(Salmo 119:114)
La Palabra de Dios es nuestro escudo y un abrigo en los momentos de dificultad.
Es muy importante que alimentemos nuestra fe a través de la Palabra viva.
Cuando nos detenemos a oír a Dios dejamos de oír al mundo.
Infelizmente, el mundo puede llenar nuestras mentes de miedo y de confusión.
Pero la Biblia nos habla de la salvación y alimenta nuestra alma con esperanza.
Debemos depositar nuestras esperanzas en Dios y en su Palabra.
De esta forma estaremos seguros, pues todas las cosas pasan, pero la Palabra de Dios nunca pasará.
La Biblia es una herramienta importante de defensa espiritual.
Cuando dedicamos un tiempo de nuestro día para meditar en la Palabra, nos protegemos de las amenazas que pueden debilitar nuestra fe.
¡Ten tu escudo a mano! Lee la Biblia
Crea el hábito diario de leer la Biblia.
Si encuentras dificultades para comenzar, intenta buscar un plan de lectura.
También puedes comenzar leyendo los Evangelios.
Intenta involucrar a toda la familia.
Comparte lo que aprendes y te edifica de la Palabra con tus parientes.
No trates la lectura de la Biblia como algo común y corriente.
Léela con expectativa en tu corazón, con la seguridad de que recibirás algo precioso de Dios a través de su Palabra.
Para orar:
Señor Dios, en ti confío.
Tu Palabra es mi escudo y me protege de las saetas del maligno.
En ti deposito mi esperanza.
En tu Palabra encuentro paz y abrigo. Amén.
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