Ir al contenido principal

NÚMEROS, Estudio Biblíco

INTRODUCCIÓN

Siguiendo la práctica de poner por título a un libro una de las palabras significativas de la primera oración del texto, la Biblia hebrea llama al cuarto libro del Pentateuco Bemidbar (lit. en el desierto, aludiendo al lugar donde se desarrolla la trama de la narración). 

La versión griega de los Setenta (LXX) le dio el título de Números (=Nm) porque los datos numéricos confieren al texto una fisonomía particular. 

En él se hace referencia, efectivamente, a dos censos de los israelitas en el desierto: uno antes de partir del Sinaí (cap. 1) y otro en las llanuras de Moab, al este del río Jordán (cap. 26). 

Además hay muchas otras precisiones numéricas a lo largo del libro, relacionadas especialmente con las ofrendas para los sacrificios (caps. 7; 15; 28-29) y con el reparto del botín después de la victoria de Israel sobre Madián (cap. 31).

En lo que respecta al contenido, el libro de Números continúa la historia de Éxodo, ya que narra la marcha de los israelitas por el desierto desde los últimos meses en el Sinaí hasta las vísperas de la entrada en la Tierra prometida. 

Los primeros relatos describen los preparativos para reanudar la marcha después de haber recibido la Ley (caps. 1–8); se insiste luego, de modo especial, en la celebración de la Pascua (cap. 9). 

En seguida se narran los sucesos acaecidos entre la salida del Sinaí y la llegada a Moab (caps. 10–21). 

A continuación se hace el resumen de todo lo ocurrido entre la partida de Egipto y la entrada en Moab (caps.22–32). 

En la parte final se dan algunas instrucciones previas al cruce del río Jordán (caps. 33–36).

El libro de Números pone de relieve una vez más la figura y la obra de Moisés. 

Él habla con el Señor cara a cara (12.8) y continúa ejerciendo sus funciones de jefe y de legislador. 

Aquel que en Éxodo se había manifestado sobre todo como libertador de Israel, asume ahora la misión de organizar al pueblo y de conducirlo hacia la Tierra prometida. 

Moisés se entrega al cumplimiento de esta misión con el más completo desinterés (16.15), pero a veces se siente abrumado por su responsabilidad, y se queja dolorosamente de tener que llevar él solo una carga tan pesada (11.10-15). 

Sin embargo, sigue al frente del pueblo hasta el fin de sus días, y antes de morir toma las precauciones necesarias para que Josué lleve a buen término la obra comenzada (27.15-23). 

Además, Moisés anhela que el pueblo de Dios sea una comunidad profética:

¡Ojalá el Señor diera su espíritu a todo su pueblo, y todos fueran profetas! (11.29).

En contraposición con la figura del gran legislador, la conducta del pueblo aparece descrita con rasgos más bien negativos. 

En la soledad y en la vida dura del desierto, la muchísima gente de toda clase que había salido de Egipto (Ex 12.38) comienza a organizarse y a tomar conciencia de su destino común. 

Pero esta larga y penosa travesía también está llena de protestas y rebeldías, que no cesan de provocar la ira del Señor y de atraer sobre el pueblo las mayores desgracias (cf., por ej., Nm 14). 

Sin embargo, las constantes infidelidades no impiden que el Señor siga manifestando a Israel su misericordia y su perdón. 

Y aquí se destaca nuevamente la acción de Moisés: Como mediador entre Dios y el pueblo elegido, él intercede una y otra vez en favor de los culpables y obtiene para ellos el perdón del Señor (11.2; 12.13; 14.13-19; 21.7). (Véase Jer 15.1 nota a .)

El libro de Números deja la impresión de ser una yuxtaposición de elementos diferentes, sin una estricta conexión lógica. 

Las secciones narrativas se alternan constantemente con prescripciones legislativas, de manera que al lado de hermosas narraciones se encuentran áridas disposiciones jurídicas o rituales. 

Tales características hacen pensar que el libro no fue redactado de una sola vez, sino que su redacción pasó por diferentes etapas hasta adquirir su forma definitiva. 

Por tanto, lo dicho en la Introducción al Pentateuco vale también para el libro de Números.

A pesar de todo, el conjunto del libro presenta cierta unidad, basada particularmente en la geografía y en la cronología. 

Estas características permiten dividir la obra en tres secciones correspondientes a tres regiones y a otros tantos periodos:

I. Diecinueve días en el Sinaí
(1.1–10.10)
II. Treinta y ocho años de marcha y la permanencia en el desierto de Cadés
(10.11–21.35)
III. Once meses en las llanuras de Moab
(22.1–36.13)





Follow on Facebook TBM-Missions:  https://www.facebook.com/roberto.bonillacea

Sitio Web Dedicado a Video: TBM-Missions TV

Comentarios

NOVEDADES

¿Que significa Esfuerzate y se valiente, no temas ni desmayes?

Respuesta: Muchas veces a lo largo de nuestras vidas, cuando estamos mas cerca de la bendición que Dios tiene para nosotros, somos victimas del desanimo y olvidamos que Dios prometió no desampararnos nunca.  A propósito, las únicas personas que se desaniman son aquellas que luchan por algo grande.  El desanimo rara vez toca al corazón de la gente sin visión y sin metas, siendo el arma del enemigo para aquellos que saben lo que quieren. “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes.  Porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” Josué 1:7 Dios ha prometido estar contigo todos los dias de tu vida. En el libro de Josue, cuando el pueblo de Israel se preparaba para la conquista de Canaan, y entrar en la tierra prometida,  Dios le promete a Josuè que nunca lo desamparará y requiere de él de dos virtudes indispensables, el esfuerzo y la valentía.  Dios no ha cambiado hoy y requiere que sus hijos nos mantengamos en pie ...

No le des la espalda a Dios, por tu propio bien!

No te expongas al peligro, por tu propia voluntad Muchos sabemos lo que es estar en una situación difícil, cuesta arriba  o en una pendiente muy inclinada y resbaladiza, ya sea por agua, lodo,  hielo o cascajo suelto. Hace años atrás, hablaba con un amigo y hermano en cristo, acerca de las entonces dificultades y obstáculos que un cristiano suele enfrentar en su diario vivir. Cuando alguien usa estas palabras  «estoy en una situación difícil y no quiero fallarle a Dios»  para tratar de evitar un paso en falso, aunque sea pequeño, en una dirección peligrosa, entendemos muy bien la advertencia. Sentimos ansiedad por una decisión que, de pronto, podría colocarnos en un terreno perjudicial (peligroso). Muchos también sabemos que la Biblia describe los caminos resbaladizos en los que terminamos cuando deliberadamente le damos la espalda a Dios. El profeta Jeremías se refiere a aquellos que voluntariamente ignoran el peligro real, la palabra d...

¿Qué significa “pero yo y mi casa serviremos al Señor” en Josué 24:15?

La afirmación "Pero yo y mi casa serviremos al Señor" suele estar impresa en placas con las que se adornan los hogares de los cristianos de hoy.  Es una afirmación del compromiso de la familia de servir al Señor.  Esa lealtad familiar no es una aplicación incorrecta del texto, aunque tenía connotaciones ligeramente diferentes en la época de Josué. Por primera vez, Dios hizo un pacto con Israel en el Sinaí. Explicó lo que requería, y el pueblo dijo que lo haría.  Este tipo de pactos era común entre los vasallos y los soberanos de la época. El soberano se comprometía a proteger y mantener a los vasallos, y los vasallos se comportarían de manera que reflejaran un buen comportamiento hacia el soberano. Si los vasallos se rebelaban, el soberano se volvía contra ellos y los castigaba.  En el Sinaí, el soberano no es un rey humano, sino Dios mismo. Dios le dijo a Israel lo que esperaba de ellos (Éxodo 20-23), y luego el pueblo se comprometió a hacerlo (Éxodo 24). Por supues...