cristiano es un tema muy importante a considerar. Dios desea que Su pueblo este...

No le des la espalda a Dios, por tu propio bien!

No te expongas al peligro, por tu propia voluntad Muchos sabemos lo que es estar en una situación difícil, cuesta arriba  o en una pendiente muy inclinada y resbaladiza, ya sea por agua, lodo,  hielo o cascajo suelto. Hace años atrás, hablaba con un amigo y hermano en cristo, acerca de las entonces dificultades y obstáculos que un cristiano suele enfrentar en su diario vivir. Cuando alguien usa estas palabras  «estoy en una situación difícil y no quiero fallarle a Dios»  para tratar de evitar un paso en falso, aunque sea pequeño, en una dirección peligrosa, entendemos muy bien la advertencia. Sentimos ansiedad por una decisión que, de pronto, podría colocarnos en un terreno perjudicial (peligroso). Muchos también sabemos que la Biblia describe los caminos resbaladizos en los que terminamos cuando deliberadamente le damos la espalda a Dios. El profeta Jeremías se refiere a aquellos que voluntariamente ignoran el peligro real, la palabra d...

No confundas los desafíos con derrotas

Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. (Juan 16:33) En la vida es común enfrentar momentos en los que todo parece desmoronarse. Las puertas se cierran, soplan vientos contrarios y el alma se siente abatida. En momentos así, muchos confunden el desafío con la derrota. Pero es importante entender que el desafío es una parte esencial del crecimiento, no el final del viaje. Los desafíos nos moldean, nos fortalecen y nos acercan a Dios. Nos enseñan a confiar más, a orar con más fervor y a depender completamente de la gracia de Dios. Cuando David se enfrentó a Goliat, fue un desafío, no una derrota. Cuando José fue vendido por sus hermanos y arrojado a la cárcel, fue un proceso, no el final de la historia. Dios nunca prometió una ausencia de luchas, pero garantizó su presencia constante en medio de ellas. Él convierte el desierto en un camino y el dolor en un propósito. Si hoy estás enfrentando algo difícil,...