Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Cuando pases por las aguas...


Cuando cruces las aguas, yo estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas; cuando camines por el fuego, no te quemarás ni te abrasarán las llamas. Yo soy el Señor, tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador. (Isaías 43:2-3a)

Dios nunca nos prometió una vida sin problemas ni dificultades. El sueño de mucha gente puede ser vivir en medio de un "mar de rosas", pero eso no es lo que la Biblia enseña. Al contrario, en ella vemos diversos ejemplos de hombres y mujeres que confiaban en el Señor y aun así, enfrentaron sufrimientos en esta vida. La diferencia es que los que son del Señor nunca enfrentan sus luchas solos.

Dios promete estar contigo cuando lleguen las aguas de aflicciones y las amenazas. Cuando enfrentes luchas más duras o ríos más profundos, Jesús estará presente contigo también. Y cuando enfrentes las pruebas de fuego de la vida, recuerda que la presencia del Salvador no te abandonará. ¡Cree y persevera porque con Dios podrás vencer todas las dificultades de la vida!

Estaré contigo

La seguridad más grande que tenemos es la certeza (por fe) de que jamás estaremos solos (Amós 5:14). El Señor es Dios con nosotros. ¡Cristo no te abandonará, ni te dejará!

No siempre veremos la ayuda antes de que sea necesario. Pero a medida que vamos dando pasos por fe en la dirección del Señor, vemos su mano extendida para ayudarnos.

Ora y pídele al Señor que te acompañe en los momentos más extremos y te capacite en medio de cada necesidad.

Para orar:

Señor Dios, tú dijiste que estarías conmigo y yo he probado que eres fiel. Sé que estás conmigo, aunque todo a mi alrededor diga lo contrario. Gracias por ayudarme a enfrentar las aguas, los ríos y los fuegos de esta vida, porque yo no puedo hacerlo solo, Padre. Yo confío que tu buena mano me sustenta y me ayuda a proseguir. Dame fe, fuerzas y renueva mi esperanza para que yo pueda continuar confiando en ti. En el nombre de Jesús te pido estas cosas, amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

Con Cristo, todo el año es un año nuevo

Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. (Filipenses 3:13-14) El final del año es por lo general un momento de conmemoración, aunque no para todos. Para algunas personas pensar en el próximo año puede causar desánimo: "da igual, todos los años son iguales". No todos actúan de la misma manera ante la expectativa de un año nuevo. La mejor manera de romper con el desánimo es ser sincero con Dios. No hay nada mejor que abrir el corazón y exponer tus expectativas antes del "cambio de año". Dios es misericordioso, él nos oye, y es eso lo que desea que hagamos. Solo el Espíritu Santo es capaz de calmarnos y de confortarnos. ¡Permítele que lo haga! Sé sincero contigo y reconoce todo lo que Dios ha hecho en tu vida. Desarrollar un corazón agradeci...