Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Tú tienes un talento especial


De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría. (Romanos 12:6-8)

En Romanos 12:6-8, se nos recuerda la belleza de la diversidad de dones que Dios nos ha dado. Cada uno de nosotros tiene talentos únicos dados por la gracia divina, para que podamos servir al Señor y a la comunidad de diferentes maneras. La esencia de este mensaje nos motiva a reconocer y valorar esos dones, utilizándolos con dedicación y entusiasmo.

Si tu don es profetizar, hazlo con la profundidad de tu fe, dejando que la palabra de Dios fluya a través de ti. Si tu don es servir, hazlo con humildad y amor, recordando que hasta el más pequeño acto de servicio es grande a los ojos de Dios. Si enseñas, inspiras e iluminas las mentes con sabiduría y paciencia. Si tu talento es animar, contagias optimismo y esperanza, fortaleciendo el corazón de quienes te rodean.

Si das generosamente, puedes saber que tu generosidad marca la diferencia en la expansión del reino de Dios. Liderar con celo es liderar con integridad y pasión, mostrando el camino con firmeza y compasión. Y cuando muestres misericordia, hazlo con alegría, reflejando la infinita gracia de Dios en cada acto de bondad.

Recuerda que cada don, cuando se usa para la gloria de Dios, se convierte en una poderosa herramienta de transformación. Usemos nuestros dones con gratitud y entusiasmo, edificándonos unos a otros y glorificando el nombre del Señor.

Despierta tus dones

Identifica tus dones: reflexiona y descubre los talentos únicos que tienes.

Sirve con alegría: usa tus dones para ayudar e inspirar a otros.

Busca el crecimiento: Mejora constantemente tus talentos para servir mejor a Dios.

Para orar:

Amado Señor, te doy gracias por los dones que me has dado. Ayúdame a identificar y utilizar cada talento con sabiduría y amor. Quiero servir con alegría, enseñar con paciencia y tratar con generosidad. Guíame para liderar con celo y mostrar misericordia con alegría. Que mi vida refleje tu gracia, animando e inspirando a todos los que me rodean. Amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

Con Cristo, todo el año es un año nuevo

Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. (Filipenses 3:13-14) El final del año es por lo general un momento de conmemoración, aunque no para todos. Para algunas personas pensar en el próximo año puede causar desánimo: "da igual, todos los años son iguales". No todos actúan de la misma manera ante la expectativa de un año nuevo. La mejor manera de romper con el desánimo es ser sincero con Dios. No hay nada mejor que abrir el corazón y exponer tus expectativas antes del "cambio de año". Dios es misericordioso, él nos oye, y es eso lo que desea que hagamos. Solo el Espíritu Santo es capaz de calmarnos y de confortarnos. ¡Permítele que lo haga! Sé sincero contigo y reconoce todo lo que Dios ha hecho en tu vida. Desarrollar un corazón agradeci...