Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Esperanza que va más allá de la vida

¡Si solo en esta vida hemos tenido esperanza en Cristo, somos los más miserables de todos los hombres! (1 Corintios 15:19)

La idea que expresa este versículo nos alerta sobre una realidad que olvidamos muchas veces: hay mucho más que la vida que vemos aquí. 

Al igual que un feto vive bien en el útero durante nueve meses sin saber lo que le espera en el universo exterior, nosotros tampoco tenemos idea de lo que viene.

Lo que vivimos aquí en la tierra es solo un vistazo de lo que nos espera en la eternidad.

El sufrimiento y las dificultades que atravesamos ahora no se comparan con las maravillas que experimentaremos en la eternidad junto a nuestro Señor. 

¡Nuestra esperanza no debe ser solo terrenal, sino una esperanza viva, ligada a la eternidad!

Nuestra alma espera en el SEÑOR;

él es nuestra ayuda y nuestro escudo.

Por eso, nuestro corazón se alegra en él, porque en su santo nombre hemos confiado.

Sea tu misericordia, oh SEÑOR, sobre nosotross según lo esperamos de ti. Salmo 33:20-22)

¿Y cuál es la prueba y la certeza de esta esperanza nuestra? 

¡La resurrección de Jesucristo! 

Así como él resucitó, podemos creer que todo lo que él dijo que sucederá. 

Quien cree en Jesús, aunque muera físicamente, vivirá para siempre (Juan 11:25).

Dios tiene mucho más para ti.

Nunca lo olvides: aquí eres un peregrino. 

Como cristiano, tu meta es el cielo. 

¡La Palabra de Dios es fuente de esperanza! 

Aliméntate y regocíjate en esta esperanza.

Las recompensas por nuestra confianza y temor de Dios no cesan cuando esta vida termina.

La esperanza cristiana no se limita a las circunstancias de la vida. 

Ora y encomienda tus dificultades al cuidado de aquel que tiene el control de todo.

La resurrección de Jesús es prueba de que Cristo es la verdad. 

Por tanto, nuestra fe no es en vano. 

Confía en el Señor y busca conocerlo diariamente.


Para orar:

Señor Dios, gracias porque no vivimos desamparados en este mundo. 

Te agradezco tu bondad que sostiene nuestra fe diariamente. 

Moriste en nuestro lugar y nos trajiste salvación y perdón. 

Pero nuestra esperanza no fue diezmada por la muerte. 

¡Al tercer día, Jesús resucitó! 

Y, porque estás vivo, tengo esperanza y puedo creer que vendrán tiempos mejores. 

Mi esperanza está en ti, oh Dios. 

¡Ayúdame a mirarte siempre, esperando la eternidad contigo! Amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

Con Cristo, todo el año es un año nuevo

Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. (Filipenses 3:13-14) El final del año es por lo general un momento de conmemoración, aunque no para todos. Para algunas personas pensar en el próximo año puede causar desánimo: "da igual, todos los años son iguales". No todos actúan de la misma manera ante la expectativa de un año nuevo. La mejor manera de romper con el desánimo es ser sincero con Dios. No hay nada mejor que abrir el corazón y exponer tus expectativas antes del "cambio de año". Dios es misericordioso, él nos oye, y es eso lo que desea que hagamos. Solo el Espíritu Santo es capaz de calmarnos y de confortarnos. ¡Permítele que lo haga! Sé sincero contigo y reconoce todo lo que Dios ha hecho en tu vida. Desarrollar un corazón agradeci...