Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Te basta con mi gracia

... pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad». Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo. (2 Corintios 12:9)

La gracia es el favor inmerecido que Dios tiene para con nosotros. Esa bondad le proporciona al que cree en Jesús una seguridad eterna, maravillosa, superior a todo lo que pueda imaginar. El apóstol Pablo recibió esa palabra de parte de Dios cuando oró 3 veces pidiendo sanidad de una enfermedad que él llamó una «espina o aguijón en el cuerpo» (2 Corintios 12).

«Te basta con mi gracia». Esa fue la respuesta que obtuvo del Padre. Tal vez Pablo esperaba ser sanado o recuperarse de forma inmediata, pero en aquel caso, el mayor milagro fue que Pablo se percató del cuidado de Dios sobre él y la fortaleza que le concedía día tras día. Fuera de la forma que fuera, Cristo estaba presente.

Muchas veces no logramos entender el por qué de algunos sufrimientos en nuestras vidas. La realidad es que nos muestran que somos débiles, que tenemos limitaciones y dependemos de Aquel que nos creó. Cuando todos nuestros recursos personales se acaban, confiamos en que el poder del Padre se perfeccionará cada día. En medio de las tribulaciones de la vida, él renueva nuestro vigor. Busca al Señor y confía totalmente en su bondad y en su misericordia.

Gracia reconfortante en medio del dolor

Ora y entrégate a Dios con todas tus "espinas" y aflicciones. Él te oye y te ayuda.

Confía que la gracia y la presencia de Dios están contigo ahora mismo y donde quiera que vayas.

¡Alaba! A pesar de la aflicción, cree que en Jesucristo hay alivio para todo el sufrimiento.

Lee la Biblia y esfuérzate en conocer mejor a Dios. Su Palabra aumentará tu fe y renovará tu esperanza.

¡No pierdas la fe! Busca al Señor. Jesús es tu fortaleza, y en su presencia hay salvación y victoria.

Para orar:

Señor Dios, fortalece mi fe cuando paso por luchas, dolores y aflicciones. Cuando me fallan mis fuerzas, yo sé que tu poder permanece inamovible para siempre. Afirma mi vida y susténtame, Padre. Abrázame y consuélame cuando todo está difícil, pues solo te tengo a ti, mi Señor y mi Dios. Moldea mi vida con tu querer y enséñame a confiar que tu gracia me basta. En el nombre de Jesús, amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

Con Cristo, todo el año es un año nuevo

Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. (Filipenses 3:13-14) El final del año es por lo general un momento de conmemoración, aunque no para todos. Para algunas personas pensar en el próximo año puede causar desánimo: "da igual, todos los años son iguales". No todos actúan de la misma manera ante la expectativa de un año nuevo. La mejor manera de romper con el desánimo es ser sincero con Dios. No hay nada mejor que abrir el corazón y exponer tus expectativas antes del "cambio de año". Dios es misericordioso, él nos oye, y es eso lo que desea que hagamos. Solo el Espíritu Santo es capaz de calmarnos y de confortarnos. ¡Permítele que lo haga! Sé sincero contigo y reconoce todo lo que Dios ha hecho en tu vida. Desarrollar un corazón agradeci...