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Tránslate / Traducción

¡Sigue amando!

Sigan amándose unos a otros fraternalmente.

(Hebreos 13:1)

Tal como Dios nos ama de forma constante, es importante que amenos a nuestros hermanos en Cristo. 

A veces tenemos compasión de las personas desconocidas y dejamos de atender a nuestros amigos más cercanos.

A veces es necesario llorar porque llega un momento triste y otras veces debemos sonreír cuando es tiempo de júbilo (Romanos 12:15). 

Esa ayuda se puede expresar dedicándonos a escuchar, a orar o hasta a dar un consejo. 

El amor fraternal nos mantiene unidos y donde hay dos reunidos en el nombre de Jesús, él está presente (Mateo 18:20).

Invierte tiempo y amor con tus amigos. 

Jesús, nuestro mejor amigo, dio su vida para salvarnos. 

Dedica la tuya al amor fraternal.

Cultiva el amor fraternal

Mantén el contacto regular con tus amigos. 

Muéstrate cercano y accesible.

Fíjate en los detalles, muestra tu disponibilidad para ayudar a tus hermanos.

Anima a tus amigos a que se dediquen a Dios. 

El esfuerzo en la fe trae unidad.


Para orar:

Señor, úsame como un instrumento en tus manos. 

Que mi vida pueda ser un canal de bendición para mis hermanos. 

Capacítame para ayudar más y más. Amén.

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NOVEDADES

Regocijaos en el Señor

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! (Filipenses 4:4) Jesús es el motivo de mi sonrisa, porque en su presencia encuentro la verdadera alegría. No es una alegría pasajera que depende de las circunstancias, sino una paz duradera que trasciende las dificultades. En medio de las dificultades de la vida, puedo confiar en que él está a mi lado, tomándome de la mano y guiándome por el camino seguro. La sonrisa que Jesús pone en mi rostro es un reflejo de su amor inconmensurable. Cuando miro la cruz, recuerdo el sacrificio que él hizo por mí y mi corazón se llena de gratitud. Él me amó primero, incluso cuando todavía estaba perdido. Este amor incondicional me sostiene y me da fuerzas para afrontar cada nuevo día con esperanza. Las promesas de Jesús son fuentes de alegría. Él nos prometió vida abundante y en su palabra encuentro consuelo y dirección. Cuando estoy cansado, encuentro descanso en sus brazos. Cuando estoy triste, él es mi alegría. Cuando soy débil, él es mi f...

¿Qué debo hacer cuando no logro entender?

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